domingo, 1 de diciembre de 2019

INCAPACIDAD LABORAL

Conocer acerca de los certificados de incapacidad, así como sus beneficios, es un derecho y una obligación de los trabajadores en México, ya que su economía y el bienestar de su familia dependen de esto, por tal motivo el tema que abordaré en esta ocasión va relacionado con un área de salud conocida en el Instituto Mexicano del Seguro Social como Prestaciones Económicas.

En ocasiones, cuando los trabajadores se enferman aguantan el malestar  lo más que pueden con tal de no perder días de trabajo, sueldo, compensaciones económicas, bonos de productividad o propinas. Sin embargo, al no trabajar al cien por ciento en sus condiciones físicas, se exponen a sufrir complicaciones u otro tipo de accidentes poniéndose en peligro al igual que a sus compañeros de trabajo o a las personas que interactúan con ellos.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS por sus siglas) a través de su Reglamento de Prestaciones Económicas refiere lo siguiente en su Artículo 137: Se considera incapacidad temporal para el trabajo, la pérdida de facultades o aptitudes físicas o mentales que imposibilitan parcial o totalmente al asegurado para desempeñar su actividad laboral habitual por algún tiempo.

Cuando un trabajador cumple con estas condiciones, debe recibir un certificado de incapacidad laboral que le dispense de hacer su trabajo para evitar faltas que le puedan poner en riesgo de ser despedido así como para recuperarse de la patología que padece.
Veamos el siguiente ejemplo: un paciente llega a consulta por presentar un herpes labial (fuego labial) por lo que recibirá incapacidad si su trabajo es de trompetista, saxofonista o que utilice algún otro tipo de instrumento o equipo con la boca, pero si el trabajo del paciente consiste en limpieza, no tendrá impedimento para desarrollarlo por lo que no ameritará incapacidad por un herpes labial.

Los días de incapacidad dependerán de la condición del paciente y el criterio del médico tratante. Este criterio está basado en la historia natural de la enfermedad, su evolución, así como un catálogo de días probables de recuperación con el que los médicos cuentan.

Es importante saber que los trabajadores no reciben incapacidad únicamente por acudir a consulta o a realizarse estudios. Es por esto que no se otorga incapacidad como un justificante de consulta o atención.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social existen varios tipos de incapacidad: por Enfermedad General, Maternidad, Enfermedad de Trabajo y Accidente de Trabajo o de Trayecto (inicialmente registradas como Probable Accidente de Trabajo o Probable Accidente de Trayecto al Trabajo según sea el caso).

A continuación, describiré las ramas de incapacidad laboral del Instituto Mexicano del Seguro Social previamente mencionadas.

INCAPACIDAD POR ENFERMEDAD GENERAL


Es la incapacidad que se otorga al paciente trabajador por cualquier enfermedad que no esté relacionada con el trabajo, siempre y cuando reúna los criterios que marca el artículo 137 del Reglamento de Prestaciones Médicas (RPM) del IMSS vigente (ya previamente mencionado).

En los servicio de urgencias de los hospitales y en los de atención médica continua de las Unidades de Medicina Familiar, se otorgan de 1 a 3 días de incapacidad inicial (en éstos servicios, por reglamentación no se pueden otorgar incapacidades subsecuentes o de continuidad). En los servicios de consulta externa de Medicina Familiar y Hospital se expiden de 1 a 28 días de incapacidad, de forma inicial o subsecuente.

Como parte de las prestaciones sociales que otorga el Instituto Mexicano del Seguro Social, se subsidia la incapacidad al derechohabiente, otorgándose un pago monetario por la misma. En el caso del certificado de incapacidad por Enfermedad General, se paga un 60% del sueldo del trabajador registrado ante el IMSS, a partir del cuarto día de incapacidad.

Hagamos el siguiente ejemplo: Si un trabajador gana $100.00 por día y recibe una incapacidad de 7 días por Enfermedad General, el trabajador recibirá por parte el IMSS un total de $240.00 el cual se desglosa de $60.00 por día de 4 días subsidiados. Los 3 días iniciales no se pagan por el IMSS, estos quedan a cargo de la empresa, quien de acuerdo al contrato firmado con el trabajador, podrá o no pagarlos.

Por ello, cabe enfatizar la importancia de que los trabajadores al momento de firmar un contrato laboral con una empresa, verifiquen que se les inscriba en el IMSS con su sueldo real, pues al registrarlos con un sueldo inferior, el subsidio que se recibe será de menor cantidad, además de afectarle en otras prestaciones sociales como el INFONAVIT.

INCAPACIDAD POR MATERNIDAD


Este certificado de incapacidad se expide a las trabajadoras embarazadas al momento de cumplir 34 semanas hasta antes de las 40 semanas de gestación. Esta incapacidad tiene una duración de 84 días naturales (incluyen días festivos e inhábiles).

El certificado de incapacidad por maternidad se paga al 100% del sueldo registrado ante el IMSS, siempre y cuando se hayan cotizado 30 semanas en los 12 meses anteriores a la fecha que inicia la incapacidad.

Para poder recibir la incapacidad, basta con acudir a UNA CONSULTA en Medicina Familiar, ya que no se necesita una cantidad determinada de atenciones para obtenerla.

INCAPACIDAD POR PROBABLE RIESGO DE TRABAJO


Es la incapacidad que se otorga a los trabajadores que han sufrido accidentes durante el desarrollo de sus labores, ya sea dentro de las instalaciones del centro de trabajo,  o bien,  fuera de ellas si así se requiere realizarlas dentro del horario de trabajo. En caso de haber sufrido el incidente en tiempo extra laboral, es importante indicarlo al médico que está elaborando el informe (formato ST-7), mismo que al final el paciente debe firmar avalando de esta manera que lo que está consignado es lo que él refirió en la atención médica inicial.

INCAPACIDAD POR PROBABLE RIESGO EN TRAYECTO DE TRABAJO


Es la incapacidad que se otorga a los trabajadores que han sufrido accidentes o incidentes durante el trayecto de su casa o trabajo o viceversa en un trayecto lógico y directo.

Estas dos últimas  ramas de incapacidad, se convierten en Accidente de Trabajo y en Accidente en Trayecto al Trabajo posterior a la calificación que el Médico de Salud en el Trabajo otorgue después de analizar los elementos aportados por el médico tratante inicial y el relato por escrito que la empresa hace del evento en los formatos que el paciente al momento del contacto inicial con los servicios de salud y que posteriormente lleva a su empresa para que sean llenados por los responsables del área.

Estos certificados, se pagan al 100% por ciento siempre y cuando hayan sido calificados como SI TRABAJO  o SI DE TRAYECTO, por eso la importancia de entregar a la brevedad posible la documentación al Departamento de Salud en el Trabajo a fin de agilizar la calificación y en consecuencia el pago de la incapacidad.

INCAPACIDAD POR ENFERMEDAD DE TRABAJO


Es la incapacidad que un trabajador recibe  cuando por causa de su trabajo enferma en un tiempo posterior. Podemos poner como ejemplo la pérdida de la audición de un trabajador después de estar expuesto de forma prolongada y constante a ruido en exceso. Al igual que las incapacidades de trabajo o trayecto, esta es pagada hasta que es calificada por el Médico de Salud en el Trabajo.

Con respecto a los casos de incapacidad de tipo laboral, es importante saber que el trabajador sólo podrá reincorporarse a sus labores previa valoración médica para otorgar alta a través de un formato llamado ST-2.

REQUISITOS PARA RECIBIR INCAPACIDAD

Los requisitos que los pacientes necesitan para obtener su incapacidad son: estar vigente en sus derechos, tener un espacio de consulta, cumplir las condiciones que establece el artículo 137 de del RPM, identificarse con credencial de elector (que no esté vencida) o algún otro tipo de identificación oficial con fotografía de tipo federal y, saber o conocer la razón social de la empresa. Cabe mencionar que la razón social de una empresa, es el que viene registrado en el contrato o recibo de nómina del trabajador y que muchas veces no coincide con el nombre comercial.

De igual manera, es importante tener en cuenta que un trabajador incapacitado, está protegido por las leyes mexicanas y no puede ser despedido por su patrón mientras esta incapacidad dure. Así mismo después de más de 99 días de incapacidad ininterrumpidos, el trabajador incapacitado será candidato a una pensión parcial.

Por último,  es importante saber que a partir del 2020, el Instituto Mexicano del Seguro Social, dejará de pagar las incapacidades a través de instituciones bancarias. Este pago se realizará por medio de un depósito directo al estado de cuenta bancario del incapacitado, por lo que es necesario que los trabajadores acudan al servicio de prestaciones económicas de las Unidades de Medicina Familiar a las cuales pertenecen a fin de registrar su cuenta bancaria.

Para esto es necesario presentar original y copia de su credencial de elector, clabe interbancaria y original y copia del documento en donde se encuentre registrado su número de seguridad social.

Tu salud es un derecho, ejércelo con responsabilidad.

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Q. Roo, México. Diciembre del 2019






sábado, 2 de noviembre de 2019

PIES HINCHADOS


El edema de miembros pélvicos o inferiores, también conocido como pies hinchados o retención de líquidos, es una causa poco frecuente de consulta;  pero muy interesante y difícil de diagnosticar por el reto que implica la amplia cantidad de patologías que pueden presentar esta sintomatología.

El edema de miembros pélvicos es más común en personas de edad avanzada, aunque también  se puede presentar a cualquier edad y género dependiendo del padecimiento o circunstancia que lo condicione.

Habitualmente, las personas que tienen pies o piernas hinchadas no acuden de inmediato al médico pues la mayoría de la veces no existe dolor, lo que favorece que de primera instancia deciden probar remedios caseros, que en muchos casos después de cierto tiempo, no logran disminuir el edema y por el contrario retardan la atención médica oportuna.

Las causas de tener edema de miembros pélvico pueden ser las siguientes:


  • Insuficiencia Vascular Periférica

  • Trombosis Venosa Profunda

  • Medicamentosa

  • Éstasis Venosa

  • Infección Urinaria

  • Insuficiencia Renal

  • Celulitis Infecciosa

  • Síndrome Nefrítico

  • Hipotiroidismo

  • Edad Avanzada

  • Obesidad

  • Insuficiencia Cardiaca

  • Traumatismos

A continuación describo de forma breve cada una de las causas mencionadas.

Insuficiencia Vascular Periférica
Consiste en un daño u obstrucción en los vasos sanguíneos más alejados del corazón, las venas y las arterias. Esto sucede por una deformidad, inflamación, aumento de tamaño u obstrucción de las paredes de los vasos sanguíneos, las cuales pueden ser causadas por la ateroesclerosis, factores genéticos, sedentarismo, obesidad, tabaquismo, hipertensión arterial sistémica, diabetes mellitus, dislipidemia (altos niveles de colesterol en la sangre), entre otros factores.

La insuficiencia vascular periférica puede causar enfermedades tales como la flebitis, várices (telangiectasias, varículas o várices en “filamento de escoba”, várices reticulares, várices tronculares, várices de las malformaciones congénitas, etc.), trombosis, embolia pulmonar, úlceras, entre otras.

El edema de miembros pélvicos es causado en esta enfermedad por la disminución u obstrucción del flujo sanguíneo y puede ir acompañado de calambres y dolor de las piernas.

Trombosis Venosa Profunda
Esta patología se produce por la formación de un coagulo en una vena profunda,  comúnmente en muslos y piernas, aunque también se puede presentar en vasos sanguíneos de la pelvis e incluso brazos.

Esta es una enfermedad que necesita un diagnóstico rápido y tratamiento a la brevedad pues puede incluso causar muerte al desprenderse el coagulo y viajar por el torrente sanguíneo hacia los pulmones, patología que se conoce como Tromboembolia Pulmonar.

Esta enfermedad puede causar edema de los miembros inferiores y/o dolor, sin embargo puede ser asintomática y dar únicamente hinchazón de las piernas.

Edema de pies por Medicamentos
Algunos medicamentos pueden causar edema de miembros inferiores, como los utilizados para depresión y/o ansiedad (antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la monoaminooxidasa, IMAO por sus siglas), medicamentos para la presión arterial llamados bloqueadores de los canales de calcio como por ejemplo al Amlodipino, hormonas como el estrógeno (contenidas en los medicamentos anticonceptivos y la terapias de reemplazo hormonal otorgadas a pacientes jóvenes a las cuales se le han extirpados los ovarios o aquellas que cursan en períodos de climaterio-menopausia) así como la testosterona;  corticoesteroides como los que se usan en el asma, lupus, enfermedades reumáticas. Todos los anteriores  se han identificado como los medicamentos que por lo general causan edema.

Éstasis Venosa
Es común que después de un largo viaje por autobús, auto, avión o tren se pueda presentar edema de los pies, tobillos e incluso piernas, el cual puede ir acompañado con cambio en la coloración de la piel, resequedad o comezón de la misma.

Esto es causado por la deficiencia que tienen las válvulas de las venas de las piernas para devolver la sangre al corazón después de un período prolongado de sedentación, es decir, de permanecer sentado. Sin embargo, estar de pie durante mucho tiempo también provoca esta alteración.

Infección Urinaria
Las bacterias que causan infección de  la vía urinaria condicionan que se manifiesten ciertos síntomas dependiendo del sitio donde esté localizada dicha infección. Si no existe dolor, ardor o alguna otra situación que exija la visita prioritaria al médico, el paciente puede permanecer mucho tiempo con la infección en la vía urinaria sin recibir tratamiento. En estas circunstancias se deteriora el funcionamiento renal y en consecuencia la retención de líquidos se hace evidente con el edema de los pies.

Insuficiencia Renal
Esta enfermedad puede ser de tipo agudo o crónico, pero en ambas está presente el edema de pies y piernas, aunque también es posible observarlo  en las manos, párpados, cara y cuello.

Síndrome Nefrítico y Síndrome Nefrótico
El síndrome nefrítico es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de sangre en la orina (hematuria), elevación de la tensión (hipertensión arterial) y un fallo agudo de la función renal que provoca que el niño orine menos (oligoanuria), y retenga líquido y se hinche (edema). Se puede producir tras una infección, como una amigdalitis o bien, una infección de la piel producida por una bacteria llamada estreptococo.

El síndrome nefrótico suele aparecer como resultado del daño en los pequeños vasos sanguíneos de los riñones que filtran los desechos y el exceso de agua en la sangre. Generalmente, también incide alguna enfermedad subyacente.

Los síntomas incluyen hinchazón alrededor de los ojos y en los pies y los tobillos, orina espumosa y aumento de peso debido a la retención de líquidos.

Celulitis Infecciosa
Es causada por una infección de la piel y es más común en las piernas aunque se puede localizar en cualquier parte del cuerpo. Tiene un avance rápido y se caracteriza por aumento de la temperatura perilesional (hiperemia), rubor o enrojecimiento, dolor, aumento de volumen o edema. Se presenta en un solo miembro pélvico (es asimétrica). Su tratamiento debe ser inmediato previa valoración médica.

Hipotiroidismo
Esta enfermedad se caracteriza por una baja producción de hormonas en la tiroides y entre su diferente sintomatología se encuentra el mixedema es una alteración de los tejidos que se caracteriza por presentar un edema producido por infiltración de sustancia mucosa en la piel, y a veces en los órganos internos, a consecuencia de un mal funcionamiento de la glándula tiroides y es más evidente en las piernas del paciente.

Edad avanzada
Como consecuencia del envejecimiento existe un deterioro en el sistema circulatorio que propicia que  las persona ancianas presenten edema de pies y piernas. De igual manera, las secuelas neurológicas, el uso de silla de ruedas e imposibilidad para caminar, obligan  que el paciente permanezca con las piernas colgando lo que origina éstasis venosa y edema en consecuencia.

Obesidad
La obesidad condiciona que las personas que la padecen cursen con sedentarismo, situación que es caracterizada por la poca o nula actividad física. También, los obesos cursan habitualmente con hipercolesterolemia que es una de las causas de la ateroesclerosis que deteriora las venas siendo más evidente su daño en las partes más distales del cuerpo. Por lo anterior, el edema de miembros pélvicos es  común en las personas obesas. Sin embargo, no es algo que se deba minimizar o pasar por alto, pues este edema puede ser causado por otras patologías.

Insuficiencia cardiaca
El edema que se causa por la insuficiencia cardíaca es simétrico. Se asocia a insuficiencia cardiaca derecha o insuficiencia cardiaca congestiva venosa y suele aumentar en forma ascendente. Su diagnóstico dependerá de la evidencia de datos de falla cardiaca como historia de infarto agudo al miocardio, presencia de ortopnea o disnea paroxística nocturna, hepatomegalia, ingurgitación yugular, etc.). Su aparición es signo de que la patología cardiaca se está complicando y que amerita una revaloración médica inmediata.

Traumatismos
En estas situaciones, el edema es unilateral, usualmente asociado a inflamación por fracturas, cirugías, lesiones o quemaduras, se autolimita en semanas o meses según la lesión primaria.

Y así como las anteriores mencionadas, existen muchas otras patologías que pueden condicionar la aparición de edema de miembros inferiores, por lo que es importante no minimizar esta situación y acudir al médico en la prontitud que sea posible.

Deja tu salud al cuidado de los profesionales.


Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Q. Roo, México. Noviembre del 2019





martes, 1 de octubre de 2019

EL PLACER DE COMER

La comida es una necesidad básica del ser humano. No se puede subsistir mucho tiempo sin comer; sin embargo, hay personas que no comen para vivir, sino que viven para comer y además, comer mal y en exceso. Esta es la combinación ideal para padecer patologías como la obesidad y otras  enfermedades crónico-degenerativas derivadas de esta misma.

Uno de los  motivos que mis pacientes me han expresado  para no acudir a consulta de chequeo rutinario e incluso cuando tienen algún malestar, es el clásico cuestionamiento: ¿para qué voy con el doctor si me va a decir que deje de comer lo que me gusta? ¿Te recuerda algo esto?

Una realidad que no podemos negar es que sin darnos cuenta nuestros hábitos alimenticios se convierten en uno de los principales factores de riesgo para enfermarse, cuando comemos y bebemos lo que nos gusta sin ponernos límites. Al paso del tiempo ya somos adictos al azúcar, a las grasas, carbohidratos y a varios tipos de alimentos que consumidos en exceso  pierden su cualidad nutritiva volviéndose nocivos para la salud.

Siendo niños, adolescentes o adultos jóvenes, las actividades físicas y el metabolismo acelerado permiten comer mal y en exceso sin aparentemente causar algún daño. Sin embargo, poco a poco, en forma silente, estos malos hábitos alimenticios van generando cambios patológicos en nuestro cuerpo. 

Por consiguiente, es importante resaltar que  la conducta en la alimentación es un aprendizaje adquirido en el seno familiar. 

Recuerdo que cuando niños, mi abuelita nos decía: coman tortilla para que se llenen bien, pues al rato tendrán hambre y volverán a comer. Así mismo, era común que el plato fuerte en nuestro menú familiar fuera invariablemente acompañado de frijoles y arroz en cantidad abundante. Imagínense: tortilla, arroz, frijoles en un solo platillo, grandes cantidades de carbohidratos que poco a poco iban acumulando kilos a nuestra niñez. 

Y es que a mis padres y abuelos no les enseñaron lo suficiente de la cultura de la alimentación balanceada que hace referencia al plato del buen comer. Fue hasta que se enfermaron de problemas cardíacos que su alimentación fue cambiando, pero lo curioso es que sólo cambió la alimentación de los enfermos, pues el resto de la familia siguió comiendo como estaba acostumbrada, sin tener en cuenta que genéticamente tendríamos la misma predisposición de padecer las enfermedades diagnosticadas.

Es así que el comer sano es todo un  proceso de educación que debe iniciar desde los primeros años de vida. En el trabajo  me he encontrado con pacientes que juran y perjuran que comen sano pero la báscula dice lo contrario a la hora de la consulta. ¿Qué sucede? ¿A caso los pacientes mienten al grado que ellos mismo se creen esa mentira? No necesariamente. La explicación está en que muchas veces efectivamente si están comiendo sano, verduras, frutas, leguminosas, pocas cantidades de proteína y grasa animal. El fallo está en la cantidad de alimento que se consume, pues aunque los productos de la dieta diaria  sean los adecuados, si se ingieren en cantidades elevadas sobrepasan el porcentaje de calorías que nuestro organismo requiere, lo cual  nos hace subir de peso. 

Un ejemplo que uso con respecto a lo anterior es el de las vacas, cuya alimentación consiste únicamente de pasto. O acaso, ¿estos animales  comen tacos, pizzas,  hamburguesas u otro alimento que las engorde? Sabemos que no. Las vacas sólo comen pasto o forraje, pero las grandes cantidades que consumen hacen que sean animales con mucho peso. Mismo ejemplo se puede aplicar a los gorilas que únicamente comen plantas y frutas, pero la cantidad de su consumo es alta, situación que les permite ganar peso.

Además de la cantidad de alimento, también interviene en la ganancia de peso las veces que se come en el día. Algunas personas sólo hacen dos alimentos al día o por querer bajar de peso dejan de cenar como una estrategia para conseguirlo. El ayuno prolongado  condiciona que nuestro metabolismo se torne lento como un mecanismo de subsistencia,  a fin de preservar energía. Por tal motivo, no comer en tiempo y horario es inadecuado. 

De hecho, lo ideal es comer cinco veces al día para mantener el metabolismo acelerado y así conservar  o incluso disminuir el peso. Se recomienda desayuno, colación a media mañana, comida, colación a media tarde y cena. Se puede aplicar el plan alimenticio monárquico como estrategia: desayunar como rey, comer como príncipe y cenar como mendigo.

Algunas personas muestran ciertos signos que reflejan sus malos hábitos alimenticios, como el estar obesos y tener oscurecida la piel del cuello, axilas y región inguinal  (Acantosis Nigricans), pero no consideran como un problema de salud esta condición física y así viven por mucho tiempo hasta que su cuerpo resentido por los excesos les pasa la factura al presentar un problema en su funcionamiento que los obliga a prestarle atención porque las molestias son mayores, al grado tal de impedirles continuar con sus actividades cotidianas. 

Entonces acuden al médico para estar bien, pensando que al solucionarse esa situación agraviante que presentan, su vida puede seguir como antes, sin pensar que el origen de ello ha sido  mantener por muchos años, una conducta alimenticia desfavorable, o sea, malos hábitos alimenticios. 

Cuando ya se confirma la enfermedad y las causas que la ocasionaron, empieza el drama y viene la angustiante pregunta: ¿y ahora, que voy a comer? Cuestionamiento que es válido ante el cambio de alimentación que puede ser radical para los pacientes. Sin embargo, las exigencias en la alimentación que se indican  como condición necesaria para afrontar una enfermedad, no deben percibirse como  un castigo o consecuencia de decisiones inadecuadas. Sino por lo contrario, son una herramienta sumamente importante que junto con el tratamiento clínico permiten que la salud se restablezca satisfactoriamente. Más aún,  puede ser que el plan alimenticio acorde a las condiciones físicas del paciente sea la terapéutica única en el control de la patología. 

El plato del bien comer es una excelente guía que facilita poder llevar una dieta  sana, balanceada y nutritiva. Este consiste en consumir en una comida los tres grupos de alimentos que aportan al organismo los nutrientes necesarios para conservar la salud: una porción de verduras y frutas, otra de cereales y leguminosas, y una tercera de alimentos de origen animal.  

Te comparto una página del INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL en donde encontrarás información sobre el plato del buen comer: PLATO DEL BIEN COMER 

Comer es un placer, un deleite y para muchas personas puede ser un privilegio.  Por consiguiente, para que no pierda esta esencia debemos ser responsables al satisfacer esta necesidad y darnos el gusto de poder comer  lo que nos agrada sin dañar la salud.

Escuché de mi padre lo siguiente: se puede comer de todo, pero no en exceso. Como bien dice  la frase tan popular, nada con exceso, todo con medida. Y aunado a la cantidad  en la ingesta de un  alimento va su calidad, en cuanto a que si dicho producto favorece la vida o la disminuye.  

Procura que lo que comas te de vida, no te la quite. Así que si tienes problemas con tus hábitos alimenticios, con la báscula o con tu condición física, no te quedes cruzado de brazos y acude a un profesional que pueda ayudarte. 

Recuerda no automedicarte ni jugar al médico, eso puede ser dañino para tu salud. Deja tu salud al cuidado de los profesionales. 


Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar


Cancún, Q. Roo, México. Octubre del 2019





domingo, 1 de septiembre de 2019

ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

Hace algunos días me sucedió una experiencia difícil que desafortunadamente es muy común en los tiempos actuales que como sociedad nos toca vivir.

Resulta que un jueves por la tarde cuando me dirigía al trabajo, pasé a una tienda de conveniencia a comprar una botella de agua. Justo en el momento que me tocaba pagar, estando de espaldas a la puerta principal, entraron dos individuos armados para asaltar el establecimiento.

Los delincuentes nos apuntaron con pistolas, separándome del resto del grupo por ser el único hombre adulto. Todo el tiempo que duró el atraco, uno de ellos me apuntaba con el arma a una distancia menor a metro y medio, le temblaba la mano con la que sujetaba la pistola mientras me daba órdenes a gritos, traía los ojos rojos y un sudor profuso, signos de que estaba intoxicado con alguna droga.

La situación fue de extremo peligro y al ver lo alterado que estaba el ladrón pensé: A éste se le va a escapar un tiro y me va a matar. Sin embargo, sacando fuerzas de mi interior, no perdí la calma y me mantuve ecuánime. Posteriormente, los asaltantes nos encerraron en la bodega de la tienda y huyeron. Es así como salimos para hablar con la policía, que  ya estaba ahí.

En el momento de hacer las declaraciones, empecé a temblar de una manera incontrolable y no pensaba con claridad. Al darme cuenta de esto, respiré profundo, tomé agua y poco a poco recuperé la calma para concluir mi testimonio. Enseguida  me retiré de la tienda para continuar hacia el trabajo como si nada hubiera pasado.

Durante las consultas varios pacientes me preguntaron  si estaba bien e  hicieron comentarios como que me veía pálido y notaban una expresión diferente en mi semblante. Escuchaba lo que me decían sin darle mayor importancia, pues en realidad no experimentaba malestar alguno, me sentía bien, por lo que realicé mi trabajo sin ningún contratiempo, más que unos minutos de retraso al inicio.

Por la noche, en casa le platiqué a mi familia lo que me había sucedido, pues aunque ya les había informado por teléfono, ahora les narré a detalle la amarga experiencia que tuve. Reviví aquellos momentos  tan difíciles y nuevamente empecé a temblar, a ponerme nervioso. Para no alargarme más en este relato, les comento que  así estuve  casi 48 hrs, con un sueño difícil de conciliar y frágil, falta de concentración y un dolor muscular intenso.
Los síntomas y el malestar que experimenté después del estresante evento, reciben el nombre de  shock postraumático, también conocido como trastorno  de estrés postraumático.

Está patología aparece en personas que han sufrido o vivido un episodio dramático en su vida: asalto, violación, secuestro, accidentes, ataques terroristas, tiroteos, guerras, derrumbes, muertes violentas o inesperadas de seres queridos o cercanos, incendios, encarcelamientos, pérdida inesperada del trabajo o patrimonio, fenómenos naturales como huracanes, temblores, inundaciones, o cualquier otro suceso que se caracterice por ser dramático e imprevisto.

Es importante recalcar que cada individuo tiene una respuesta diferente en las situaciones antes descritas y que no todos presentan la misma intensidad postraumática, ni el tiempo de duración de la misma, incluso hay personas en las que no se les presenta este trastorno.

Hasta el día de hoy, los especialistas en esta rama (psiquiatras) no saben a ciencia cierta el por qué los individuos responden de diferente manera, pero se cree que la cuestión genética y la situación familiar son factores determinantes en la aparición de esta patología. De igual manera, el antecedente de traumas emocionales del pasado aumenta el riesgo de padecer este trastorno después de un acontecimiento reciente.

El término estrés, tiene sus raíces de la palabra en latín STRIGERE que significa provocar tensión. Durante un evento agudo de estrés, nuestro cuerpo libera unas sustancias que se llaman ADRENALINA y NORADRENALINA (sustancias llamadas catecolaminas) que provocan aumento de los latidos cardiacos (taquicardia), la frecuencia respiratoria (taquipnea), la sudoración (transpiración profunda o diaforésis), los niveles de glucosa en la sangre (hiperglucemia) dilatación de las pupilas (midriasis), se altera el tono muscular (los músculos se tensan) y la digestión se vuelve más lenta (bradipepsia). Las catecolaminas causan en la mayoría de los casos, cambios fisiológicos que preparan al cuerpo para la actividad física. De igual manera se libera el CORTISOL, que es una hormona  secretada por la glándula suprarrenal y provoca la elevación de la glucosa en la sangre para producir energía. Es por lo anterior que existe la creencia de que un susto, disgusto o actividad estresante puede causar diabetes. Sin embargo, las hiperglucemias transitorias o aisladas no se pueden considerar como diabetes.

Después del evento agudo, el cuerpo entra a una fase de resistencia para equilibrar y reparar toda la descarga hormonal que recibió y lo que ésta condicionó, a fin de estabilizarse. Como parte de este ajuste, las glándulas suprarrenales siguen liberando grandes cantidades de cortisol.

Cuando a alguien se le detecta diabetes después de un evento estresante, no significa que se le haya presentado por esto, sino que ya tenía una diabetes no diagnosticada que aún no producía malestares. La hiperglucemia que se genera durante esta situación provoca que los síntomas sean evidentes.

Posterior a la fase de resistencia durante el evento traumático, se inicia una fase conocida como de agotamiento, en la cual el cuerpo consume sus reservas de adaptación y provoca síntomas como dolor de cuerpo, agotamiento, presión arterial alta, cefalea, bajas defensas (alteración del sistema inmunológico), alteraciones en la piel, ansiedad y depresión entre otros. Esta etapa es transitoria y se autolimita, es decir, las molestias desaparecen por sí mismas. Pero,  cuando la persona persiste con estos síntomas, debe acudir al médico ya que puede necesitar medicamentos que le ayuden a superarla.

El conocer todo esto, permite al paciente o su familia, identificar síntomas que indiquen la presencia de estrés postraumático, padecimiento que requiere atención médica inmediata. 

La persistencia del mismo sin atención, puede derivar en enfermedades psiquiátricas que afecten a la persona en su funcionalidad social, laboral y/o familiar. De aquí la importancia de no considerarlo como algo que se pueda resolver sin atención médica.

Deja tu salud al cuidado de los profesionales.



Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Q. Roo, México. Septiembre del 2019





¿Fiesta próxima? CARUDA Canta y Baila te pone la música

sábado, 3 de agosto de 2019

CIBERDOCTOR

En la actualidad es muy común que las personas de todas las edades utilicen  durante gran parte del día teléfonos, equipos de cómputo u otros dispositivos inteligentes, tanto en sus hogares como en centros de trabajo, lugares de entretenimiento, e incluso, al caminar por la calle o ir en carro o transporte público.

Es así como podemos observar que el ser humano ha creado una gran dependencia hacia el ciberespacio, siendo casi esencial en su existencia, ese entorno artificial que se desarrolla mediante herramientas informáticas. Y es que en la vida cotidiana las actividades que realizamos están relacionadas de una u otra manera, con la red cibernética: el banco, las relaciones sociales, la comunicación, el trabajo, la religión, los estudios desde niveles básicos hasta profesionales, el comercio, la diversión, entre muchas más. Pues bien,  el ámbito de la salud no podía quedar exento de ello, y no precisamente refiriéndose al conocimiento, sino a la práctica de la medicina de tal forma que cualquier persona puede acceder a ella.

En cierta ocasión, siendo un niño uno de nuestros hijos me dijo: Papá, si no está en internet ¡no existe! Aseveración que pudiera parecer chiste, pero que dadas las circunstancias que vivimos, no dista mucho de la realidad. Es por eso que el día de hoy las personas tienen la tendencia de buscar en este ciberespacio lo que desconoce o aclarar alguna duda o inquietud.

Sin embargo, hagamos énfasis en lo que concierne al tema de la salud. Una situación común en esta área es que con el fin de ahorrarse dinero, de no tener que pasar largas horas de espera o por el simple hecho de resolver por sí mismos, los paciente tienden a ser su propio médico y dar  pronta solución a su malestar físico, sin importar los riesgos a los que se exponen. En este sentido, es preciso recordar que en nuestro país existe una libre venta de casi todos los medicamentos, por lo que la automedicación es de fácil acceso, pero en vez de resultar benéfica puede resultar contraproducente al enmascarar o complicar cuadros patológicos graves o los sencillos, complicarlos, al no realizarse la valoración adecuada de la enfermedad y sólo tratar de eliminar las molestias para estar bien lo antes posible.

Un médico tiene un promedio de 7 a 12 años de formación académica, además de un proceso de educación médica continua a lo largo de su ejercicio profesional (eso es lo ideal) para poder tratar patologías que van desde una simple gripe hasta padecimientos que pongan en peligro la vida. De tal manera, que  una persona sin preparación académica en el ámbito médico que decide solucionar un problema de salud a través del internet, empieza a buscar en la red el diagnóstico a los síntomas que presenta, puede encontrarse con un sinfín de patologías entre las cuales tiene que determinar la que da respuesta a su sintomatología, como si se tratara de una fórmula matemática donde no hay error. Cabe resaltar que diagnosticar una enfermedad de esta manera trae como consecuencias que en vez de obtener sanación se presenten complicaciones que la prolonguen, así como debilitar aún más la salud hasta llevar a la muerte, o bien, pensar que la situación es más grave de lo que en realidad es y caer en un estado emocional de pánico que haga tomar decisiones terapéuticas erróneas.

A lo largo de mi preparación profesional muchos cursos inician diciendo que ante una situación de peligro o riesgo, lo primero que se debe hacer es conservar la calma y analizar todas las causas, circunstancias, posibilidades y riesgos que están entorno a la misma y afectan la salud de la persona. Resulta obvio que cuando se busca síntomas o enfermedades en la red, esta calma y objetividad del médico, es imposible de mantener. Por el contrario, puede generar angustia en los pacientes, misma que los lleva a tomar decisiones precipitadas o peor aún, caer en manos de mercenarios de la medicina (que tristemente sí existen), los cuales se aprovechan de este estado de angustia y desesperación y hacen del paciente un botín.

La búsqueda de síntomas o enfermedades en el internet es un arma de doble filo, ya que por un lado te permite identificar situaciones que ameriten una atención inmediata, pero también pueden generar ansiedad que provoquen tomar decisiones equivocadas.
Por otro lado, la tecnología ha permitido a los pacientes un contacto más fácil  e inmediato con sus médicos. Sin embargo, existen casos en los cuales los pacientes abusan de esto o peor aún, quieren consultar de forma virtual con su médico.

¿Por qué no se debe consultar vía telefónica, mensajes de texto o a través de alguna red social? ¿Acaso será porque el médico no puede cobrar y perder así su estipendio al dar una consulta de este modo? ¿El médico es tan arrogante y poco le interesa la situación de su paciente?

Imagina el siguiente caso: Un paciente escribe por mensaje de texto al médico: Doctor, mi esposa tiene muchos vómitos ¿Qué le puedo dar? El doctor responde: Dele una tableta de difenidol cada 8 hrs y suero oral. ¿Esto fue correcto? ¡Por supuesto que no! No se debe hacer esto y la explicación es la siguiente: Los vómitos no son una enfermedad, son el síntoma de muchas enfermedades como pueden ser gastroenteritis, gastritis, pancreatitis, obstrucciones intestinales, tumores, intoxicaciones por algún tipo de sustancia, dengue, rotavirus, embarazo, en fin, la lista es interminable. Por tal motivo, el recetar sin revisar al paciente, su edad, condición física (con signos y síntomas), antecedentes patológicos, antecedentes no patológicos, hábitos alimenticios, adicciones, antecedentes laborales, medicamentos previamente administrados, y otras muchas circunstancias,  hace imposible e incluso rayando en lo irresponsable, dar un tratamiento correcto a través de un mensaje de texto.

Como se puede observar, emitir un diagnóstico no es una cosa sencilla, aunque a los ojos del paciente así lo parezca. Todo acto médico puede generar una consecuencia de tipo legal, pero además, hacer un diagnóstico adecuado implica salvar una vida o por el contrario, ponerla en riesgo.

Mención especial merecen los pacientes en extremos de vida (niños y ancianos), ya que el revisarlos de forma presencial es un verdadero reto para el médico al momento de emitir un juicio diagnóstico, por lo tanto, se es más susceptible de errores al hacerlo de forma virtual.
Por todo lo anterior, tú como paciente no te debes enojar cuando tu médico se niega a recetarte algo por teléfono, mensajes de texto o redes sociales. Es válido preguntar qué hacer, pero lo más importante es que los pacientes sean revisados como debe ser: en un consultorio.

Con respecto a esto último (y saliendo del tema), evita en una reunión y sobre todo cuando acabas de conocer al médico, el intentar consultar sobre alguna situación de salud que adolezcas. Recuerda que hay un momento y lugar para todos y es sumamente desagradable para nosotros los médicos que nos estén haciendo consultas médicas fuera de nuestros consultorios. También cabe destacar las clásicas consultas de pasillo (consultas que se hacen en los centros hospitalarios de forma rápida y fuera del consultorio), pues por situaciones de tipo legal no se deben realizar, debido a que es importante dejar constancia en expediente de todo acto médico realizado.

En síntesis, es bueno saber sobre salud y el ciberespacio es un medio de fácil acceso en la actualidad. Sin embargo, no se debe abusar del él y mucho menos jugar al doctor.

Confía en tu médico. Él se ha preparado por largos años para cuidar tu salud. El Dr. Google o la Dra. Wikipedia pueden ser de ayuda, pero no lo más acertado.

Deja tu salud al cuidado de los profesionales.


Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Q. Roo, México. Agosto del 2019






lunes, 1 de julio de 2019

AMIBAS

Una de las cosas más angustiantes que pueden vivir los padres es ver que sus hijos tengan evacuaciones diarreicas con la presencia de moco y sangre. Según me refieren en la consulta, es algo que les causa mucho miedo. A este tipo de diarrea con moco y sangre se le llama disentería, misma que puede ser causada por varios agentes patógenos.

La disentería amebiana es la más común de las enfermedades diarreicas con sangre y es causada por un protozoario llamado Entamoeba histolytica, parásito patógeno que puede encontrarse casi en todas las partes del mundo, incluido los polos norte y sur, aunque es más común en las zonas tropicales. Se considera que el 10% de la población ha sufrido este tipo de enfermedad. Sin embargo, la presencia de amibas puede ser asintomática (no dar síntomas), ocasionar pequeñas diarreas o ser tan grave como la disentería previamente descrita.

Existen 3 especies de Entamoeba morfológicamente indistinguibles entre sí: La E. HISTOLYTICA ya descrita, la E. DISPAR la cual se considera inocua y la E. MOSHKOVSKII que tiene una capacidad patogénica (capacidad de causar enfermedad) incierta. Para poder clasificarles mediante pruebas laboratoriales, es necesario realizar técnicas moleculares, costosas y poco accesibles, por lo que la mayoría de los laboratorios al reportar sus resultados, refiere todo como Entamoeba histolytica.

Y aunque la amebiasis es predominantemente intestinal, en algunas ocasiones puede llegar al hígado y causar absceso hepático amebiano. 

De igual forma existen infecciones fuera del intestino (extraintestinales) como la amebiasis cutánea. El contagio en el ser humano se da a través del consumo de alimentos y líquidos contaminados por este parásito en su fase quística o bien, de persona a persona. El quiste de amiba es muy resistente y en las condiciones propicias puede sobrevivir muchos meses en el medio ambiente. La falta de higiene, el hacinamiento, las relaciones homosexuales promiscuas, la disposición inadecuada de excretas (fecalismo al aire libre), el agua no potabilizada, los inmigrantes o viajar a lugares con alto índice de esta enfermedad, el nivel socioeconómico, habitar en regiones suburbanas (cinturones de pobreza), la falta de servicios sanitarios urbanos (drenaje y agua potable), comer en lugares con poca higiene, al aire libre, sin servicios sanitarios, con manejo inadecuado de alimentos (la persona que sirve los alimentos es la encargada de cobrar), también el consumo de bebidas o aguas no pasteurizadas, incluso preparadas con agua no potable o con malas condiciones para su contenido o servicio, son factores adecuados para contagiarse de este protozoario. 

Los síntomas que la DISENTERÍA AMEBIANA causa son:
  • Evacuaciones diarreicas de poca o moderada cantidad, la cual puede ser alternada con estreñimiento.
  • Evacuaciones con moco y sangre. Algunas veces únicamente presentan moco y esto depende del grado de inflamación del intestino.
  • Necesidad de volver a defecar posterior a una evacuación inmediata (tenesmo rectal).
  • Evacuaciones fétidas.
  • Náuseas y vómitos, los cuales pueden estar o no presentes.
  • Dolor tipo cólico que precede a las ganas de defecar.
  • Flatulencia incrementada, misma que suele ser más fétida de lo común.
  • Fiebre o febrícula, aunque este síntoma no está presente en todos los casos.
Con respecto al ABSCESO HEPATICO AMEBIANO, se presenta sin síntomas previos y es más común en hombres que en mujeres. El síntoma inicial es dolor en el hipocondrio derecho (debajo del costillar derecho a nivel de donde se encuentra localizado el hígado), que se irradia hacia la espalda a nivel del pulmón, fiebre intermitente, sudoración y escalofríos, cansancio (astenia y adinamia), pérdida de peso y ocasionalmente ictericia (coloración amarillenta de la piel, de la mucosa la cual es más fácil de identificar por debajo de la lengua y las partes blancas de los ojos llamadas escleras). La complicación más grave de esta patología es que el absceso se rompa, lo que ocasione que su contenido se drene hacia la cavidad abdominal. Como consecuencia de ello, puede causar ruptura de la pleura y esto afectar los pulmones, e incluso al corazón u otros órganos adyacentes. 

En una ocasión, un paciente acudió a mi consultorio manifestando angustia porque tenía una lesión en la cabeza del pene (glande), la cual se iba extendiendo y le causaba molestias. Acudió inicialmente a un servicio médico de una farmacia, en donde el médico sin revisarle ni hacerle análisis, le dijo que era un chancro sifilítico y le recetó cinco inyecciones de ceftriaxona, así como diez días de ciprofloxacino oral. Pasado este tiempo, no tuvo mejoría de su condición de salud, sino por el contrario, incrementó la sintomatología. Al cuestionarle acerca de su actividad sexual, el paciente me confirmó que acostumbraba tener relaciones sexuales por vía anal (sexo anal) con mujeres y hombres sin uso de preservativo. Después de revisarle, concluí como diagnóstico que se trataba de una AMEBIASIS CUTANEA por lo que con el tratamiento adecuado el paciente quedó sano. Sin embargo, por sus hábitos sexuales, al paciente le realicé estudios de laboratorio para descartar enfermedades de transmisión sexual, incluyendo una prueba de VIH. 

Entre las recomendaciones al paciente, se le indicó uso de preservativo para este tipo de actividad sexual, aunque lo más adecuado era evitar su práctica. 

En renglones anteriores, describí las relaciones sexuales homosexuales promiscuas como un factor de riesgo para la amebiasis y es que al estar en contacto con el excremento residual del intestino, es como se presenta el contacto durante el coito. 

Por todo lo anterior, es inadecuado pensar que no es necesario desparasitarse cada seis meses, en el entendido de que comemos en casa y con todas las medidas de higiene. Sin embargo, cualquiera puede contraer la enfermedad de forma directa o indirecta, por verduras contaminadas (cuando el riego de las mismas es con agua contaminada), por comer o estar en lugares insalubres o por consumir alimentos o bebidas preparadas por personas enfermas (aun sin saberlo) o en condiciones poco higiénicas. Por tal motivo, si no tienes ningún síntoma es recomendable desparasitarse con medicamentos duales que tengan la capacidad de eliminar lombrices y protozoarios. Pero es importante que si ya presentas síntomas, evita jugar al médico consultando por la red qué puedes tomar o peor aún, automedicándote. 

Deja tu salud al cuidado de los profesionales. 

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas Especialista en Medicina Familiar 

Cancún, Q. Roo, México. Julio del 2019