martes, 1 de julio de 2014

Negligencia Médica

Mientras me dirigía al trabajo, escuché en la radio la opinión de un periodista sobre una manifestación pacífica que un grupo de médicos realizó como apoyo a otros médicos que están en problemas legales, acusados de negligencia médica, movimiento nacional conocido como YO SOY MÉDICO # 17. El periodista habló muy mal de los manifestantes como si fuera un erudito en el tema.

Estas palabras expresadas ante su público me hicieron pensar en lo fácil que es acusar generalizando un caso, emitiendo juicios de opinión mirando desde fuera la problemática, sin saber la realidad de lo que acontece en el quehacer médico día con día.

Lo que estas marchas pretenden es que se respete el actuar médico y en caso de negligencia se trate como tal y no como conducta criminal. Que el caso se someta a juicio de iguales y no por personas que desconocen los actos médicos. No se trata de solapar, sino de dar un justo valor a las cosas.

En Medicina una mala praxis es un término empleado para indicar una mala gestión (por acción o por omisión) en la prescripción de medicación o en una manipulación en el cuerpo del paciente (de acuerdo a lo definido en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española), lo que se conoce comúnmente como negligencia médica.

En mi juicio personal, considero que no se puede homologar a la mala praxis que desencadena un fallecimiento como homicidio. Hasta ahora (y espero seguir así) no conozco a ningún médico que se despierte pensando: HOY TENGO QUE MATAR A UN PACIENTE.

Para ser médico se necesita estar 5 años encerrado en un aula de la facultad de medicina, 1 año de internado de Pregrado recluido en un hospital con guardias cada 3er día, 1 año de servicio social en una población rural, la mayoría de las veces alejada de la ciudad de origen, 3 a 5 años de especialidad y en algunas ocasiones 2 a 3 años más de subespecialidad, diplomados, maestrías, cursos de educación médica continua que han significado perderse de fiestas, cumpleaños, aniversarios, estar lejos de familia, guardias en días festivos, malas noches cansancio, en fin muchos sacrificios. ¿Crees que todo lo anterior lo hace una persona con la intención de un día matar a otro ser humano?

Sin embargo, actualmente las autoridades al momento de ejercer la acción de la justicia, tratan a los médicos que han tenido la mala suerte o desgracia de estar relacionados (directa o indirectamente) en un caso de negligencia médica, como los más peligrosos criminales.

No puedo cerrar los ojos a la realidad y negar que existen personas dañadas en su interior que se han distorsionado a lo largo del camino, pero afortunadamente son los menos.

Les comparto que cuando muchacho, mi ilusión por estudiar medicina era motivada por el deseo de ayudar a mi prójimo. Después de casi dos décadas, el deseo de servicio se ha incrementado. Por mis palabras hablan mis actos y pongo a evaluación de mis pacientes institucionales y privados mi desempeño.

En la universidad me enseñaron una frase que aún es premisa en mi actuar médico: PRIMUN NON NOCERE (primero no dañar). Esa es una máxima que me ha dado excelentes resultados. El reconocer mis limitaciones, pero mejor aún superarlas, propician que el paciente reciba una atención profesional. Ese es el reto diario.

Yo les puedo asegurar que ser médico significa hacer muchos sacrificios personales y familiares. Significa estar estudiando de forma constante hasta el último día de tu ejercicio laboral. No pido de ninguna forma que se nos justifiquen nuestras fallas, pero sí que de acuerdo a la ley, se nos trate como seres humanos que en el afán de servicio, estamos sujetos a cometer errores o ser partícipes de un accidente profesional y no como a los más aberrantes criminales como en los tiempos actuales se pretende calificar.

En la actualidad, las condiciones económicas han hecho que el desempeño profesional en la medicina se vea afectado. En la salud pública por los escasos presupuestos y las grandes deficiencias que los médicos subsanan con pericia, inteligencia, capacidad, improvisación y experiencia, aun con el riesgo de cometer una mala praxis por no seguir los procedimientos adecuados ante las carencias. En la medicina particular, el desarrollo profesional se ve afectado por el alto costo de los medicamentos de patente, la carestía de los estudios diagnósticos en contraste con medicina que presume de ser privada y de asistencia social en donde se otorga atención a bajo costo, con medicamentos de dudosa calidad y en la cual se privilegia la medicación excesiva para favorecer a la cadena comercial que auspicia la atención. El negocio real es vender muchas medicinas, aunque no sean necesarias.

Considero que los pacientes (junto con los Colegios Médicos) deben vigilar el actuar médico en cualquier instancia. Hagamos un ejercicio: ¿Acostumbras revisar la cédula profesional del médico que te atiende en la página oficial de la secretaría de educación? ¿Tiene tu médico en realidad la especialidad que dice su receta? ¿Cuenta con Certificación o Recertificación ante los diferentes consejos o academias reconocidas en nuestro país? ¿Es médico de verdad?

Penosamente he podido percatarme que existen colegas que ponen en práctica procedimientos para los cuales no están preparados académicamente (o no tienen la cédula profesional para realizarlos), arriesgando de esta manera su prestigio profesional, y peor aún, la vida del paciente. Y ante la sociedad, cuando el integrante de un grupo falla, se tiende a generalizar el error en el actuar hacia todos los demás.

El ejercicio médico es una responsabilidad compartida del profesional de salud que debe prepararse día con día a través de la educación médico continua y del paciente haciendo lo que se le pide y externando sus dudas o si no está de acuerdo, solicitar una segunda opinión.


Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas
Médico Especialista en Medicina Familiar
Presidente del Colegio de Médicos Familiares del Estado de Quintana Roo en el período 2010 al 2012
Coordinador Nacional de la Región Centro Sureste del Colegio Mexicano de Medicina Familiar A.C. en el período 2011-2013.
Perito en Medicina General de la PJE del Gobierno del Estado de Quintana Roo en el período 2013.



Cancún, Q. Roo, México. Julio del 2014