sábado, 1 de marzo de 2014

Dolor de Cabeza


Uno de los principales dolores de cabeza de nosotros los médicos es el dolor de cabeza de nuestros pacientes, debido a que es de los diagnósticos más complejos de establecer. Lo importante no es quitar el dolor, sino, descubrir cuál es la causa del mismo.

Cuando el paciente llega a mi consultorio refiriendo dolor de cabeza, por mi mente empiezan a cruzar muchos diagnósticos diferentes, los cuales intento enlazar a los síntomas que el paciente manifiesta al interrogatorio.

El dolor de cabeza o CEFALEA, es un malestar muy común en las personas. En algún momento de nuestra vida, todos hemos tenido este problema a cualquier edad. Es una de las causas más comunes de consulta, de automedicación y de ausencia laboral.

Las cefaleas se dividen en primarias y secundarias. Las primarias son aquellas en las que el dolor de cabeza representa la enfermedad por sí misma y no existe ninguna otra patología que la esté condicionando. A diferencia de las secundarias, las cuales son consecuencia de una enfermedad que tiene como síntoma principal la cefalea.

Junto con la cefalea, pueden aparecer otros síntomas que el paciente debe tener en cuenta para considerar que no se trata de algo sencillo, como lo son el tinnitus o acufenos (escuchar grillos o ruidos), fosfenos (ver luces brillantes), amaurosis (oscurecimiento de la visión), sonofobia (intolerancia a los sonidos), fotofobia (intolerancia a la luz), náuseas, vómitos, insomnio, duración prolongada del dolor o periodos continuos constantes, desvanecimiento, sensación de opresión en la cabeza o sentir que algo va a estallar por dentro, aumento en la intensidad del dolor. El percibir uno o más de estos síntomas junto con el dolor de cabeza, son señal de que se debe acudir de forma inmediata al médico.

En más de una ocasión he escuchado a las personas decir que padecen de migraña o cefalea tensional, sin embargo, no sólo son estas dos patologías las causantes de dolor de cabeza.

Puedo  mencionar muchas enfermedades que causan cefalea: crisis hipertensivas, salmonelosis, problemas de la visión (miopía, astigmatismo, ametropía), deshidrataciones, exposición prolongada al sol, síndrome de abstinencia alcohólica (mejor conocido como resaca o cruda), neuritis de nervios craneales (trigémino o facial), conjuntivitis, dengue, influenza, resfriado, otitis, meningitis, tumores cerebrales y muchos otros que pueden hacer esta lista interminable. Sin embargo, lo primero que atinan hacer las personas cuando tienen dolor de cabeza es tomarse inmediatamente un analgésico, aunque no siempre ésta sea la conducta más adecuada.

La importancia de diagnosticar si los dolores de cabeza son primarios o secundarios, radica en la forma como el médico abordará el tratamiento al paciente.

A continuación les describo las características de una de las cefaleas más comunes: la migraña.

En este tipo de dolor de cabeza se pueden presentar síntomas como náuseas, vómitos, intolerancia a la luz, a los olores o al ruido. En muchas personas, se siente un dolor pulsátil únicamente en un lado de la cabeza o de tipo hemicraneal. Todo lo anterior, condiciona que el paciente se vuelva irritable y con la necesidad de aislarse.

Como la literatura lo describe, algunas personas que padecen migraña tienen síntomas o sensaciones que son muy variadas y particulares en cada caso, las cuales se presentan antes de que inicie el dolor agudo. Este estado físico que experimenta la persona, se conoce como AURA. Es una advertencia de que se va a presentar un dolor de cabeza terrible. En estos momentos es cuando el paciente refiere la clásica expresión de YA ME VA A DAR MI DOLOR, pues identifica plenamente esta condición.

La intensidad del dolor en este tipo de cefaleas va a depender del umbral de dolor  de cada individuo, llegando incluso a ser en algunas personas de tipo incapacitante.

Algunos alimentos, sustancias y situaciones pueden detonar la aparición de la migraña, como son: abstinencia de la cafeína (cuando el enfermo está habituado a tomar frecuentemente esta sustancia en cualquiera de los alimentos que lo contengan); cambios en los niveles hormonales durante el ciclo menstrual de las mujeres o con el uso de píldoras anticonceptivas; cambios en los patrones del sueño (como aquellas personas que trabajan en turnos cambiantes o alternados); ejercicio u otro estrés físico; no comer a las horas u omitir alimentos; fumar o estar cerca de personas fumando; cualquier alimento procesado, fermentado, adobado o marinado, al igual que los alimentos que contengan glutamato monosódico (GMS, el cual debe encontrarse descrito en la etiqueta de los alimentos empaquetados), productos horneados, chocolate, nueces, mantequilla de maní y lácteos, alimentos que contengan tiramina como el vino rojo, el queso curado, el pescado ahumado, los hígados de pollo, los higos, algunas legumbres como las cebollas y frutas como el aguacate, plátano o cítricos, carnes que contengan nitratos (como el tocino, los perros calientes, el salami, las carnes curadas).

Como podemos observar, la migraña es multifactorial y los síntomas dependen del individuo y pueden ir de lo más leve hasta condicionar una incapacidad laboral o de vida.

En la actualidad, los médicos utilizan medicamentos que sirven para las epilepsias, con excelentes resultados, pues evitan la aparición de los cuadros agudos de migraña. Existe otro grupo de medicamentos los cuales ayudan a contrarrestar estos eventos agudos, pero recomiendo que sean prescritos por los expertos de salud.

Los medicamentos más comunes para contrarrestar el dolor de cabeza son los llamados AINES (Anti-Inflamatorios No Esteroides) como el ácido acetil salicílico (Aspirina®), el paracetamol, ketorolaco, ibuprofeno, entre otros e incluso pueden venir combinados con cafeína. De todos los AINES, el mejor es el que le hace efecto al paciente, ya cada uno responde de forma diferente.

Es muy importante que no minimices tu dolor de cabeza, por lo que debes acudir al médico a fin de que te realice una revisión integral y te pueda diagnosticar si tu cefalea es primaria o secundaria y en base a esto otorgarte la terapéutica más adecuada.

Evita meterte a los buscadores de internet, pues existe tanta información de todo tipo, que ya no sabrás si sólo tienes un simple dolor de cabeza o un tumor cerebral. Por experiencia profesional, te puedo decir que lo único que ganarás es un estado de ansiedad.

Atiéndete con personal calificado. No te automediques o autodiagnostiques, ni gastes en estudios innecesarios. Deja ese trabajo en manos de tu médico.

Haciendo todo lo anterior, te aseguro que te evitarás muchos dolores de cabeza.

 

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas

Cancún, Q. Roo. México. Marzo del 2014.

 
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