jueves, 1 de junio de 2017

DORMIR SIN DESCANSAR

¿Recuerdas alguna ocasión en la cual hayas dormido más de lo habitual y al momento de despertar te experimentes aun cansado?

El cansancio posterior al descanso es una condición de salud a la cual las personas no le dan la debida importancia.

Pero antes de hablar del cansancio, es necesario conocer las fases del sueño, las cuales se dividen en NREM (No rapid eye movement) y REM (rapid eye movement). La NREM se divide a su vez en 4 subfases: (FASE 1) INICIACIÓN DEL SUEÑO, (FASE 2) COMIENZO DEL SUEÑO, (FASE 3 y 4) SUEÑO DE ONDA LENTA EL CUAL ES REPARADOR Y PROFUNDO. El sueño ocurre en ciclos de aproximadamente 90 minutos, alternándose entre sueño NREM y REM, normalmente en ese orden y generalmente cuatro o cinco ciclos por noche.

Es necesario pasar por todas las fases para lograr el descanso, por lo que se necesitan cuando menos 6 horas de sueño para completar los 4 ciclos. Cuando este lapso de tiempo  se ve interrumpido, es difícil alcanzar estas fases, de tal manera que aunque durmieras 12 horas, no lograrías el descanso total y despertarías aun con cansancio.

Son muchas las causan que pueden originar la interrupción de las etapas de sueño: problemas respiratorios, situaciones ambientales, enfermedades digestivas, consumo de sustancias o drogas, alteración del ciclo circadiano, entre otras.

Es muy común que los padres acudan a consulta pidiendo vitaminas porque a sus hijos les cuesta mucho trabajo levantarse por las mañanas, lo que a su vez condiciona retardos o ausencias escolares.

Como profesionales de la salud, entre los puntos que interrogamos son ¿Cuántas horas duerme el niño? ¿Cómo se comporta durante el sueño? ¿Tose de noche? ¿Se orina en la cama? ¿Tiene pesadillas? ¿Duerme con la boca abierta? ¿Ronca? ¿Es inquieto (da vueltas o se mueve mucho) a la hora de dormir?

Todas estas preguntas van encaminadas a determinar si existe alguna enfermedad que condicione que el infante no complete sus fases de sueño.

Entre las causas más comunes se encuentran la Rinitis Alérgica y el Asma, que se caracterizan por la clásica tos nocturna que se presenta al poco tiempo de dormirse, con obstrucción de la vía respiratoria superior motivo por el cual duerme con la boca abierta e incluso ronca. Al no respirar adecuadamente, el niño constantemente se está moviendo en la cama y en consecuencia interrumpe las fases del sueño por lo que no logra el descanso.

Algo similar sucede en los adultos que tienen obesidad mórbida y padecen el SÍNDROME DE APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO (SAOS), patología en la cual el individuo ronca de manera estridente y tiene episodios en los cuales literalmente deja de respirar, lo que condiciona que despierte de forma brusca para establecer la respiración. Está descrito en la literatura que el SAOS puede ser tan grave que incluso condiciona muerte súbita.

Las personas que padecen EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), Asma, Rinitis Perenne, Rinofaringitis o Faringitis Aguda, Hipertrofia de Cornetes, Hipertrofia Amigdalina, Hipertrofia de Adenoides y otras enfermedades respiratorias similares, cursan con características similares a las anteriormente descritas.

Entre las situaciones ambientales que intervienen para no poder conciliar un sueño que permita el descanso, podemos encontrar: cuartos con poco hermetismo que permitan el paso de ruido del exterior, la presencia de mascotas (perros y aves), colchones en mal estado, aparatos de aire acondicionado o ventiladores ruidosos, el mantener aparatos electrónicos encendidos durante las horas de sueño como el televisor, computadoras, tabletas o smartphones. Con respecto a estos últimos, expertos en la materia han demostrado que cada vez que el teléfono recibe una notificación, aunque esté en modo silencio, la luminosidad de la pantalla condiciona un estímulo al cerebro el cual reacciona inmediatamente. Por tal motivo es recomendable apagar estos aparatos cuando se disponga a dormir. De igual forma no se recomienda su uso a oscuras por periodos prolongados antes de acostarse.

Así como las enfermedades respiratorias alteran los períodos de sueño, también  las enfermedades digestivas son causantes de la interrupción del mismo. La Enfermedad de Reflujo Gastroesofágico (ERGE), es una enfermedad en la que el esófago no tiene la capacidad de retener los jugos gástricos, condicionando que al estar el paciente acostado, el jugo gástrico regrese hacia la boca y  provoque irritación de la garganta, tos, vómitos e incluso pueda dirigirse hasta los bronquios y causar broncoaspiración. Dependiendo del grado de los síntomas, determinará que el paciente desperté cansado  o no. Sin embargo,  hasta los síntomas leves son suficientes para que el paciente interrumpa sus fases de sueño. La dispepsia, la gastritis, la esofagitis, las hernias hiatales, son también condicionantes de este problema.

Mención especial debe darse a los oxiuros, un gusano intestinal que tiene hábitos nocturnos y que desciende en las noches hasta los márgenes del ano y causa molestias importantes, sobre todo en los niños, lo que hace que despierten con gritos y llanto, que algunas veces se confunden con pesadillas. Cuando un niño despierta llorando a media noche, es adecuado revisar en esos momento si existe la presencia de alguno de estos gusanos (los cuales semejan pequeños filamentos blanquecinos) moviéndose en la periferia del ano.

Existen también sustancias que actúan sobre el sistema nervioso impidiendo el sueño o provocando un sueño muy superficial. Los medicamentos para control de peso tipo anfetaminas, las drogas no legales tipo anfetaminas, la cafeína,  provocan alteraciones en el patrón del sueño. Es recomendable que los medicamentos sean otorgados por un médico previa evaluación clínica. De igual manera, la cafeína es una sustancia que provoca insomnio, pero además tiene efecto diurético lo que da como consecuencia que el paciente tenga que acudir durante la noche a orinar, por lo que no logra completar sus ciclos de sueño.

En mi práctica profesional, me he encontrado pacientes hipertensos o cardiópatas que son tratados con diuréticos como la clortalidona, hidrocloriazida, furosemida, espironolactona, pero que no han recibido información precisa sobre el horario de ingesta de sus medicamentos y cometen  el error de consumirlos de noche. En consecuencia, se despiertan con frecuencia por la necesidad de orinar.

De igual manera, los pacientes que padecen diabetes, cuando sufren un descontrol por elevación importante de la glucosa en sangre, tienen como síntoma la poliuria, esto es orinar grandes cantidades frecuentemente durante el día y la noche, presentándose  así el incómodo síntoma que impide el descanso adecuado.

Otra patología común en los varones mayores de 50 años es la hipertrofia o hiperplasia prostática que puede condicionar una uropatía obstructiva. Esto significa que el paciente disminuye el calibre del chorro de la orina, orinando incluso por goteo y sin lograr el vaciamiento total de la vejiga, lo que condiciona tener que orinar muchas veces. Cuando esta sintomatología se presenta por la noche, recibe el nombre de nicturia y es causante de alteraciones del sueño.

Los trabajadores que tienen horarios laborales cambiantes en turnos matutinos, vespertino o nocturnos, sufren al paso del tiempo alteraciones del ciclo circadiano lo que condiciona que no puedan dormir el tiempo mínimo requerido y evitando alcanzar las etapas de sueño que propicien el descanso.

Como podemos observar, son muchas las causas que conllevan al cansancio matutino al despertar. La importancia de identificarlas radica en que se pueden corregir bajo tratamiento médico. No cometa el error de pensar que su cansancio al despertar  es por falta de vitaminas.

¡A dormir se ha dicho!


Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Q. Roo, México. Junio del 2017



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