martes, 5 de abril de 2011

¿CIEGO YO?

Paseaba por un centro comercial cuando empecé a notar algo extraño en la gente que caminaba a mí alrededor:

Una gran cantidad de personas deambulaban con la cabeza inclinada y manteniendo la mirada fija en sus teléfonos celulares.

El avance de la tecnología ha permitido que el otrora aparato inventado para transmitir voz, ahora sea capaz de enviar mensajes de texto, multimedia y conexión a internet.

Maravilloso ¿verdad? Sin embargo la modernidad tiene un costo, pues el permanecer largo tiempo frente al celular condiciona la pérdida temprana o el deterioro precoz de la agudeza visual.

Efectivamente, la adicción que causa el uso y abuso de los llamados Smartphone (esta adicción se conoce como “Adicción Crackberry”) condiciona que mucha gente que gozaba de buena salud visual, sufra irritación de la vista, ojos rojos, visión nublada, resequedad, presencia de carnosidad (pterigión) e incluso ametropía (disminución de la agudeza visual). Peor aún las personas que sufren de alguna patología visual y que utilizan lentes para corrección de la vista, con el uso prolongado de los Smartphone aceleran su proceso de disminución visual.

Sin embargo, los Smartphone no son los únicos culpables de esta pérdida de la visión. Las computadoras tipo Notebook, las Ipad, los monitores pequeños y colocados a una distancia inadecuada del ángulo visual colaboran también en la disminución de la visión. Y qué decir de los videojuegos portátiles, los reproductores de video Mp-4 y DVD’s portátiles en los cuales el usuario tiene casi pegado el monitor a los ojos para poder distinguir claramente.

De ninguna forma puedo estar en contra de la modernidad, ya que al igual que mucha gente, también soy prisionero del avance tecnológico. Sin embargo debemos buscar el punto intermedio y no abusar de la tecnología. Les puedo dar como ejemplo, que hay personas que tienen un equipo de cómputo en su domicilio del tipo PC, sin embargo prefieren utilizar su Smartphone para revisar sus cuentas de correo electrónico o su acceso a las redes sociales. ¿No sería más adecuado utilizar el equipo de cómputo PC con una pantalla más grande que estar forzando la vista con un aparato más pequeño?

Según un estudio del Centro Médico Universidad Sergio Arboleda de Bogotá Colombia, "una persona que utiliza el PC ejecuta entre 12 mil y 33 mil movimientos de cabeza y ojos, las pupilas reaccionan de cuatro mil a 17 mil veces y además se suelen ejecutar unas 30 mil pulsaciones de teclado".

Otro error muy común que tienen los usuarios de estos aparatos electrónicos, es utilizarlos en un cuarto oscuro, lo que condiciona que la luminosidad de la pantalla se incremente, provocando así un daño mayor a la visión.

Sucede un fenómeno muy común: El último en darse cuenta que tiene problemas de la visión es el paciente. Cuando se da cuenta de que tiene limitaciones con la vista, empieza a buscar mil pretextos para justificar la pérdida de visión como cansancio, luminosidad excesiva, etc. Sin embargo, sigue así practicando sus mismos hábitos para ver mejor. Cuando decide acudir al médico y se le gradúan lentes, tiene que pasar por un proceso de adiestramiento y adaptación para su uso, pero en muchas ocasiones se resiste a utilizarlos, pasando tiempo valioso que solo condiciona mayor deterioro visual.

Y no solo la visión se afecta con el uso de los equipos electrónicos mencionados: Existen dolores cervicales o cervicalgias frecuentes (dolores de cuello) causados por la flexión forzada o posiciones inadecuadas, así como tendinitis de la muñeca, síndrome del túnel del carpo, quistes sinoviales, lesiones tendinosas de los dedos pulgares que en casos extremos pueden condicionar la parálisis de los mismos, lumbalgias o dolores de espalda por mala posición, así como sordera con el uso de audífonos.

Revisando artículos en la red me encontré con nuevas “patologías tecnológicas” que no tuve la oportunidad de conocer en mis estudios universitarios o de postgrado. A continuación les doy a conocer algunos de los males tecnológicos:

*Síndrome de la vibración fantasma: Si siente que el celular le vibra pero no es así. Este síndrome es comparado con la sensación que tiene una persona a quien le amputan miembro y que posterior a la amputación todavía lo siente.

*Postura del portátil: Serios daños en la parte baja de la espalda, dolor muscular y óseo pueden ser provocados por malas posiciones al sentarse, especialmente durante el uso de computadores portátiles.

*Adicción ‘Crackberry’: Alude al uso exagerado de los BlackBerry o Smartphone. La adicción se manifiesta con la necesidad continua de revisar a cada rato la cuenta de correo o los mensajes. El adicto siente la necesidad de tener el Smartphone a la mano, observarlo constantemente para revisar los mensajes y estar pendiente de los sonidos que emite el aparato, no importando que se encuentre haciendo: Caminando, comiendo, acostado o incluso manejando.

*Tensión ocular: La tensión ocular y la resequedad de los ojos son producidos por mirar fija y continuamente una pantalla. Esto conlleva a la disminución gradual de la agudeza visual o a la aparición del síndrome de ojo rojo o incluso, al pterigión o carnosidad.

*Mal del Ipod: Aunque no es un mal provocado exclusivamente por este reproductor de audio, tiene fama de dejar sordos a varios usuarios que al escuchar música a un volumen elevado termina afectando la audición.

*Tendinitis de los dedos de la mano o Pulgar del BlackBerry: Por lo general se asocia al dedo pulgar derecho, ya que es uno de los dedos más utilizados de forma repetitiva para escribir textos o uso de dispositivos de los Smartphone.

*Nintendonitis, síndrome del túnel metacarpiano y muchos otros problemas son causados por el abuso en el uso de videojuegos y así como computadoras y ratones que se ha extendido con la penetración de las innovaciones tecnológicas.

Por todo lo anterior, podemos decir que así como la tecnología ha venido a facilitarnos la vida, de igual forma ha traído consigo una variedad de nuevas enfermedades, que limitan a la gente en edad productiva, con el consecuente deterioro de su economía familiar y de su salud.

Hagamos conciencia, todo exceso es malo. Aprendamos a utilizar la tecnología en nuestro beneficio y no como un factor de riesgo para enfermedades nuevas.

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas



Bibliografía:





Cancún, Quintana Roo, México. Abril del 2011