Dar
una noticia inesperada a un paciente cuando se le diagnostica diabetes, genera
un estado de shock difícil de describir. Aunque el paciente sospeche cursar con
esta enfermedad, el confirmar que la padece, la mayoría de las veces
condicionará una serie de incertidumbres y cuestionamientos que se generan en
la mente del enfermo. Una de las preguntas más comunes que los pacientes
diabéticos hacen en la consulta es ¿tiene cura mi enfermedad?
La
Diabetes es una enfermedad que no se cura, pero es controlable, por eso se
denomina crónico-degenerativa. Crónica por su persistencia y degenerativa
porque con el paso del tiempo provocará daño a otras partes del cuerpo con la
aparición de enfermedades secundarias o complicaciones que a la larga
condicionan una disfunción o incluso la muerte. Para controlar la Diabetes es
necesario que tomes tus medicamentos como el médico te los indica, pero aun es más
importante que te cuides en lo que se conoce como medidas no farmacológicas.
Uno
de los errores persistentes en el tratamiento, es pensar que las pastillas son
suficientes para lograr el control de los niveles de glucosa en la sangre, sin
hacer cambios en la alimentación y en el estilo de vida. De esta forma, el
estado de salud se deteriora, los niveles de glucosa se elevan y en
consecuencia aparecen enfermedades secundarias e incluso la muerte. Les
comparto la anécdota de un tío que padece Diabetes y no cuidaba su alimentación
(transgresor), pero después de comer en exceso, para compensar se incrementa la
dosis de sus medicamentos, creyendo así que de esta forma estabilizará los
desniveles de glucosa en sangre que le provocan la ingesta desordenada de
alimentos.
Al
no tenerse el control de la glucosa, el médico incrementa de forma gradual el
número de pastillas, hace combinaciones de diferentes fármacos hasta que
termina aplicando insulina al paciente, con la finalidad de mantener la glucosa
en niveles normales. La mayoría de las personas rechaza este último
tratamiento, pues significa inyectarse una o
dos veces al día, además de la mala fama que precede a la insulina como
el hecho de que aplicarla deja ciego, el cual es un concepto totalmente
erróneo. En la tardanza de la aplicación de la insulina es donde radica su mala
fama, debido que al descontrolarse la diabetes, provoca la aparición de
retinopatía diabética que es la causante de la ceguera (entre otras
enfermedades), por lo que el médico en el afán de lograr el control de la
glucosa para detener el avance de esta complicación, aplica insulina, la
mayoría de las veces muy tarde, coincidiendo así el uso de este medicamento con la aparición de la ceguera.
La
mejor forma de lograr el control adecuado de la Diabetes y en consecuencia
evitar o retardar la complicación de las enfermedades secundarias, se logra con
el apego a la terapéutica médica, la alimentación, el ejercicio, la disminución
de peso y la educación en salud.
Por
tal motivo te doy unas indicaciones que te ayudaran a tener un mejor control de
tu enfermedad:
No consumas azúcar y harinas refinadas. Puedes cambiar el azúcar por
sustitutos (siempre y cuando no padezcas fenilcetonuria). No se recomienda el
uso de miel ni fructuosa. El rebajar el azúcar o los refrescos embotellados con
agua, no sirve de nada. Las harinas refinadas se encuentran en las galletas,
los dulces, golosinas, panes y chocolates (los cuales la gran mayoría no
contienen cacao, solo son una mezcla de azúcar, leche y cocoa).
La
cantidad de alimento es importante. En muchas ocasiones el paciente intenta
comer sano, acorde a lo que le explican, pero comete el error de comer en
grandes cantidades. No entiende porque si está comiendo únicamente verduras,
sube de peso en lugar de bajar. Recordemos que las vacas solo comen hierba y
aun así están gordas. La explicación es sencilla, la cantidad es la respuesta.
Se debe recibir capacitación en nutrición. El comer en quintos (cinco veces al
día) es una buena alternativa, ya que se logra aumentar el metabolismo y tener
menos hambre. Se hace dividiendo el desayuno en dos porciones, la comida en
otras dos porciones y una cena ligera. Un grave error es dejar de cenar, ya que
el cuerpo interpreta esta práctica como carencia y en respuesta se vuelve más
lento en su metabolismo para preservar energía, pero haciendo que subas de peso.
Si después de la comida del medio día no cenas, pasan casi dieciocho horas de
ayuno, situación que en lugar de ayudar, solo complica tu estado de salud. Toda
la familia debe comer de acuerdo a como se ha indicado al diabético. No ayuda
el hecho de que la familia coma lo acostumbrado y el paciente coma diferente,
pues esto dificultará su apego. De hecho, es importante involucrar a la familia
en los hábitos alimenticios, de esta forma prevenimos la aparición a la que
genéticamente están predispuestos.
El
ejercicio es pieza fundamental en el
tratamiento de la Diabetes. Es importante que antes de realizarlo, tengas la
autorización de tu médico. Se considera al ejercicio aeróbico como el mejor,
siendo la caminata el más económico, práctico y fácil de realizar. Si tienes
obesidad importante, debes tener mucho cuidado con el ejercicio, ya que puedes
sufrir lesiones en las rodillas, la cadera o los tobillos. De ninguna forma se
recomienda correr o trotar cuando existe sobrepeso u obesidad, mucho menos si
no se tiene condición física. Para que el ejercicio se considere efectivo, se
necesitan cuando menos de 30 minutos continuos. Los expertos refieren que los
primeros 20 minutos te sirven para quemar calorías del día y los 10 minutos
restantes para consumir parte de lo acumulado. Las bicicletas fijas,
caminadoras, elípticas, escaladoras y otros aparatos de ejercicios caseros,
inicialmente son una muy buena alternativa, pero la mayoría de las veces
terminan convirtiéndose en los toalleros más caros de la casa. Para caminar únicamente necesitas un parque o
una cuadra y un par de piernas. No es necesario pagar costosas mensualidades,
equipo o ropa deportiva cara, así que no pongas pretexto y actívate.
La
combinación de una adecuada alimentación y el ejercicio son la mancuerna
perfecta para lograr la disminución del peso, ya que los pacientes diabéticos
por lo general tienen problemas de sobrepeso u obesidad, los cuales son
favorecidos por las costumbres familiares y sociales, malos hábitos
alimenticios, sedentarismo, trabajo, adicciones y estilo de vida. Es muy
difícil cambiar toda una forma de vida
en el paciente con diabetes, difícil pero no imposible. Se necesita
mucha disciplina y tenacidad para lograr el cometido. El paciente diabético que
logra bajar su peso a la normalidad, puede incluso dejar de tomar medicamentos.
Se debe ser honesto cuando no se realiza el ejercicio y la alimentación
conforme a lo indicado. Esto es importante porque si de verdad has hecho lo
necesario para bajar de peso y no lo consigues, el médico debe investigar cual
es la causa de que tu cuerpo no baje de peso. Hay enfermedades como el
hipotiroidismo que condicionan una obesidad muy difícil de controlar.
Uno
de los principales síntomas de la Diabetes es la sed en exceso. Procura tomar
agua simple, evitando los refrescos, bebidas de sabor, jugos o aguas afrutadas. Cuando comas, no los consumas.
Sé que al principio es difícil pues estamos acostumbrados a ello, pero después
de un tiempo será un buen hábito. Las bebidas alcohólicas son enemigas de la
Diabetes por su alto contenido calórico, incluyendo las denominadas light.
Los
medicamentos se deben tomar como los indica el médico. No debes modificar las
dosis (subirlas o disminuirlas) de acuerdo a como te sientas o como vayan
saliendo tus niveles de glucosa en tu medidor casero (glucómetro). El único que
debe modificar las dosis es el médico que te atiende de forma habitual. Si
durante tu tratamiento te sientes mal, no esperes hasta que tengas cita, ve
inmediatamente a consulta para que se te evalúe. Ningún paciente es igual que
otro, así que no compares tu tratamiento con el de otra persona. La medicina
alternativa, los tratamientos naturistas y los productos que se venden en forma
de multinivel, ofrecen resultados mágicos y maravillosos. Algunos de ellos,
efectivamente son un buen apoyo, pero son solo eso, complementos terapéuticos,
no se debe cometer el error de suspender el tratamiento médico por estas
alternativas, las consecuencias pueden ser fatales.
Para
vencer a un enemigo es necesario conocerlo. La Diabetes es el enemigo a vencer.
En mi actuar profesional, me he dado cuenta que la mayoría de los pacientes se
descontrola por falta de conocimiento sobre su enfermedad. Un paciente
diabético debe saber que es la Diabetes, como se comporta, complica y controla;
cómo actúan las medicinas, que efectos secundarios causan en el organismo, el
horario en que se deben tomar, la consecuencia de no tomarlas, los cuidados
alimenticios, la prevención de enfermedades secundarias y todo lo que gira en
torno a la Diabetes.
Conozco
pacientes diabéticos, que han llegado a edades avanzadas sin ninguna
complicación con una excelente calidad de vida. ¡Tú puedes ser uno de ellos!
Que por ti no quede. Realiza tu propia lucha contra la Diabetes en compañía de
tu equipo de salud y familia. La Diabetes es un dulce enemigo que no se cura,
pero que es controlable.
Dr.
Carlos P. Baquedano Villegas
Cancún,
Q. Roo, México. Diciembre del 2013.