lunes, 1 de septiembre de 2014

Verrugas en cuello

Una de las cosas que más importa al ser humano es, sin duda,  su apariencia. Conforme crecemos, se van presentando cambios en nuestro cuerpo que en muchas ocasiones no son  deseables y que van en contra de lo estético.

¿Has visto a personas que presentan lesiones verrugosas en el cuello o incluso en la cara? O quizá, tal vez tú mismo las padeces.

Como médico me ha tocado ver personas que sin darle la menor importancia dejan avanzar estas neoformaciones hasta volverse incontables. Gran cantidad de  adultos jóvenes y mayores las padecen, pero ¿son realmente verrugas?

Las verrugas son causadas por el virus del papiloma humano (existen muchas variedades de este virus). Sin embargo, las lesiones blandas en el cuello no son  verrugas, aunque de manera popular se nombran como verrugas. Mal llamadas así porque no son causadas por virus. Los dermatólogos les otorgan varios nombres: FIBROMA PÉNDULO, FIBROMA BLANDO, ACROCORDÓN, o PÓLIPO FIBROEPITELIAL

Son crecimientos anormales de la piel, los cuales  pueden aparecer en la edad adulta, están propicias a crecer en número y tamaño después de un embarazo, cuando se presenta alguna enfermedad crónico-degenerativa o por la misma edad. Tienen una predisposición genética por lo que es común que varios miembros de una familia los padezcan en forma generacional.

En algunos lugares existe la creencia de que estas lesiones se producen por el roce de collares  en el cuello y también las relacionan con cáncer.

Se manifiestan con mayor frecuencia en zonas de piel elástica que forman pliegues como cuello, axilas, región inguinal, párpados y zona submamaria. Cuando quedan visibles a las demás personas por estar en zonas de piel expuestas, estéticamente no son agradables y esto  incomoda al paciente.

Dichas formaciones dérmicas son estructuras carnosas que crecen en forma de gotas o péndulos, pueden permanecer siendo de un tamaño pequeño (como el de la cabeza de un alfiler),  por mucho tiempo, o bien, pueden crecer de forma gradual hasta tener el tamaño de una pasa. En las personas morenas o de piel oscura, las lesiones tienden a tornarse oscuras. Tienen una gran vascularización, por lo que sangran abundantemente cuando se arrancan o cortan sin un procedimiento.

Por lo general no causan dolor ni molestias, aunque algunos pacientes han referido sentir comezón (escozor).

Existen remedios caseros que pueden ser dolorosos e incluso peligrosos. Recuerdo que en mi pueblo, existía la costumbre de atar (amarrar) estas lesiones con crin (pelo) de caballo o hilo de seda y por ahorcamiento quitarlas. Pero existe el riesgo de una infección secundaria, además de que este procedimiento es sumamente doloroso.

Por ningún motivo recomiendo jugar al médico. Es muy importante someterse a una exploración médica para determinar que efectivamente se trate de este problema y ya con el diagnóstico bien establecido, planear el mejor abordaje terapéutico.

La importancia de saber qué tipo de lesión es radica en el tratamiento que se debe emplear. He tenido la mala fortuna durante mi ejercicio profesional de ver personas que han sufrido lesiones tipo quemadura al aplicarse soluciones dermartoliticas (que destruyen la piel) o incluso nitrógeno líquido de venta libre (y anunciado en la televisión como la octava maravilla del mundo para quemar verrugas) tratando de erradicar estas lesiones. No todo lo que anuncian en la televisión es real.

Existen muchos métodos para extirparlos: Crioterapia, Láser, Electrofulguración con bisturí de radiofrecuencia entre los más comunes. La diferencia de costos es la que hará elegir al paciente la mejor opción, aunque realizados por personal capacitado, todos son buenos. No dejan cicatrices y lo más importante es que no vuelven a salir  después de extirpados. Es probable que al paso de los años, se vuelvan a presentar nuevas lesiones, pero con someterse al procedimiento nuevamente es suficiente para evitar su propagación.

También se presentan otro tipo de lesiones que  pueden confundirse con los fibromas blandos, como  son los nevos, las verrugas verdaderas, los mezquinos, incluso las lesiones cancerígenas, de ahí la importancia de consultar con un médico y no hacer especulaciones.

La estética es muy importante en tu diario vivir y en consecuencia, con tu autoestima. No le restes importancia a estas lesiones. Atiéndete, elimínalas y tendrás una piel limpia.


Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Quintana Roo, México. Septiembre del 2014

Visita mi página: www.cbaquedano.com.mx

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