ONICOMICOSIS Y TIÑA PEDIS: Hongos en los pies
Llega
Don Juan a mi consultorio por un fuerte dolor de garganta y durante el
desarrollo de la consulta observa un cuadro ilustrativo colgado en la pared
sobre los hongos en las uñas y me dice: “Así están mis uñas, pero yo pensaba
que era normal que por la edad se pusieran de esa forma”
Una
causa poco común de consulta es la enfermedad de los pies causada por los
hongos, también conocida como micosis. Y esto sucede porque el paciente no le
da la importancia debida a esta patología al desconocer de qué se trata. Generalmente,
se aplican muchos remedios caseros antes de acudir a un médico. Cuando el
paciente consulta, ya el mal se encuentra avanzado y en algunas ocasiones
complicado.
Dos
enfermedades de los pies que causan los hongos son la onicomicosis (hongos de
las uñas) y la tiña del pie, causadas por dermatofitos que se encuentran en el
suelo o en animales como los perros. Dichos hongos son afines a la humedad, es
por eso que la modernidad ha condicionado que la onicomicosis y la tiña del pie
tengan un muy alto porcentaje de presencia en la población adulta, sobre todo
en aquella que por necesidad usa calzado todo el día, de zapatos de plástico o
muy cerrados.
Las
personas que padecen tiña del pie (conocida también como hongos de los pies,
micosis plantar o interdigital, tinnea pedis, etc.) acuden a la consulta por
tener lesiones dolorosas cuando la enfermedad ya se ha complicado. En últimas
fechas se anuncian en la televisión medicamentos que con una sola dosis
prometen acabar con el problema, pero la mayoría de las veces fracasan. Un
síntoma característico de esta enfermedad es la fetidez (mal olor de los pies)
también conocido como pie de atleta. Este mal olor infructuosamente se trata de
combatir con talcos y desodorantes. Otros signos comunes son la descamación de
la planta del pie, la maceración de la piel interdigital, la presencia de
vesículas dolorosas (burbujas de agua),
la comezón, entre otros. Algunas personas tienen la creencia de que las
lesiones que se presentan en la tiña pedis son causadas por ácido úrico. Este
concepto es erróneo, pues la hiperuricemia (nombre que se le da a la elevación
del ácido úrico en la sangre) tiene síntomas diferentes.
La
onicomicosis tiene menos suerte, porque el paciente no le toma importancia y la
deja avanzar hasta complicarse e incluso, aprende a vivir con ella. Como
médico, es impresionante ver a personas que tienen destruidas casi todas las
uñas de los pies sin que se preocupen por esto.
En
su etapa inicial, la onicomicosis es una enfermedad que condiciona que la uña
sufra cambios en su textura y coloración, volviéndose reseca, áspera,
irregular, estriada, deforme, fracturándose o desprendiéndose parcialmente de
su lecho (lecho ungueal). El paciente piensa que limándose esta uña,
cortándosela lo más posible o incluso arrancándola ya solucionó el problema. Pero,
¡sorpresa: al salir la nueva uña tiene las mismas características que la que se
retiró! Otro error muy común es aplicar cremas a la uña. Esto no sirve de nada,
pues la crema no es capaz de penetrar hasta donde se encuentra el proceso
patológico. Este padecimiento se puede encontrar tanto en las manos como en los
pies, aunque es más común en estos últimos.
La
diabetes mellitus es una de las patologías que se encuentra altamente asociada
a la presencia y persistencia de onicomicosis. Por eso a fin de descartar esta
y otras enfermedades o complicaciones en los pacientes diabéticos es obligado
revisar los pies en cada consulta. También la pueden padecer personas con
defensas bajas (inmunocomprometidos), con uso crónico de corticoides
(cortisonas) o que estén cursando por alguna enfermedad grave.
Como
puse de ejemplo al principio de este documente, los adultos mayores confunden
la onicomicosis con el envejecimiento de las uñas, lo que hace que vean esta
enfermedad como un proceso normal.
¿Qué
es lo que debemos hacer si notamos en nuestros pies la presencia de alguno de
estos cambios?
·
Primero y antes que
nada, no automedicarse y acudir con el médico de confianza.
·
Estás enfermedades
son contagiosas, por lo que no se recomienda calzado de uso común (como en el
boliche) o utilizar calzado ajeno.
·
El andar descalzo en
áreas contaminadas incrementa el riesgo de contagio (parques en donde paseen
perros, piscinas, baños públicos, gimnasios, etcétera).
·
Mantener secos los
pies, utilizando calzado de piel preferentemente, con cambio frecuente de
calcetines si se requiere estar calzado por mucho tiempo. El uso de talcos
puede ser una buena estrategia para mantener seco el pie.
·
Preferentemente tener
2 pares de calzado e irlos alternando. De igual forma, exponer los zapatos al
sol cuando no los uses, con la finalidad de que estén completamente secos y
eliminar así la humedad.
·
No te apliques
sustancias irritantes en las lesiones, ni drenes o rompas las vesículas
(burbujas de agua) que se formen.
·
Ten la costumbre de
dedicar unos minutos al día a tus pies, obsérvalos e identifica de forma precoz
algún cambio en la coloración o la textura.
·
Recuerda que los
perros pueden ser una causa de contagio para micosis.
·
Cuando acudas al
médico, evita tener esmalte en las uñas con la finalidad de que se pueda
realizar una mejor exploración de las mismas.
Los
pies son los encargados de moverte por el mundo. Cuídalos y mantenlos sanos.
Dr.
Carlos Baquedano Villegas