sábado, 1 de marzo de 2025

HIGADO GRASO

El hígado graso, o esteatosis hepática, es una enfermedad asintomática en sus etapas iniciales, la cual es cada vez más frecuente por su asociación a la obesidad.

Pero antes de hablar de esta enfermedad, conozcamos al hígado.

El hígado es una glándula mixta que tiene funciones tanto endocrinas como exocrinas; es la más grande del cuerpo, la cual se encuentra situada en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y por encima del riñón derecho y los intestinos. Está formado por dos lóbulos, el derecho y el izquierdo, que a su vez están conformados por miles de lobulillos o tubos que se van conectando a otros más grandes para formar el conducto hepático común. Este conducto hepático, transporta la bilis hacia le vesícula biliar y el duodeno.

 El hígado es un órgano de color marrón rojizo que tiene múltiples funciones que permiten el desarrollo armonioso de nuestro organismo preservando la salud.

Dicho órgano se encarga de producir y transportar la bilis, misma que forma parte de los jugos gástricos que se utilizan para digerir los alimentos. La bilis debe su color amarillo a la bilirrubina que es producto de la desintegración de los glóbulos rojos.

También metaboliza los carbohidratos, grasas (lípidos) y proteínas del cuerpo para convertirlos en energía.

Además, tiene funciones de almacenamiento del hierro, glucógeno y vitaminas. De igual forma, sintetiza la urea a partir del amonio.

Como podremos observar, el hígado tiene importantes funciones de desintoxicación, desecho y productor de energía en nuestro cuerpo.

El hígado graso, afectación que sufre este órgano, se presenta por la acumulación de células grasas en el hígado que le causan una inflamación crónica que puede condicionar endurecimiento del mismo y producir enfermedades como la cirrosis, fibrosis o tumores hepáticos.

Puede ser de origen alcohólico (por el consumo en exceso de alcohol), o bien, o no alcohólico.

Cómo ya mencioné, al principio el hígado graso es asintomático, pero con el paso del tiempo puede presentar síntomas sutiles como dolor abdominal leve y cansancio.

Su diagnóstico habitualmente es fortuito y se realiza con ultrasonido abdominal, aunque también, la alteración de las funciones hepáticas por elevación de transaminasas y bilirrubinas nos pueden hacer sospechar de su presencia.

Las transaminasas o aminotrasferasas, son enzimas que se encuentran en el hígado, los músculos, los riñones y el corazón. Su función es transferir un grupo amino de una molécula a otra. El hígado utiliza las transaminasas para sintetizar y descomponer aminoácidos, con la función principal de convertir moléculas para el almacenamiento de energía. Las concentraciones de estas enzimas en sangre son generalmente bajas, pero ante ciertas patologías pueden aumentar y servir como marcador para el diagnóstico temprano.

Existen condiciones de salud que se asocian con la presencia del hígado graso como lo es la obesidad, diabetes mellitus, dislipidemia metabólica relacionada con los lípidos y colesterol, pérdida rápida de peso, el uso de ciertos medicamentos (como los glucocorticoides o cortisonas) y/o la exposición a petroquímicos.

La clasificación de Brunt, es una escala que se utiliza para catalogar el hígado graso en base a la presencia de grasa, la inflamación hepática y la fibrosis hepática.

Tomando como parámetro la presencia de grasa (esteatosis) se clasifica en Grado 0 (no esteatosis), Grado 1 (menos del 33 por ciento), Grado 2 (del 33 al 66 por ciento) y Grado 3 (más del 66 por ciento).

Mientras más alto es el grado, mayor inflamación y en consecuencia mayor riesgo de fibrosis o endurecimiento del hígado, mismo que provoca una disminución de sus funciones.

Hecho el diagnóstico, es de suma importancia modificar el estilo de vida y los hábitos alimenticios a fin de tratar de revertir este problema.

Se recomienda bajar de peso con una dieta balanceada, baja en grasas de origen animal y carbohidratos, ejercicio aeróbico ininterrumpido por 30 minutos como mínimo, todos los días. Mejorar los niveles de colesterol, glucosa y la presión arterial, así como evitar el consumo de bebidas alcohólicas o altas en azúcares, y medicamentos como los esteroides.

Existen sustancias que pueden coadyuvar en el tratamiento del hígado graso como la silimarina, también llamada silibinina o la ademetionina, fármacos que bloquean la captación de sustancias tóxicas (como amatoxina, que es la principal toxina de Amanita phalloides) por las células del hígado, consiguiendo la reducción de la concentración de sustancias tóxicas en las células hepáticas y, por tanto, su toxicidad.

Cabe recalcar que estas sustancias ayudan, pero no son mágicas y es totalmente necesario cambiar hábitos alimenticios y evitar el sedentarismo, pues de lo contrario, aun utilizando estos medicamentos, la enfermedad puede seguir aumentando, provocando inflamación crónica y fibrosis que pueden derivar en las enfermedades hepáticas ya mencionadas previamente (cirrosis, fibrosis o tumores hepáticos), que a su vez derivan en una insuficiencia hepática, la cual es una etapa terminal en la que el hígado falla presentando elevación de la bilirrubina y transaminasas, así como trastornos de coagulación.

También se puede presentar una hipertensión portal (aumento de la presión en la vena porta, que es una vena que pasa por el hígado) y que a su vez condiciona várices esofágicas que al romperse causan sangrado de tubo digestivo alto.

Si tienes sobrepeso u obesidad, malos hábitos alimenticios, enfermedades crónico degenerativas como la diabetes o hipertensión arterial, ingesta de alcohol, es importante acudir a una revisión médica preventiva, que implicará la realización de estudios de laboratorio y ultrasonido abdominal.

 

Recuerda, más vale una detección oportuna que una complicación irreversible ¡Acude a tu médico!

 

Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México. 01 de marzo del 2025

 

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sábado, 1 de febrero de 2025

APENDICITIS

En este año, la enfermedad que más se ha buscado por la web es la APENDICITIS, urgencia quirúrgica que de no ser atendida a tiempo o al ser mal diagnosticada y en consecuencia mal tratada, puede causar la muerte.

Tenía 18 años de edad y cursaba el 1er año de la carrera de medicina, misma que estudié en la Universidad Autónoma de Yucatán, UADY por sus siglas, cuando una mañana desperté con dolores abdominales intensos que no cedieron a la ingesta de analgésicos (autoprescritos) y que por el contrario iban en incremento, en intensidad y duración. El diagnóstico final: APENDICITIS, de la cual afortunadamente sólo tengo una fea cicatriz.

¿Qué es la APENDICITIS?

Es una inflamación del apéndice cecal o vermiforme el cual es un órgano en forma de dedo que se encuentra en la primera parte del intestino grueso, cerca del final del intestino delgado, localizado la parte inferior derecha del abdomen.

El apéndice es un órgano tubular que se encuentra en el intestino grueso que produce y protege bacterias buenas (microbiota intestinal), además participa en la producción de anticuerpos como parte de la función del sistema inmunitario.

¿Cómo se produce la APENDICITIS?

La APENDICITIS se produce cuando se obstruye la luz apendicular, lo que provoca un aumento de la presión interna del apéndice. Esto se debe a la acumulación de moco y a la poca elasticidad de la serosa. Esta obstrucción también se puede originar por la presencia de fecalitos (fragmentos de heces duras que pueden causar obstrucción), lombrices (como el oxiuro y áscaris) o semillas según refieren estudios de investigación realizados.

¿En quién es más común la APENDICITIS?

La apendicitis es más común en personas entre los 10 y los 30 años de edad. Sin embargo, puede presentarse en cualquier etapa de la vida, aunque en niños pequeños es más difícil de diagnosticar clínicamente.

¿Cuáles son los síntomas de la APENDICITIS?

  • Dolor abdominal, que puede ser repentino y comenzar en el ombligo o en el lado derecho del abdomen, siendo éste el síntoma más común de la apendicitis.
  • Dolor que empeora al toser, caminar, realizar otros movimientos bruscos o maniobras de valsalva como lo es pujar.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pérdida de apetito.
  • Fiebre baja (febrícula) que puede aumentar a medida que empeora la enfermedad.
  • GasesEstreñimiento o diarrea
  • Distensión o inflamación del estómago y del área abdominal.

¿Cómo se realiza el diagnóstico de APENDICITIS?

En pacientes que no han tomado medicamentos y con los síntomas arriba descritos, el médico puede establecer un diagnóstico presuntivo con la exploración clínica. Este diagnóstico lo confirma con la realización de estudios de laboratorio (sangre y orina), así como Ultrasonido abdominal o Tomografía computarizada. Este último estudio se realiza en casos complicados o enmascarados.

Debido a la cultura de automedicación y a la disponibilidad de medicamentos de libre venta en nuestro país, el diagnóstico puede ser más complicado ya que el estar tomando analgésicos e incluso antibióticos, se pueden enmascarar o borrar los síntomas iniciales, hasta que llegue el punto de que se presente una complicación que evidencie la enfermedad, pero poniendo en riesgo la vida.

¿Cuáles son las complicaciones de la APENDICITIS?

Entre las más comunes se encuentra la PERITONITIS y el ABCESO APENDICULAR.

La Peritonitis es una infección grave que se propaga en el abdomen y se produce cuando el apéndice se perfora y libera bacterias en la cavidad abdominal.

El Absceso Apendicular es una acumulación de pus que se forma en el abdomen y se trata drenando el absceso con una sonda y aplicando antibióticos en un período de hospitalización. Una vez que la infección haya desaparecido, se extirpa el apéndice.

Mientras más avanzada o complicada se encuentre la APENDICITIS, mayor es el riesgo de complicaciones postquirúrgicas, como la dehiscencia por infección de la herida o incisión quirúrgica, absceso intraperitoneal, hemorragias, obstrucción intestinal, fístulas estercoráceas (conexión anormal entre el intestino grueso y la piel que permite que las heces salgan al exterior) o evisceración o eventración (salida de los intestinos fuera del abdomen por la herida quirúrgica).

¿Cuál es el tratamiento de la APENDICITIS?

El tratamiento es exclusivamente quirúrgico. La APENDICITIS no se cura tomando únicamente antibióticos. El uso de éstos en etapas iniciales o por autoprescripción sólo complicará la enfermedad y retrasará su correcto diagnóstico.

Las apendicectomías (cirugías por apendicitis) en la actualidad se realizan con procedimientos quirúrgicos laparoscópicos, que favorecen una rápida recuperación y una cicatriz mínima. Sin embargo, se debe tener en cuenta que una cirugía laparoscópica puede terminar en cirugía abierta, dependiendo de las complicaciones encontradas.

Cuando la apendicitis se trata adecuada y oportunamente, la recuperación es rápida y se pueden retornar a las actividades en 2 a 4 semanas dependiendo del caso.

Recuerda que el diagnóstico oportuno favorece una cirugía con menos riesgo y una pronta recuperación.

No te automediques y mucho menos le des medicamentos a niños pequeños cuando existe dolor abdominal. Es necesaria la valoración de un médico.

 

Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México. 01 de febrero del 2025

 

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miércoles, 1 de enero de 2025

HERIDAS

Es muy común hacerse heridas y lesiones durante la cotidianidad de la vida. En el hogar, en el trabajo, en lugares de esparcimiento, en el campo. En todos lados podemos sufrirlas.

Un aliado que nos protege de las lesiones es la piel, órgano vivo, flexible, resistente, impermeable y con capacidad de regenerarse.  

En una persona adulta que se encuentra con un índice de masa corporal adecuado (que no tiene sobrepeso u obesidad), la piel tiene una superficie aproximada de 2 metros cuadrados con un peso variable entre 3.5 a 5 kilogramos dependiendo del género. La piel más gruesa y resistente se encuentra en las palmas de las manos y las plantas de los pies. En estas zonas, la epidermis, la capa más externa de la piel, puede llegar a tener un espesor de 1 a 5 mm, mientras que en el resto del cuerpo es de alrededor de 0,1mm.

La piel de otras zonas, como la cara, los pliegues y las zonas de flexión y extensión, es más fina. La piel que rodea los ojos es especialmente delicada y necesita un cuidado apropiado.

También en nuestro organismo contamos con otra barrera de protección, la cual recubre los órganos internos y los orificios del cuerpo. Este recubrimiento de tejido húmedo se conoce como mucosa, mismo que se encuentra en las cavidades y conductos como la nariz, la boca, los pulmones, el tracto digestivo, las vías urinarias y genitales. Su función es proteger y secretar mucosidad, un líquido espeso y resbaloso que las mantiene húmedas.

Una herida se define como un daño a la piel o mucosa que provoca una solución de continuidad, causada por accidentes, caídas, golpes, quemaduras, armas u otras circunstancias. Las heridas también pueden ser causadas por procedimientos médicos, tumores o crecimientos, presión o compresión en áreas óseas.

Las heridas llegan a considerarse graves dependiendo de su profundidad, extensión, localización, suciedad, cuerpos extraños o signos de infección.

Al ser vulnerada la defensa protectora de nuestro cuerpo, se expone el tejido vivo a la entrada de bacterias y hongos. Estos últimos pueden entrar en la piel de varias maneras: por contacto directo (Al entrar en contacto con personas o mascotas infectadas) o por contacto indirecto (Al entrar en contacto con elementos como por ejemplo máquinas para cortar el cabello, cabello de personas infectadas, duchas o pisos de duchas, zapatos, calcetines, etcétera).

Con respecto a las bacterias, éstas pueden causar infecciones en la piel, ya sea en un plano superficial o bien, afectar capas más profundas.

Las bacterias más comunes que causan infecciones en la piel son los estafilococos y los estreptococos.

La mayoría de las veces, las bacterias que se encuentran en la piel como parte de la microbiota normal, no provocan problemas o causan infecciones relativamente menores. Sin embargo, algunas bacterias pueden provocar infecciones cutáneas, como el impétigo, la foliculitis, la forunculosis, el ántrax, los abscesos cutáneos, la celulitis y la erisipela,  sin necesidad de una herida evidente.

Ya sabiendo todo esto ¿Qué debo hacer si sufro una herida?

Para tratar heridas en la piel, puedes seguir lo siguiente:

Lava las heridas con agua y jabón o un limpiador antibacteriano para evitar infecciones de manera inicial.

Las heridas en úlceras venosas, heridas crónicas como las del pie diabético, quemaduras superficiales de primer y segundo grados, entre otras lesiones graves, no deben limpiarse con jabón, alcohol, agua oxigenada o inyectable, porque retrasan el proceso de cicatrización debido a que provocan daño celular en la piel.

No es recomendable aplicar alcohol directamente a las heridas, pues independientemente del ardor que causa, no elimina las bacterias, únicamente destruye la capa protectora de muchas de éstas. Es mucho más efectiva el agua oxigenada o las sustancias antisépticas que contienen Hipoclorito de sodio, Ácido hipocloroso, Cloro libre, Agua superoxidada y Oxígeno entre otros.

En algunos lugares se suele aplicar el jugo de cítricos, en especial el limón como sustancia antibacterial. Esta práctica puede ser útil como medida emergente ya que la vitamina C presente en los limones, estimula a que el sistema de defensa de nuestro cuerpo cure las heridas más rápido. Además, este importante nutriente es fundamental para proteger los tejidos, desinflamar las lesiones y golpes.

La violeta de genciana es un colorante antiséptico que se usa en las comunidades rurales para tratar heridas, quemaduras, infecciones orales, y algunas lesiones cutáneas. Su uso en la actualidad es poco común, además de que dificulta la vigilancia de la evolución de la lesión, pues su color azul no permite ver uno de los datos de infección inicial en las lesiones como lo es el rubor (enrojecimiento).

El Benzalconio, conocido comercialmente como Merthiolate o Mertodol se usa de manera tópica como antiséptico y desinfectante. Actualmente su uso es en menor porcentaje debido al ardor que causa su aplicación y ha sido reemplazado por las soluciones antisépticas comerciales (con los componentes ya comentados) que no producen ardor.

Por tradición cultural se utilizan cataplasmas (tópico de consistencia blanda que se aplica para efectos medicinales), que en muchas ocasiones son más perjudiciales que benéficos. Entre las sustancias que se encuentran como cataplasmas tenemos el café en polvo, excremento de paloma u otros animales, aloe vera, corteza y hojas de árboles, barro y muchos otros dependiendo del área geográfica. Está práctica no es recomendable.

Después de lavar la herida, se debe detener el sangrado. Esto se realiza haciendo compresión suave con una venda, tela limpia o gasas. Se recomienda aplicar presión directa y constante durante 15 minutos, además de elevar la zona. Es importante resistir la necesidad de mirar la herida después de unos minutos para ver si el sangrado se ha detenido, ya que al hacer esto, el flujo de sangre rompe el coagulo formado y el sangrado se vuelve activo.

Si la sangre emana de la herida de forma continua, hablamos de un sangrado venoso que puede ser controlado con compresión. Por el contrario, si el sangrado se presenta de manera pulsátil, nos habla de un sangrado arterial que amerita compresión con vendaje en lo que se recibe lo más pronto posible atención médica. No es recomendable el uso de torniquetes si no se tiene preparación o experiencia para hacerlo.

Es importante evaluar la longitud y profundidad de la lesión, su tipo de sangrado (arterial o venoso) y la parte del cuerpo lesionada, para determinar si necesita atención médica inmediata o puede tratarse de manera ambulatoria (en el hogar o donde se encuentre la persona).

Dependiendo de su longitud o profundidad puede necesitar puntos de sutura que ayuden a una pronta mejoría. Una herida con más de 6 horas de evolución (tiempo que ha pasado desde que se produjo) NO SE DEBE SUTURAR, pues tiene un gran riesgo de dehiscencia o infección.

Así mismo, durante el proceso de cicatrización, se debe observar el color, la temperatura o el aumento del volumen de la herida (rubor, calor, dolor) como datos de infección para acudir a valoración médica inmediata.

Existe la creencia de que ciertos alimentos retardan la curación de las heridas, como el frijol, huevo, chile, leche entre otros, pero esto no es así.

Los alimentos que pueden retrasar la cicatrización son aquellos que contienen altas cantidades de grasas, azúcar y sal, y que tienen bajo contenido de nutrientes, por lo que se recomienda una alimentación sana y balanceada.

Un aspecto fundamental para la curación o cicatrización de las heridas es el sistema inmunológico.

Por lo general, los pacientes diabéticos, oncológicos, asmáticos, renales, con uso crónico de esteroides o depresores del sistema inmunológico, tienen un riesgo elevado de complicación o retardo en la curación de las heridas. Por eso es necesario informar al médico tratante de las condiciones de salud o medicamentos utilizados, a fin de recibir indicaciones médicas que favorezcan la sanación.

En síntesis, es imprescindible tener en casa un botiquín de primeros auxilios que nos permita atender de manera inmediata las heridas. Así como evaluar una pronta atención médica dependiendo de las características de la lesión y sobre todo ¡No ahorrar en salud!

Más vale una atención oportuna que una complicación que afecte nuestra economía, nuestra capacidad física o incluso nuestra vida.


Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México. 01 de Enero del 2025

 

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domingo, 1 de diciembre de 2024

SEÑALES DEL CUERPO

 El cuerpo, una máquina maravillosa que tenemos la obligación de mantener en buen estado.

Me resulta increíble recibir en la consulta a pacientes que llevan más de 10 años sin acudir al médico. Y me pregunto: ¿Cómo es posible que te preocupes por llevar tu auto al servicio cada 5 o 10 mil kilómetros y con tu cuerpo no tengas ese cuidado?

Bajo el argumento de que no me siento mal o no estoy enfermo, las personas no acuden a un chequeo anual rutinario. También puede ser por desidia, ahorro mal entendido, temor a enterarse de que está enfermo o por estarse automedicando.

Sea cual sea la causa, no acudir al médico de forma rutinaria o atendiendo las señales del cuerpo, es un gran error.

Desde que nacemos, nuestro cuerpo empieza a envejecer, a presentar cambios a nivel celular, como lo es la Apoptosis que consiste en un proceso natural de muerte celular programada que el cuerpo utiliza para eliminar células innecesarias o anormales. Se trata de un tipo de muerte activa a lo largo de toda la vida que involucra la utilización de energía, actividad metabólica y, en ocasiones, síntesis proteica.

Es por eso que debemos estar vigilantes de los indicios que nuestro cuerpo manifiesta y asumir una actitud preventiva que nos permita gozar de buena salud y, en consecuencia, tener una mejor calidad de vida.

En muchas ocasiones he atendido pacientes que iniciaron con síntomas leves, los cuales no tomaron en cuenta, los minimizaron, se automedicaron, decretaron que no tenían nada, pero simple y sencillamente los dejaron avanzar.

Cuando escucho esas respuestas, les pregunto: Si vas por la carretera y te percatas de un ruido anormal en tu auto, ¿lo solucionas subiendo el volumen al equipo de sonido? Creo que no, porque sabes que ese ruido puede significar una descompostura que te pone en riesgo, o bien, si sigues avanzando el problema se complica y la reparación puede ser más costosa e incluso, en ocasiones, irreparable.

Y es que el cuerpo avisa. Nadie mejor que uno mismo conoce el funcionamiento de su cuerpo y se puede dar cuenta perfectamente que algo no está funcionando bien. sin embargo, al paso de unos días pudiera ocurrir que desaparecen las señales espontáneamente. Ante ello, no te distraigas pensando que ya pasó, que no fue nada y que todo está bien, por el contrario, mantente alerta y encuentra la causa de lo que te sucedió.

Pongo por ejemplo el caso de un paciente masculino que acude a consulta refiriéndome que, al momento de defecar, veía sangre en sus heces fecales, sin presencia de dolor o algún otro síntoma. Al preguntarle cuánto tiempo tenía con esta situación, me responde que hace más de 10 años y que no había acudido a consultar porque pensaba que era normal, además que como no le dolía, pues no dedicaba tiempo para recibir atención médica. Este caso finalizó en un cáncer de colon avanzado que desafortunadamente tuvo un desenlace fatal.

Haciendo un análisis de la enfermedad de este paciente, pensé que cómo podía ser posible creer que un sangrado del tubo digestivo bajo se considere normal. Si él hubiese acudido desde el inicio de los síntomas, probablemente seguiría vivo.

Cabe recordar que el cuerpo nos manda alertas, pero a veces las ignoramos o mal interpretamos, al pensar de manera coloquial que se trata de estrés, cansancio o falta de vitaminas.

El dolor en una de las alarmas más poderosas con las que el cuerpo cuenta y dependiendo de su intensidad es la prioridad con que nos indica acudir al médico.

Es muy común automedicarse con medicamentos para el dolor o en casos peores, incluso usar antibióticos por juzgar que son necesarios, pero esto es peligroso, ya que puede enmascarar síntomas y complicar las enfermedades.

Por eso es importante estar alertas ante la presencia de dolor, sobre todo cuando éste es persistente o poco controlable con analgésicos. Considerar que es normal o que se me va a pasar, es un pensamiento equivocado.

¿Te ha pasado que cuando sufres una herida en alguna parte del cuerpo, es justo ahí donde te golpeas nuevamente?

La explicación es que, al tener un área afectada, el cerebro tiene vigilancia estrecha de ese lugar y por tal motivo experimentas esa sensación de que ahí te vuelves a golpear ante cualquier roce o contacto.

Pero también existen enfermedades que no dan síntomas de ningún tipo y hasta en momentos de gravedad o de forma fortuita es que se hacen evidentes.

Un ejemplo de esto es la Hipertensión Arterial Sistémica, que consiste en la elevación de la presión arterial, la cual puede cursar por mucho tiempo asintomática, pero es en momentos de Crisis Hipertensiva que manifiesta dolor de cabeza, ruidos en los oídos y visión con luces brillantes. Una Crisis Hipertensiva que no se atiende, se convierte en una Urgencia Hipertensiva en donde ya se comprometen órganos como el cerebro, el corazón o los riñones. Esta urgencia puede llegar a ser mortal.

Más común es que, de forma asintomática, se curse con una elevación de la grasa en la sangre, enfermedad conocida como Dislipidemia y que se caracteriza por la elevación del Colesterol, Triglicéridos o ambos.

La Dislipidemia puede padecerse por largo período sin que se presente ningún síntoma, pero con el paso del tiempo, esta elevación de grasa en la sangre produce que dentro de las arterias se formen placas duras llamadas Ateromas que, al crecer gradualmente, aumentan el riesgo de sufrir infartos o embolias.

Los Ateromas reducen el calibre de las arterias, volviéndolas más rígidas y estrechas, lo que hace que cambie la morfología del vaso sanguíneo que, de ser liso, se convierte rugoso e irregular, como un camino pedregoso, que ocasiona que el paso de la sangre por estas arterias sea más complicado.

Si alguna placa de Ateroma se rompe y desprende, viaja a través del torrente sanguíneo hasta arterias más pequeñas, obstruyendo el paso y condicionando embolismos o taponamiento. Al no tenerse flujo de sangre, los músculos o tejidos sufren isquemias o infartos.

Como podemos darnos cuenta, es indispensable estar pendientes de las alertas de nuestro cuerpo y mejor aún, acudir de forma periódica a un chequeo médico, aunque pienses que estás sano.

Esta revisión médica se recomienda en los adultos a partir de los 25 años de edad, una vez al año. Consiste en el examen físico, análisis de laboratorio y estudios de gabinete acordes a tus factores hereditarios o de riesgo.

No ahorres en tu salud, por el contrario, invierte en ella. Tú eres el responsable de tu cuerpo, ¡cuídalo y previene!

 

Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México. 01 de Diciembre del 2024

 

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viernes, 1 de noviembre de 2024

MASCOTAS Y SALUD

En el tiempo actual, las mascotas se han vuelto una parte fundamental en muchas familias más aún los perros y gatos, al grado tal que se han convertido en sustitutos de los hijos en las personas que no los tienen, asignándoles coloquialmente el término de perrhijos o gathijos.

Cierto es que tener una mascota es disfrutar de muchos momentos de alegría y ratos divertidos, así como una excelente compañía e incluso asistencia en personas con capacidades diferentes.

También sirven como protección en los hogares o un motivo para salir a realizar ejercicio.

Sea cual fuere su función, es innegable que las mascotas se han convertido en un miembro importante en las familias actuales.

De igual manera requieren atención y cuidado como cualquier integrante de la familia. Tanto así que la atención médica de las mascotas puede ser más costosa que la de un ser humano.

Ahora bien, cuando no se cumplen estos cuidados en las mascotas, éstas pueden ser un detonante o propiciar enfermedades en los integrantes de la familia, situación que se denomina zoonosis.

Por ejemplo, los perros pueden ser agentes transmisores de enfermedades víricas, bacterianas, fúngicas, parasitarias e incluso venéreas.

Entre la virales podemos encontrar enfermedades como la rabia (que estaba erradicada en México, pero que después de 20 años, presentó un rebrote en nuestro país), gripe aviar, fiebre amarilla, ébola.

Asimismo, entre las bacterianas hallamos  la leptospirosis, brucelosis, borrielosis o enfermedad de Lyme (causada por garrapatas), salmonelosis, peste bubónica, tuberculosis, psitacosis, rickettsiosis (causadas por pulgas de gatos y ratas).

De las enfermedades parasitarias que se pueden contagiar a los humanos, se pueden encontrar Sarna sarcóptica (que es diferente a la sarna humana o escabiosis), toxoplasmosis, leishmaniosis, hidatidosis, anisakiasis, triquinosis, enfermedades gastrointestinales de tipo protozoarias así como lombrices e incluso una lombriz cutánea que se llama larva migrans muy común en destinos de playa y lugares con climas cálidos y húmedos.

Como podremos observar, las mascotas pueden transmitir una gran cantidad de enfermedades a los humanos. También son detonantes de alergias y crisis de enfermedades como el asma, rinitis, dermatitis.

Es por eso de vital importancia, cuando se tiene una mascota, llevarla a atención veterinaria con la finalidad de mantener vigentes sus esquemas de vacunación, desparasitación y prevención de enfermedades.

Hay casos en los cuales, las mascotas se enferman y los dueños les dan medicinas para humanos, pero esto es incorrecto, ya que las dosis no son las mismas y no causan efecto, complicando a la mascota y exponiendo de contagio a los que cohabitan con ella.

La responsabilidad en su cuidado y atención es primordial.

En varias ocasiones, el lugar en donde salgo a hacer ejercicio, está lleno de personas que sacan a sus mascotas a realizar sus necesidades fisiológicas y ejercicio y existe una cultura de recoger las heces fecales, cultura preventiva que nos protege a todos. Sin embargo, también es común ver heces fecales al aire libre en las vías de hacer ejercicio, heces fecales que permanecen ahí por tiempo y que con el paso de la gente, pueden ser pisadas o entrar en contacto con las ruedas de bicicletas, monopatines, patinetas e incluso sillas de ruedas, impregnándose en las gomas para luego ser llevadas a las casas.

¿Se imaginan como quedan las manos de una persona en silla de ruedas al entrar en contacto con una goma o llanta contaminada con heces fecales? No es justo ni correcto. El dejar las heces fecales de tus mascotas al aire libre, sin recogerlas, es un verdadero atentado a la salud de todos.

No se debe llevar a las mascotas a lugares en donde existen áreas de juego infantil, pues aunque el excremento se recoja, siempre quedan pequeños fragmentos del mismo que pueden contener larva migrans y los niños al jugar, caerse, andar sin zapatos en esos sitios, están sujetos a contagios de esté parásito. Y en está ciudad en donde desarrollo mi ejercicio profesional, he visto gran cantidad de enfermos por larva migrans cutánea que no necesariamente se contagiaron en la playa.

Es importante tener en cuenta, que las mascotas son eso, mascotas, no juguetes, por lo que es inadecuado estar en contacto con la saliva o fluidos de los animales.

Muy común es recibir lamidas de los perros en la cara o manos, pero ¿has visto a un perro lavarse la boca o los dientes?

Con respecto a las niñas, corren más peligro cuando sus mascotas son gatos. Esto es debido a que los gatos reciben menos atención médica que los perros, no siempre son desparasitados y al ser libres, comen lo que se encuentren de manera que su alimentación no es del todo controlada, lo que favorece que tengan un parasito que se llama Toxoplasma Gondii. En la infancia, las niñas puede que no presenten ningún tipo de síntoma de esta enfermedad, pero con el paso de los años, la imposibilidad para embarazarse o tener abortos repetitivos, les hace descubrir que están contagiadas de Toxoplamosis. 

En los casos de asma y rinitis alérgicas de mal control, con crisis repetitivas, es un común denominador la presencia de mascotas con pelo o plumas. Es por tal motivo que se indica que no exista contacto con ellas a fin de mejorar la sintomatología de los enfermos.

Como podemos ver, las mascotas significan una gran alegría, pero también una gran responsabilidad, con ellas y con las personas con las que cohabitamos.

Evitamos enfermedades que son completamente prevenibles. Cuidado correctamente a las mascotas, siendo responsables con ellas, cuidamos de nuestra salud y la salud de las personas que nos rodean

 

Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México. 01 de Octubre del 2024

 

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martes, 1 de octubre de 2024

TOSFERINA

Una nueva enfermedad reemergente se cierne sobre nosotros: TOSFERINA o Tos Ferina (Pertusis), como se le conoce en otros países. 

Lo grave de esto, además de lo mortal que puede ser, es que la TOSFERINA es una enfermedad que se había erradicado de nuestro país, pero ahora regresa y nos pone en peligro. 

En estos momentos México presenta un rebrote de la enfermedad y Quintana Roo se encuentra en el 6to lugar nacional en el número de casos.  

¿Qué es la TOSFERINA?  

Es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa, causada por la bacteria BORDETELLA PERTUSSIS, que se localiza en las vías aéreas superiores donde libera una toxina que es causante de los síntomas.  

Afecta únicamente a los seres humanos de cualquier edad y en los bebés puede provocar discapacidad permanente e incluso la muerte; se observa con mayor frecuencia en niños menores de 12 años, pero mayores de 3 meses, especialmente en los niños que no han completado el esquema de vacunación y en los adolescentes y adultos que han perdido la inmunidad.  

Se contagia con suma facilidad y deja inmunidad, aunque no vitalicia, o sea que no dura hasta el final de la vida de las personas en algunos casos. 

Esta enfermedad se caracteriza por tos ocasional que poco a poco se vuelve más severa.  

Se divide en dos fases: Período Catarral y Período de Tos Paroxística o Tos Pertusoide.  

En el Período Catarral el contagio surge cuando se tiene contacto con secreciones de las vías respiratorias de una persona infectada, que se debe a la acción directa de la bacteria en el epitelio respiratorio y dura aproximadamente 1 semana. Se presentan síntomas de un resfriado común como secreción nasal, fiebre.  

El Período de Tos Paroxística se presenta aproximadamente entre una y dos semanas después y se caracteriza por tos en accesos, con silbido inspiratorio durante la tos y posterior a ella, expectoración o vómito que puede durar de 3 a 6 semanas. Posterior a este evento puede quedar memoria tusígena que se caracteriza por tos ante algún estímulo como lo es el hablar, correr o reírse. Esta última tos, tiene características de Tosferina o pertusoide.  

Pueden aparecer de forma rara, complicaciones como asfixia, apneas (periodos sin poder respirar), atelectasias que es una condición que se presenta cuando el pulmón no se expande o se infla completamente, hipoxia (trastorno que se produce cuando los órganos y tejidos reciben un suministro insuficiente de oxígeno), encefalitis, hemorragia intracraneal y bronquiectasias residuales. Cabe hacer mención que estás últimas complicaciones descritas son más frecuentes en lactantes.  

El diagnóstico definitivo se realiza mediante un cultivo de secreciones o un exudado nasofaríngeo.  

Es importante no caer en pánico, pues existen enfermedades con características similares a la TOSFERINA, como lo son neumonitis vírica, bronquitis obstructiva, compresiones traqueales por algún tumor, mucoviscidosis o incluso presencia de cuerpos extraños en las vías respiratorias. Algunos virus pueden causar tos pertusoide. Entre ellos encontramos adenovirus, citomegalovirus, virus sincitial respiratorio, enterovirus y virus parainfluenza.  En casos raros, la Influenza y el Covid en su etapa aguda pueden presentar tos pertusoide y el Síndrome PostCovid puede ocasionar un cuadro tusígeno persistente parecido al de la tosferina.  

Sin embargo, corresponde al médico hacer un diagnóstico de la enfermedad después de realizar una semiología de los síntomas, un exhaustivo examen físico y la elaboración de estudios de laboratorio y gabinete que permitan confirmar la sospecha diagnóstica.  

El tratamiento va enfocado a mejorar los síntomas y después de la conclusión diagnóstica, a erradicar la bacteria causante.  

La tos ferina se trata principalmente con antibióticos, como la azitromicina, eritromicina o claritromicina, medicamentos que pertenecen al grupo de los macrólidos.  

Así mismo, se emplean analgésicos, broncodilatadores y adrenérgicos. En los casos graves se pueden usar corticoesteroides. NO SE DEBEN UTILIZAR MUCOLITICOS, EXPECTORANTES O ANTITUSÍGENOS. Evite automedicarse con jarabes para la tos.  

Es importante el aislamiento del paciente, el uso de cubrebocas tipo quirúrgico KN95, lavado de manos, incremento de medidas de higiene, el uso de utensilios de comida desechables o el aseo meticuloso con desinfección de los mismos.  

Debemos tener en cuanta dos factores importantes: No dar antibióticos ante cualquier proceso respiratorio a fin de no crear resistencia. En niños menores de 5 años de edad, el porcentaje de enfermedades respiratorias virales es de 80 a 90 por ciento, por lo que no es necesario el uso de antibióticos.  

Los antibióticos son para uso exclusivo de los médicos por lo que los pacientes no se deben AUTOMEDICAR.  

Doy la recomendación de que, si a tu hijo menor de 5 años con enfermedad respiratoria el médico le otorga antibióticos, le pidas te explique de que bacteria está sospechando y si existe un diagnóstico diferencial que se deba tomar en cuenta. Es un derecho de los pacientes recibir información clara y precisa sobre su enfermedad, por lo que el médico está obligado a responder a sus preguntas en cuestiones de salud.  

Necesario es recalcar la importancia de la vacunación por lo que los niños menores de 5 años deben contar con su esquema de vacunas completo.  

En México, la vacuna contra la tosferina se aplica a los niños de acuerdo con el siguiente esquema: La Pentavalente Acelular (que incluye la vacuna contra esta enfermedad) se aplica a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad y La DPT (Difteria, Tosferina y Tétanos) se aplica como refuerzo a los 4 años de edad.  

Es importante conocer esta información y difundirla, a fin de no minimizar las enfermedades respiratorias, pensando que se trata de una simple gripe o resfriado. El conocer esta información nos ayuda para acudir de forma oportuna al médico y detener esta cadena de contagios que nos pone en peligro a todos.  

Cuidándote y atendiéndote, cuidas a los demás.

 

 Dr. Carlos P. Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Q, Roo, México a 01 de Octubre del 2024


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Bibliografía:

 1.    TOSFERINA.SECRETARIA DE SALUD MEXICO. 

 2.    TOSFERINA. MAYO CLINIC 

 3.    TOSFERINA. CLÍNICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA. ESPAÑA

4.  TOSFERINA. El Manual de Medicina de Masson. Universidad Autónoma de Barcelona




domingo, 1 de septiembre de 2024

MPOX: VIRUELA SIMICA

A mediados del 2022 inició una nueva amenaza epidemiológica en el mundo: La Viruela Símica o Viruela del Mono, enfermedad que se vino a sumar al Covid-19, que tanto estrago causó con su aparición.

En agosto de ese mismo año publiqué un artículo relacionado con este tema: VIRUELA DEL MONO con información vigente hasta la fecha actual.

Como ciudadanos en riesgo ¿Qué debemos saber de esta enfermedad?

Pues antes que nada debemos saber que su origen es causado por un virus (Orthopoxvirus de la familia Poxviridae) por lo que no existe un medicamento que la pueda detener cuando se hace presente. De hecho, por ser una enfermedad viral, los antibióticos no sirven de nada y el tratamiento otorgado sirve para minimizar los síntomas o las complicaciones que se presenten.

La enfermedad tiene una duración de 2 a 4 semanas desde su etapa inicial y se divide en dos períodos: Prodrómico y de Erupción cutánea.

El período prodrómico tiene una duración de 1 a 5 días con los siguientes síntomas:

-Fiebre
-Cefalea intensa (Dolor de cabeza)
-Adenopatías (Ganglios inflamados) predominantes en cuello, axilas y región inguinal
-Cansancio extremo (Síndrome asténico)
-Mialgias y artralgias (Dolores musculares y articulares) de predominio en la espalda baja)

Es importante hacer notar que estos síntomas son similares a los que se presentan en la mayoría de las enfermedades virales como lo es el Dengue.

El período de erupción cutánea se presenta alrededor del primer al tercer día del inicio de la fiebre y se caracteriza por lesiones de la piel que evolucionan de la siguiente forma:

-Máculas
-Pápulas
-Vesículas
-Costra

Como podremos observar, los síntomas son muy parecidos a los de la varicela por lo que es importante acudir a un centro de salud a fin de realizarse un estudio de laboratorio que perita descartar o confirmar MPOX a la brevedad posible con la finalidad de tomar las medidas preventivas de aislamiento pertinentes.

La severidad de los síntomas y las complicaciones de esta enfermedad van a depender del estado inmunológico del paciente, por lo que los pacientes con VIH, Diabéticos, con Cáncer, con enfermedades inmunológicas tienen mas riesgo. Y es que debemos saber que las lesiones que causa la viruela símica, no sólo son las visibles al exterior del cuerpo, sino que durante este proceso de enfermedad existe procesos inflamatorios agudos de los órganos internos como lo son el corazón, el cerebro, pulmones, inflamación que puede favorecer la sobre infección con otros agentes oportunistas como los bacterianos o micóticos.

¿Cómo se contagia?

Se contagia por contacto íntimo o muy cercano con otra persona enferma a través de fluidos corporales como son saliva, sangre o semen. Las mujeres embarazadas pueden infectar a sus bebés a través de la placenta.

Así mismo, la ropa, utensilios u objetos contaminados, pueden ser una fuente de contagio.

¿Cuál es el tratamiento?

Básicamente sintomático. Se utilizan analgésicos para disminuir la fiebre y el dolor, antihistamínicos para la comezón y secantes para la piel en la etapa de cicatrización.

Acorde a la complicación que presente cada paciente, se utilizará la terapéutica respectiva inherente a la patología sobreagregada.

¿Cuáles son las medidas preventivas indispensables?

-Acudir al médico de manera inmediata ante la aparición de síntomas.
-Evitar la automedicación.
-Uso de cubrebocas, el cual debe ser de tipo KN-95 de forma preferente.
-Cubrir la nariz y boca con la parte interna del codo al momento de estornudar o toser.
-Evitar compartir alimentos, bebidas, cubiertos y platos.
-Limpiar y desinfectar las superficies contaminadas.
-Lavar con agua tibia y detergente la ropa, toallas y sabanas de la persona enferma y utensilios para comer.

La prevención en el avance de esta enfermedad es tarea de todos, por lo que es de vital importancia un diagnóstico que permita tomar las medidas epidemiológicas pertinentes.

Es necesario también no caer en pánico y estar atentos. La desinformación es una de las principales causas de complicación y propagación de la misma.

Deja tu salud en manos de los experto.

 
Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar
 
Cancún, Quintana Roo, México. 01 de Septiembre del 2024
 
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Bibliografía:
 
Viruela del Mono