En el tiempo actual, las mascotas se han vuelto una parte fundamental en
muchas familias más aún los perros y gatos, al grado tal que se han convertido
en sustitutos de los hijos en las personas que no los tienen, asignándoles coloquialmente
el término de perrhijos o gathijos.
Cierto es que tener una mascota es disfrutar de muchos momentos de alegría
y ratos divertidos, así como una excelente compañía e incluso asistencia en
personas con capacidades diferentes.
También sirven como protección en los hogares o un motivo para salir a
realizar ejercicio.
Sea cual fuere su función, es innegable que las mascotas se han convertido
en un miembro importante en las familias actuales.
De igual manera requieren atención y cuidado como cualquier integrante de
la familia. Tanto así que la atención médica de las mascotas puede ser más
costosa que la de un ser humano.
Ahora bien, cuando no se cumplen estos cuidados en las mascotas, éstas
pueden ser un detonante o propiciar enfermedades en los integrantes de la
familia, situación que se denomina zoonosis.
Por ejemplo, los perros pueden ser agentes transmisores de enfermedades
víricas, bacterianas, fúngicas, parasitarias e incluso venéreas.
Entre la virales podemos encontrar enfermedades como la rabia (que estaba
erradicada en México, pero que después de 20 años, presentó un rebrote en
nuestro país), gripe aviar, fiebre amarilla, ébola.
Asimismo, entre las bacterianas hallamos
la leptospirosis, brucelosis, borrielosis o enfermedad de Lyme (causada
por garrapatas), salmonelosis, peste bubónica, tuberculosis, psitacosis,
rickettsiosis (causadas por pulgas de gatos y ratas).
De las enfermedades parasitarias que se pueden contagiar a los humanos, se
pueden encontrar Sarna sarcóptica (que es diferente a la sarna humana o
escabiosis), toxoplasmosis, leishmaniosis, hidatidosis, anisakiasis,
triquinosis, enfermedades gastrointestinales de tipo protozoarias así como
lombrices e incluso una lombriz cutánea que se llama larva migrans muy común en
destinos de playa y lugares con climas cálidos y húmedos.
Como podremos observar, las mascotas pueden transmitir una gran cantidad de
enfermedades a los humanos. También son detonantes de alergias y crisis de
enfermedades como el asma, rinitis, dermatitis.
Es por eso de vital importancia, cuando se tiene una mascota, llevarla a
atención veterinaria con la finalidad de mantener vigentes sus esquemas de
vacunación, desparasitación y prevención de enfermedades.
Hay casos en los cuales, las mascotas se enferman y los dueños les dan
medicinas para humanos, pero esto es incorrecto, ya que las dosis no son las
mismas y no causan efecto, complicando a la mascota y exponiendo de contagio a
los que cohabitan con ella.
La responsabilidad en su cuidado y atención es primordial.
En varias ocasiones, el lugar en donde salgo a hacer ejercicio, está lleno
de personas que sacan a sus mascotas a realizar sus necesidades fisiológicas y
ejercicio y existe una cultura de recoger las heces fecales, cultura preventiva
que nos protege a todos. Sin embargo, también es común ver heces fecales al
aire libre en las vías de hacer ejercicio, heces fecales que permanecen ahí por
tiempo y que con el paso de la gente, pueden ser pisadas o entrar en contacto
con las ruedas de bicicletas, monopatines, patinetas e incluso sillas de
ruedas, impregnándose en las gomas para luego ser llevadas a las casas.
¿Se imaginan como quedan las manos de una persona en silla de ruedas al
entrar en contacto con una goma o llanta contaminada con heces fecales? No es
justo ni correcto. El dejar las heces fecales de tus mascotas al aire libre,
sin recogerlas, es un verdadero atentado a la salud de todos.
No se debe llevar a las mascotas a lugares en donde existen áreas de juego
infantil, pues aunque el excremento se recoja, siempre quedan pequeños
fragmentos del mismo que pueden contener larva migrans y los niños al jugar,
caerse, andar sin zapatos en esos sitios, están sujetos a contagios de esté
parásito. Y en está ciudad en donde desarrollo mi ejercicio profesional, he
visto gran cantidad de enfermos por larva migrans cutánea que no necesariamente
se contagiaron en la playa.
Es importante tener en cuenta, que las mascotas son eso, mascotas, no
juguetes, por lo que es inadecuado estar en contacto con la saliva o fluidos de
los animales.
Muy común es recibir lamidas de los perros en la cara o manos, pero ¿has
visto a un perro lavarse la boca o los dientes?
Con respecto a las niñas, corren más peligro cuando sus mascotas son gatos.
Esto es debido a que los gatos reciben menos atención médica que los perros, no
siempre son desparasitados y al ser libres, comen lo que se encuentren de
manera que su alimentación no es del todo controlada, lo que favorece que
tengan un parasito que se llama Toxoplasma Gondii. En la infancia, las niñas
puede que no presenten ningún tipo de síntoma de esta enfermedad, pero con el
paso de los años, la imposibilidad para embarazarse o tener abortos
repetitivos, les hace descubrir que están contagiadas de Toxoplamosis.
En los casos de asma y rinitis alérgicas de mal control, con crisis
repetitivas, es un común denominador la presencia de mascotas con pelo o
plumas. Es por tal motivo que se indica que no exista contacto con ellas a fin
de mejorar la sintomatología de los enfermos.
Como podemos ver, las mascotas significan una gran alegría, pero también
una gran responsabilidad, con ellas y con las personas con las que cohabitamos.
Evitamos enfermedades que son completamente prevenibles. Cuidado
correctamente a las mascotas, siendo responsables con ellas, cuidamos de
nuestra salud y la salud de las personas que nos rodean
Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar
Cancún, Quintana Roo, México. 01 de Octubre del 2024
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