sábado, 1 de abril de 2023

CÁNCER COLORRECTAL

Una amenaza silenciosa para las personas adultas es el CÁNCER COLORRECTAL, también conocido como Cáncer de Colon o Cáncer de Recto, dependiendo del sitio de la lesión tumoral.

En mi práctica profesional me ha tocado atender a pacientes, en su mayoría varones, que acuden a consulta por presentar sangrado rectal sin dolor, mismo que ya tiene mucho tiempo de evolución. Al cuestionarlos acerca del porqué no se   atendieron de forma inmediata a la aparición de dicho síntoma, las respuestas más recurrentes han sido que no habían experimentado dolor, o bien por pensar que se trataba de una enfermedad hemorroidal (almorranas) o que seguramente algún alimento les ocasionó infección intestinal. Aunque también he observado que existe cierto pudor o vergüenza en algunos hombres por acudir al médico ante la presencia de un sangrado rectal y se opta por tomar algún medicamento de libre venta, así como desparasitarse o consumir algún remedio casero que pueda aliviar el sangrado. Sin embargo, lo más lamentable en todos estos casos es que cuando deciden consultar después de un tiempo considerable de estar padeciendo esa molestia, la enfermedad ya avanzó.

Y cierto es que ningún sangrado rectal es normal. De ahí la importancia de atenderse médicamente con prontitud para que se realice un diagnóstico oportuno que incremente el éxito de mejoría en el tratamiento.

Debe tenerse en cuenta que el sangrado rectal no es exclusivo del CÁNCER COLORRECTAL. Existen patologías que pueden presentar sangrado, tales como el CUCI (Colitis Ulcerativa Crónica Idiopática), la amibiasis, la enfermedad hemorroidal, la fisura anal, los abscesos perianales, la proctitis, el prolapso rectal, pólipos colorrectales y las diverticulitis.

 Entre los factores de riesgo para contraer CÁNCER COLORRECTAL, podemos citar el antecedente familiar o personal de este tipo de cáncer o poliposis adenomatosa familiar, y de igual modo está la enfermedad inflamatoria de Crohn o colitis ulcerosa. Así mismo, existen fatores de riesgo relacionados con el estilo de vida, como es el sedentarismo que se deduce de la falta de actividad física habitual que condiciona sobrepeso u obesidad, la alimentación pobre o carente de frutas y verduras, alimentación baja en fibra y rica en grasas (que es la característica de la mayoría de los alimentos chatarra o comida rápida), una ingesta constante o incluso excesiva de carnes procesadas, ahumadas, asadas, en conserva o embutidas. El consumo de alcohol y el tabaquismo son también otros condicionantes importantes.

De acuerdo a la OMS, El CÁNCER COLORRECTAL es el tercer tipo de cáncer más frecuente a nivel mundial y el segundo más mortal. Dichas estadísticas refieren que 1 de cada 23 hombres lo pueden padecer y 1 de cada 26 mujeres, siendo el riesgo ligeramente mayor en los hombres. Puede aparecer en adultos jóvenes y adolescentes, pero la mayoría de los casos de CÁNCER COLORRECTAL se presenta en personas mayores de 50 años. La edad promedio al momento del diagnóstico es de 68 años en hombres y 72 años en mujeres.

En América en el año 2016, la OMS reportó 240,000 nuevos casos y aproximadamente 112,000 muertes debidas a esta enfermedad, lo que equivale a un 46.6%.

Los síntomas iniciales del CÁNCER COLORRECTAL dependen del tamaño de la lesión y la ubicación de la misma. Entre los síntomas más comunes encontramos cambios en los hábitos intestinales, cambios en la consistencia de las heces (cuadros diarreicos prolongados y recurrentes), estreñimiento, heces estrechas o delgadas, flatulencia o exceso de gases, sangre en las heces fecales o sangrado rectal, así como el tenesmo rectal que es la sensación de querer defecar, la cual persiste después de hacerlo, sintiendo que no se ha terminado de evacuar. También puede presentarse dolor abdominal que en ocasiones se confunde con SINDROME DE INTESTINO IRRITABLE, cansancio o fatiga, pérdida de peso y anemia.

El diagnóstico del CÁNCER COLORRECTAL se realiza con el médico de 1er contacto ante la sospecha clínica de esta enfermedad por los síntomas referidos por el paciente, lo que conlleva a una revisión física que necesariamente incluye tacto rectal. Si en su valoración médica, el médico omite dicha práctica, se recomienda que el paciente solicite le realice la exploración anal para tener un diagnóstico certero lo más pronto posible. O bien, buscar una segunda opinión.

Ya con la sospecha diagnóstica para CÁNCER COLORRECTAL, es necesaria la realización de una COLONOSCOPIA.

Este procedimiento consiste en llevar a cabo un estudio invasivo  que bajo sedación se introduce a través del recto un equipo médico flexible llamado COLONOSCOPIO, el cual tiene una cámara que permite ver al interior del colon, así como componentes que permiten tomar muestras para biopsias o incluso resecar pólipos, extirpación de zonas de mucosa dañada, extracción de cuerpos extraños, suturar con clips úlceras o la inyección de sustancias esclerosantes para el tratamiento de lesiones sangrantes. Como podemos darnos cuenta, se trata de un estudio invasivo diagnóstico-terapéutico.

 Para poder realizar la COLONOSCOPIA de una forma satisfactoria, es necesario que el paciente suspenda una semana antes la ingesta de medicamentos que contengan hierro, ácido acetilsalicílico y otros antiagregantes plaquetarios. Aunado a ello, requiere una preparación estricta que consiste en la ingesta de un laxante 24 horas antes del estudio y durante este día consumir una dieta a base de líquidos claros o gelatina, que de preferencia no sea de color rojo. Asimismo, 12 horas antes del estudio se debe tomar una solución evacuante a base de POLIETILENGLICOL diluyendo el contenido total de un sobre en 1 litro de agua o refresco transparente de lima-limón (siempre y cuando no se padezca Diabetes). Esta dilución se debe tomar en el transcurso de una hora. Transcurrida esta hora, se repetirá la ingesta de otro litro de dilución, tomándose un total de 4 litros (4 sobres) durante 4 horas. Después de esto, el paciente deberá estar en ayuno hasta la realización del estudio. Se pueden tomar pequeñas cantidades de agua para la ingesta de medicamentos de control, previa autorización del médico.

Cabe destacar que es imprescindible que esta preparación se realice siguiendo al pie de la letra todas las indicaciones prescritas. Por lo que es recomendable e importante que el paciente se encuentre en casa, en la comodidad de su hogar, ya que se pretende limpiar el tracto intestinal para que el estudio se realice debidamente y pueda aportar resultados confiables.

De antemano sabemos que la limpieza del intestino no es un procedimiento agradable, así como la exploración anal. Sin embargo, ambos son determinantes para el diagnóstico oportuno de la enfermedad.

A los pacientes a quienes se les ha diagnosticado lesiones colónicas o con factores de riesgo para padecer CÁNCER COLORRECTAL, se les recomienda realizar una Colonoscopia cada 5 años. Aunque también, en la actualidad los especialistas en gastroenterología y proctología recomiendan que todo adulto mayor de 50 años de edad se realice una COLONOSCOPÍA, aunque no tenga síntomas.

Recordemos que ningún sangrado rectal es normal y el diagnóstico precoz nos incrementa un gran porcentaje de curación. Por el contrario, dejar avanzar la enfermedad es un gran error que puede costar la vida.

Haz a un lado el pudor y dale prioridad a tu salud.


Dr. Carlos P. Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México a 01 de Abril del 2023

 

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miércoles, 1 de marzo de 2023

DEDOS EN GATILLO (TENOSINOVITIS)

 ¿Alguna vez te ha pasado que tienes dificultad para extender tus dedos? ¿Cómo que se quedan atorados en flexión y al extenderlos truenan y duelen? ¿Te causa extrañeza que esto te suceda sin haber recibido un golpe previo?

Esta patología recibe el nombre de TENOSINOVITIS. Es un trastorno doloroso que suele afectar las manos, las muñecas y los pies. También reciben el nombre de TENOSINOVITIS ESTENOSANTE DEL TENDÓN FLEXOR, DEDOS EN GATILLO o DEDOS EN RESORTE.

Las causas más comunes de esta patología son las lesiones o traumatismos previos (antiguos), los movimientos repetitivos (como los que tienen los trabajadores de la construcción que usan taladros neumáticos, los mecánicos y hojalateros entre otros trabajadores) y las infecciones, aunque también puede ser una secuela de artritis reumatoide o cirugías del síndrome del túnel carpiano.

Cuando esta enfermedad se presenta como consecuencia de una actividad laboral, puede ser reclamada como ENFERMEDAD LABORAL o ENFERMEDAD POR EL TRABAJO.

El uso excesivo del celular y las posturas incorrectas de sus usuarios aumentan el riesgo de desarrollar cuadros de tendinitis, tenosinovitis y osteoartritis en los dedos, manos y puños. Los hombros también sufren, pues se sobrecargan por el esfuerzo de mantener el teléfono cerca de los ojos.

Los síntomas incluyen dolor, inflamación y dificultad para mover la articulación afectada, la cual tiene la característica de que el dedo se queda atorado y su extensión o flexión espontánea es dolorosa además de presentar un chasquido o estallido en los movimientos de los dedos.

Esta enfermedad es más común de lo que las personas se imaginan y se presenta en cualquier momento, incluso sin existir un golpe o traumatismo inmediato. Es más frecuente en mujeres de entre 30 a 50 años, aunque también se puede presentar en niños y adolescentes, durante el embarazo o en el tiempo de crianza de bebés, en los empleos o pasatiempos que impliquen actividades con movimientos repetitivos o el agarre prolongado. Así mismo, se puede presentar en personas con Diabetes Mellitus o Artritis Reumatoide.

Habitualmente sólo se presenta en un dedo, aunque dependiendo de la etiología se puede presentar en más de dos dedos a la vez.

En su etapa inicial la TENOSINOVITIS puede no ser dolorosa o tener un mínimo de dolor. Sin embargo, con el paso del tiempo esta condición de salud se puede agravar si no recibe la atención adecuada, volviéndose sumamente dolorosa e incapacitante.

Cuando la Tenosinovitis afecta el dedo pulgar, recibe el nombre de TENOSINOVITIS DE QUERVAIN.

El tratamiento incluye reposo de la articulación, analgésicos y compresas de calor.

La terapia de calor consiste en sumergir la mano afectada lo más caliente que se pueda soportar sin quemarse por un tiempo de 30 minutos 3 veces al día. También aplicar calor local con compresas puede servir.

Si no se tiene alergia, los AINEs (Anti inflamatorios no esteroideos), son de gran utilidad, siendo mejores los que vienen combinados con relajantes musculares.

En caso de que esta condición de salud no mejore con lo anteriormente mencionado, es recomendable la valoración por un médico especialista en traumatología y ortopedia quien puede indicar inmovilización de la articulación con una muñequera y analgésicos más potentes. En raras ocasiones, la terapia consiste en inyecciones de corticosteroides, fisioterapia o cirugía, pero pueden ser alternativas terapéuticas si el médico así lo considera.

Es importante saber que aun cuando inicialmente no requiere atención médica inmediata, el atender esta patología de forma correcta en sus estadios iniciales ayuda a lograr una resolución rápida y óptima, por lo que lo recomendable es acudir a consulta.

También resulta relevante hacer notar que cuando una inmovilización se hace de manera incorrecta, puede causar más consecuencias negativas que beneficios, por lo que no se debe inmovilizar las manos por autoprescripción.

Y con respecto a la autoprescripción, como ya he descrito en artículos anteriores, no es recomendable por las contraindicaciones que se pueden tener para recibir el tratamiento.

Deja tu salud en manos de los expertos.

 

Cancún, Quintana Roo, México a 01 de Marzo del 2023

 

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Bibliografía:

Tenosinovitis. Mayo Clinic

Dedo en Gatillo. Mayo Clinic




miércoles, 1 de febrero de 2023

QUISTES DE PIEL

En algún momento de nuestras vidas hemos tenido una tumoración o bolita en la piel que nos llega a preocupar y erróneamente tratamos de eliminarlos de diferentes formas, puncionando, pellizcando, exprimiendo, colando sustancias y un sinfín de remedios naturales u ocurrencias que, en lugar de solucionar el problema, sólo lo podrían complicar.

Pero ¿qué son los quistes de piel? Se definen como una cavidad o bolsa cerrada que se encuentra por debajo de la piel y que puede contener aire, líquido, pus, sebo, o algún otro material del cuerpo o incluso externo.

Los quistes pueden ser epidérmicos o infundibulares, tricolémicos, pilares, pilonidales o sebáceos.

Quiste epidérmico o infundibular:

Un quiste epidérmico, epidermoide o infundibular es una lesión redondeada, nodular y firme que se localiza de forma intradérmica o subcutánea. Es el quiste cutáneo más frecuente. Forman abultamientos subcutáneos benignos de tamaño reducido, principalmente en la cara, cuello, espalda y genitales. Por lo general se desarrollan paulatinamente por una acumulación de queratina debajo de la piel, pero no causan dolor, a menos que se infecten, rompan o produzcan molestia por cuestiones estéticas.

Quiste tricolémico:

Es el segundo tipo más frecuente de quiste cutáneo, después del quiste epidérmico, y a diferencia de éste, carece de apertura central de salida. Se trata de nódulos lisos, firmes, redondeados, de entre 0.5 y 5 cm, que están recubiertos de piel normal. El contenido del quiste es queratina muy densa, amarillenta y dura, más sólida que en los quistes infundibulares, y en uno de cada cuatro casos se encuentra calcificada. A menudo, hasta en un 70% de los casos, estas lesiones son múltiples.

Quiste pilar:

Los quistes pilares son bultos circulares, no cancerosos, de color carne que se desarrollan debajo de la superficie de la piel. Este tipo de quiste es causado por la acumulación de proteínas en un folículo piloso. Por lo general, se encuentran en el cuero cabelludo.

Quiste pilonidal:

Es una cavidad anormal en la piel que, generalmente, contiene vello y partículas cutáneas. En la mayoría de los casos, se encuentra cerca del coxis, en la parte superior del surco de los glúteos, habitualmente en donde inicia el pliegue o hendidura interglútea. Los quistes pilonidales suelen aparecer cuando un vello perfora la piel y luego se encarna. Si se infectan, el absceso que se forma, en general, es muy doloroso. El quiste puede drenarse a través de una pequeña incisión o extirparse quirúrgicamente. Los quistes pilonidales son más frecuentes en los varones jóvenes, y es habitual que el problema vuelva a aparecer. Las personas que están sentadas durante períodos prolongados, como los conductores de camiones, corren un mayor riesgo de sufrir un quiste pilonidal.

Quiste sebáceo:

Son quistes de tipo benigno que crecen lentamente y contienen un material sebáceo de origen folicular (el folículo piloso es la estructura situada en la profundidad de la piel desde donde crece el pelo, y contiene glándulas sebáceas). Suelen localizarse en el cuero cabelludo, aunque también son típicos de la espalda, cara, escroto, aunque de forma rara en otras partes del cuerpo. Su tamaño es muy variable, desde pocos milímetros hasta grandes como una pelota. Si se dejan, suelen ir creciendo poco a poco hasta alcanzar tamaños importantes, aunque no todos se comportan así. El diagnóstico es fácil, ya que son pequeñas protuberancias bajo la piel, de movilidad fácil al manipularlos y de consistencia elástica, aunque firme. En ocasiones tienen orificio natural, del que sale un material seboso, blanquecino y muy fétido. No suelen dar problemas salvo que se infecten.

La importancia de estos quistes, es que no sanan solos y hay que drenarlos o extirpar mediante un procedimiento quirúrgico.

En la actualidad, en las redes sociales podemos ver videos en donde se extraen los quistes de forma aparentemente fácil, incluso hechos por personal no médico. Sin embargo, aun cuando las lesiones se extirpan con procedimientos quirúrgicos sencillos, deben ser realizadas por personal capacitado, debido a que se pueden presentar complicaciones como son infecciones mayores o feas cicatrices.

Como ya se ha comentado previamente, la complicación de estos quistes es la infección que se puede agregar de manera espontánea o por la manipulación de la lesión al tratar de exprimirla o drenarla con medios caseros.

Los datos que indican que un quiste de piel puede estar infectado son: enrojecimiento del quiste e incluso perilesional (alrededor del mismo), dolor al presionar y calor al palparlo. Esto es debido a bacterias que atraviesan la piel y comienzan a producir material piógeno (pus) que empieza a coleccionarse por debajo de la piel de forma paulatina, haciendo la lesión más grande, adelgazando la piel hasta un punto que pueden drenarse solos. Más aún, aunque el drenaje espontáneo reducirá el dolor, es necesario acudir a médico para la realización de un curetaje de la lesión y el otorgamiento de antibióticos.

Asimismo, a los quistes infectados no se les debe aplicar anestesia, pues la inyección puede llevar bacterias a sitios más profundos de la piel y complicar el cuadro, es de ahí la importancia que estas lesiones sean atendidas por médicos.

Existen otros tipos de lesiones abultadas en la piel como los lipomas (tumores benignos de grasa), tofos (depósitos de ácido úrico, que se desarrollan en tejido cartilaginoso, tendones y tejidos blandos), tumores cancerígenos o incluso cuerpos extraños como material vegetal (espinos, astillas de madera), plástico o metálico, los cuales el cuerpo encapsula y puede convertir en lesiones duras o que se infectan al momento de penetrar y provocan abscesos.

Las inyecciones son capaces de provocar induraciones o inflamación en el sitio de punción, debido a una mala técnica, asepsia inadecuada, reacción al medicamento o infecciones secundarias por la aplicación.

Por todo lo anterior, es importante acudir a consulta cuando detectemos algún abultamiento en nuestra piel, ya que no se debe minimizar la lesión o acostumbrarse a tenerla. Una valoración médica oportuna conlleva a evitar complicaciones, dolor o cicatrices innecesarias, así como también insisto en la importancia de no manipular las lesiones a fin de evitar complicaciones.

 

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Q, Roo, México a 01 de Febrero del 2023


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domingo, 1 de enero de 2023

RABIA

En los últimos días de este año nos hemos enterado a través de los medios de comunicación, de una triste situación acontecida a unos niños en el estado de Oaxaca, misma que ha sorprendido a propios y extraños.  El gremio médico se ha conmovido ante el contagio y fallecimiento de niños por rabia en nuestro país. Hacía muchos años que no existía una muerte por en esta enfermedad. De hecho, el 29 de septiembre del 2022 en el portal de la Secretaría de Salud del Gobierno de México, se publicó que México fue el primer país en recibir validación de la OMS por eliminar la rabia humana transmitida por perro. De hecho, de acuerdo a las notificaciones oficiales de salubridad, 3 casos fueron transmitidos por murciélagos y 1 caso por gato doméstico.

De acuerdo a la OPS (Organización Panamericana de la Salud) organismo perteneciente a la OMS, la RABIA es una zoonosis viral que afecta a todos los mamíferos, sean éstos, domésticos o salvajes, inclusive al hombre, y se transmite a través del contacto con la saliva infectada por medio de mordeduras o arañazos. Así también la lamida en heridas previas por animales infectados (aunque sean superficiales) pueden causar contagio de este virus.

Refiere la OPS que esta enfermedad está presente en todos los continentes y afecta a más de 150 países. En el mundo, la enfermedad es responsable por cerca de 60.000 muertes humanas anualmente y en la gran mayoría de los casos humanos, el perro es la fuente de transmisión.

La rabia resulta de la infección por el virus de la rabia, un virus neurotrópico del género Lyssavirus, familia Rhabdoviridae. Como ya se ha mencionado, se puede encontrar en cualquier mamífero salvaje o doméstico. Los animales que habitualmente son susceptibles de padecer esta enfermedad, son los perros, gatos, murciélagos, ardillas, zorros, tlacuaches, zorrillos, mapaches, caballos y burros entre los más mencionados en la literatura.

En siglos anteriores, ser mordido por un animal rabioso era una sentencia segura para una muerte segura, pero en el año 1885, el científico francés Louis Pasteur descubrió la vacuna antirrábica. Su descubrimiento supuso uno de los mayores avances en la historia de la Medicina en ese momento.

La vacuna ha ido evolucionando siendo cada vez más efectiva y en menor número de dosis. De hecho, les comparto una experiencia personal, que por el hecho de haber crecido en un rancho, condicionó que me hayan tenido que vacunar 3 veces contra la rabia en los años 70s, recibiendo 2 vacunas periumbilacales (alrededor del ombligo), que según mi memoria infantil, eran sumamente dolorosas. Afortunadamente, en la actualidad esto no es así.

Síntomas de la rabia:

Después de una exposición a la rabia, antes de que el virus pueda provocar síntomas, debe pasar por el cuerpo y llegar al cerebro. Este tiempo entre la exposición y la aparición de síntomas se llama periodo de incubación.

Los primeros síntomas de la rabia pueden ser muy similares a los de la gripe, como debilidad o malestar general, fiebre, o dolor de cabeza. La rabia también puede provocar malestar o la sensación de punzadas o picazón en el sitio de la mordedura. Estos síntomas pueden durar varios días. Luego, los síntomas progresan a disfunción cerebral, ansiedad, confusión y agitación. A medida que avanza la enfermedad, la persona puede presentar delirios, comportamiento anormal, alucinaciones, hidrofobia (temor al agua) e insomnio. El periodo agudo de la enfermedad termina normalmente después de 2 a 10 días. Una vez que aparecen los signos clínicos de la rabia, la enfermedad es casi siempre mortal y, por lo general, el tratamiento es de apoyo médico, de forma paliativa, pues la rabia humana es prácticamente mortal.

Es por tal motivo, que lo más adecuado es la prevención que se consigue al mantener vigente el esquema de vacunación de las mascotas, el estar pendiente de las alertas epidemiológicas (avisos que emiten las autoridades en salud) sobre el brote de rabia silvestre cuando se tiene que acudir al campo por diversión o necesidad.

Aun en pleno siglo XXI, existen personas con un gran temor a recibir inyecciones, método por el cual se aplica el esquema de vacunas antirrábicas, por lo que no se acude de forma inmediata para recibir atención después de un ataque o exposición a un animal rabioso.

Al acudir a consulta, el médico evalúa el riesgo de exposición para decidir si el esquema de vacunación se aplica. Es importante resaltar, que no todas las personas que han sido mordidas por un mamífero doméstico, necesariamente tendrán que recibir la vacuna antirrábica.Las categorías de exposición son las siguientes: Sin Riesgo, Riesgo Leve y riesgo grave.

Sin Riesgo

Contacto con un animal reservorio de rabia sin lesión, sin contacto directo con la saliva del animal o lamedura o contacto con secreciones o excreciones de personas o animales con rabia en la piel intacta y sin lesión.

Riesgo Leve

Lamedura en piel erosionada o en herida reciente. Mordedura superficial, que incluye epidermis, dermis y tejido subcutáneo, en la región del tronco, específicamente tórax y abdomen o en miembros inferiores (muslo, pierna, pie). Lameduras en mucosas: ocular, nasal, oral, anal o genital. Mordeduras superficiales y/o profundas en cabeza, cuello, miembros superiores o genitales. Mordeduras múltiples en cualquier parte del cuerpo.

Riesgo Grave

Agresiones por reservorio silvestre o rabioso confirmado. Contacto de la saliva de un caso positivo a rabia en piel con solución de continuidad. Contaminación directa con saliva en mucosas: ojo, nariz, boca, ano o genitales. Mordedura o arañazo con colmillos, transdérmico, simple o múltiple (2 o más) en cualquier parte del cuerpo. Mordedura(s) en cabeza, cara, cuello o en miembros superiores y genitales. Si el reservorio agresor no es localizado y hubo contacto de saliva en piel con solución de continuidad o en mucosas. Paciente agredido o en contacto con padecimientos inmunodepresores sin estabilidad inmunológica.

Aunque son cuestiones de tipo médico, es importante conocerlas para que no se dude cuando el médico decide que no es necesario un esquema antirrábico.

¿Qué debo hacer si soy agredido o mordido por un animal susceptible de tener rabia?

Lo primero que hay que hacer es lavar de forma inmediata y enérgicamente con agua y jabón la herida.

Luego, identificar si el animal es callejero, silvestre o mascota de alguien. En caso de esto último, preguntar al propietario sobre el esquema de vacunación del animal, dato de suma importancia para la decisión del médico con respecto a aplicar o no el esquema de vacunación.

En el caso de que el propietario del animal indique que desconoce o no tiene vacunas antirrábicas, el animal deberá permanecer en observación, aislado durante 10 días.

Si el animal agresor tiene un esquema de vacunación vigente, no se inmuniza al paciente, pero se debe observar 10 días al animal.

Si el animal agresor no tiene esquema de vacunación antirrábica, pero no tiene síntomas de rabia, no se inmuniza al paciente, pero se mantiene en observación 10 días al animal. Caso contrario, si el animal presenta síntomas de rabia, se debe inmunizar de forma inmediata al paciente.

Cuando un paciente es candidato a recibir un esquema antirrábico, se le aplican en el brazo (región deltoidea) 4 dosis de vacuna antirrábica (VHA) los días 0, 3, 7 y 14 de inicio acorde al esquema Essen.

Como podremos darnos cuenta, todos estamos expuestos a la Rabia. Lo esencial es actuar inmediatamente, lavando la herida, investigando las condiciones y vacunas del animal agresor y acudiendo de forma oportuna al médico.

Termino el presente, exhortando a los propietarios de mascotas, por la protección de sus animales, de ustedes mismos y sus familias, mantener vigente el esquema de vacunación antirrábica de sus perros y gatos.

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México a 01 de Enero del 2023

 

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jueves, 1 de diciembre de 2022

SEGUIMOS CON EL COVID-19

Mucho se ha hablado del Covid-19 desde su aparición a finales del 2019, siendo que hasta el momento se siguen descubriendo nuevas consecuencias de esta enfermedad.

Y como en toda crisis, nos hemos ido acostumbrando a estas condiciones de vida cometiendo el error de minimizarla o darle poca importancia.

Desde mayo del 2022 cuando las autoridades de nuestro estado determinaron que el uso del cubrebocas ya no era obligatorio, muchas personas consideraron dicha medida como indicativo de que la enfermedad había desparecido. Pero esta creencia dista mucho de la realidad.

El dejar de usar cubrebocas aunado con el silencio de las autoridades con respecto al comportamiento de la enfermedad, nos hace pensar que el Covid-19 es cosa del pasado. Desafortunadamente, esto no es así.

Desde el mes de octubre del 2022, en nuestro estado, el Covid-19 ha presentado un incremento en el número de contagios. Dicha información la sabemos los que trabajamos en el área de la salud a nivel institucional y privado. Sin embargo, no llega al resto de la población.

Cierto es que, con la vacunación y las variantes del virus, han disminuido los casos de gravedad, por lo que en la actualidad, el estar enfermo de Covid-19 no es necesariamente un motivo de hospitalización. Aunque también, en menor grado, siguen presentándose muertes por esta enfermedad.

Y aún cuando la mortalidad ha disminuido, las complicaciones son más comunes. Entre estas complicaciones se encuentra el Long Covid, tema que desarrollé en el artículo anterior.

Lo peligroso de estas complicaciones es que se hacen presentes en cualquier edad, incluso en caso asintomáticos, además de que no son detectables a simple vista, por lo que se debe realizar un examen físico completo y estudios de laboratorio.

Es común ver pacientes, que se contagiaron durante la pandemia, con problemas respiratorios, cardiacos, descontroles hipertensivos, alteraciones renales, neurológicas o musculares, que les quedaron como secuelas de la enfermedad.

Como podemos darnos cuenta, el Covid-19 llegó para quedarse entre nosotros, de manera tal que los cuidados que implementamos durante los puntos álgidos de la pandemia, deberían seguirse llevando a la práctica.

Si somos observadores, en lo cotidiano del día a día vemos que existen transportes públicos de tipo colectivo con hacinamiento y sin cubrebocas. Lo mismo sucede en eventos deportivos, actividades culturales, sociales y religiosas. Lo más grave de esto, es ver personas con síntomas respiratorios que no tienen el menor cuidado preventivo, sin uso de cubrebocas, sin estornudar de forma gentil (poniendo el antebrazo en la boca al momento de estornudar) o lavándose las manos con frecuencia.

De hecho, en la actualidad, son muchos los lugares que ya no tienen gel de alcohol como medida preventiva para la higiene de manos.

Mi perspectiva de médico, me hace ver la situación de manera diferente a como la ven las personas que no tienen conocimientos en medicina, y sin ser catastrófico, puede preverse una nueva ola de contagios que en consecuencia trastornará nuestra vida habitual.

Este incremento de casos puede ser favorecido por las fiestas de fin de año, que se caracterizan por una proximidad y euforia que nos hace olvidarnos de las medidas preventivas de la enfermedad.

No caigamos en el error de pensar que el Covid-19 es un simple catarro, pues aún siguen falleciendo pacientes por esta enfermedad y muchos más presentan complicaciones de difícil control.

Por consiguiente, mi recomendación es que si cursas con síntomas respiratorios como flujo nasal, cefalea, estornudos, dolor de cuerpo y cabeza, te hagas una prueba rápida de Covid-19 a fin de aislarte y evitar más contagios.

Cierto es que, en esta temporada de fin de año, estamos encontrado cuadros respiratorios en los cuales, la Influenza, el Virus Sincitial Respiratorio y el Covid-19 tienen características sintomatológicas similares, es por eso que, ante la duda, la recomendación es hacerse la prueba rápida de Covid-19 en los primeros 5 días del inicio.

El aislamiento y las medidas preventivas como el uso de cubrebocas, lavado de manos y sana distancia siguen siendo la mejor manera de evitar que la enfermedad se propague, formando así una nueva ola epidemiológica.

Desafortunadamente, el Covid-19 no ha desparecido y no creo que desaparezca pronto, de manera tal que debemos redoblar esfuerzos, cuidarnos, cuidar a los demás y tenerle el debido respeto a esta enfermedad.

En cuanto se nos indique, es necesario continuar con los esquemas de vacunación de Covid-19. Debemos aplicarnos las vacunas sin temor, sin hacer caso de los comentarios que se publican en las redes sociales y en los ciberespacios y mejor aún, evitemos propagar estos rumores. Es necesario y una obligación moral y de responsabilidad favorecer que nuestra familia y comunidad, se apliquen las vacunas.

No bajemos la guardia. Mantengámonos alertas. Prevengamos, cuidémonos y cuidemos a los demás.

Así mismo, no olvides que la automedicación es la peor decisión que puedes tomar en caso de una enfermedad. Deja tu salud en manos de los expertos.

 

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México a 01 de Diciembre del 2022

 

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martes, 1 de noviembre de 2022

LONG COVID

Han pasado ya casi 3 años desde que el Covid-19 hizo su aparición en el mundo y en nuestro país. Muchos padecimos esta enfermedad en diferentes magnitudes, desde los más graves hasta los que incluso no tuvieron síntomas. Y me puedo atrever a asegurar que a todos nos dio Covid-19.

En la etapa más aguda de la epidemia vivimos el incremento de casos graves, así como un número elevado de muertes y saturación en las hospitalizaciones, dichas situaciones alimentaban el miedo que condicionaba esta enfermedad, pero como decía mi abuelita: A todo se acostumbra uno menos a no comer. De tal manera que poco a poco, al paso del tiempo, el Covid-19 se ha vuelto parte de nuestra cotidianidad y ha disminuido el temor de contagiarse.

Las personas se han relajado y han disminuido las medidas de protección preventivas que nos sirvieron para contener la enfermedad.

Al permitir las autoridades de nuestro país que el uso del cubrebocas sea opcional, se crea confusión en la población haciéndoles pensar que ya no existe riesgo de contagio.

La gente ahora se reúne sin temor, acude a conciertos, actividades deportivas, religiosas, sociales, sin el menor cuidado, no importando si existen aglomeraciones o si se encuentran reunidos en lugares abiertos o cerrados. El común denominador actual es no usar cubrebocas y el uso de alcohol en gel ha quedado en el olvido.

Se tiene la percepción de que hemos vencido a la enfermedad, que por estar vacunados ya no nos enfermaremos, que la enfermedad no es mortal. Sin embargo, todo lo anterior dista mucho de la realidad, pues el Covid-19 sigue presente entre nosotros como enfermedad vigente y hasta la actualidad sigue cobrando vidas.

Pero independientemente de que este virus aun siga provocando enfermedades y muertes, se presenta ante nosotros un nuevo padecimiento, que más bien es una complicación del Covid-19: El Long Covid.

El Covid Persistente o Long Covid (LC), es una complicación del Covid-19 en la que los síntomas persisten más allá de las 12 semanas del inicio de sus síntomas, y se encuentra presente al menos en un 10% de todos los contagiados.

El Long Covid, puede atacar a cualquier persona que se haya infectado de Covid-19, incluidos aquellos que fueron asintomáticos. Sin embargo, estudios recientes demuestran que tienen más susceptibilidad de padecerlo aquellos que presentaron la enfermedad en su expresión grave o moderada.

Por sus características, el Long Covid se puede confundir con múltiples enfermedades o peor aún, puede estar presente de forma silente en sus periodos iniciales hasta mostrar síntomas por daños importantes en el organismo, como puede ser por ejemplo el daño al funcionamiento renal, que no causa dolor o síntomas iniciales, a excepción de una orina espumosa a la cual, la mayoría de las veces, el paciente no le da importancia.

Siendo el Covid-19 una enfermedad multisistémica de tipo inflamatorio (llamada así porque en el momento de la infección afecta muchos órganos del cuerpo y no exclusivamente los pulmones como erróneamente se piensa), causa lesiones en las estructuras celulares de los órganos, lesiones que se mantienen latentes causando daño, en ocasiones irreversible.

Entre los síntomas que nos pueden hacer sospechar de Long Covid, les menciono los siguientes en orden alfabético:

-Alteraciones del gusto (21%)

-Alteraciones del olfato (23%)

-Cambio en el patrón de sangrado de los ciclos menstruales

-Cansancio constante o síndrome asténico (58%)

-Cefalea o dolor de cabeza intenso (44%)

-Depresión, ansiedad

-Dermatitis

-Dificultad para respirar (24%)

-Dolor abdominal

-Dolor de pecho

-Falta de concentración

-Hormigueo en músculos

-Insomnio

-Mareos

-Orina espumosa (Alteración de la función renal)

-Palpitaciones

-Pérdida de cabello (25%)

-Pérdida de la memoria

-Poliartralgias (Dolor de varias articulaciones)

-Polimialgia (Dolor de varios músculos)

-Sudoración nocturna

-Tinnitus o zumbido de uno o ambos oídos

-Tos persistente

Como mencioné anteriormente, muchos de estos síntomas pueden ser causados por otras enfermedades, por deficiencias vitamínicas o factores externos. Pero, a través de estudios recientes se han ido documentando como consecuencia de Long Covid. Por consiguiente, lo recomendable es no dejarlas pasar por alto.

En artículos anteriores comenté de la importancia de acudir a una revisión médica posterior a un cuadro de Covid-19, por leve que éste fuera. Desafortunadamente, los pacientes que cursaron con manifestaciones clínicas leves o asintomáticas, no acudieron a revisión. En la actualidad, quienes padecieron covid-19 pueden estar presentando algún síntoma de los antes referidos y no relacionarlo con dicha enfermedad porque ya fue superada. Siendo así que se puede estar enfermo de Long Covid y no atenderse oportunamente.

En consecuencia, cabe destacar que, si se tiene alguno de estos síntomas acuda a valoración médica. Si no tienes ninguno de estos síntomas, pero estuviste enfermo de Covid-19 con manifestaciones graves o leves, debes acudir a un chequeo médico rutinario al término de la enfermedad y cuando menos, una vez al año de forma posterior. Asimismo, es importante NO AUTOMEDICARSE.

Deja tu salud en manos de los expertos.

 

<b>Dr. Carlos P. Baquedano Villegas</b>

<b>Especialista en Medicina Familiar</b>

 

Cancún, Q, Roo, México a 01 de Noviembre del 2022

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Bibliografía:

1. ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD (OMS)

2. TEC DE MONTERREY




sábado, 1 de octubre de 2022

ME VA A REGAÑAR EL DOCTOR

En muchas ocasiones experimento frustración al ver cómo los pacientes con enfermedades crónico-degenerativas no siguen un adecuado cuidado en el control de su salud, e incluso intentan engañarme respecto al apego de su tratamiento farmacológico y no farmacológico, sin darse cuenta que se engañan a sí mismos y que son ellos mismos quienes sufrirán las consecuencias de su proceder.

Pudiera parecer algo exagerado, pero por experiencia propia a lo largo de tantos años de ejercicio profesional, les aseguro que no es así. En la práctica médica he podido observar durante el interrogatorio de la consulta que hay personas que en sus respuestas omiten, olvidan o no quieren decir información precisa de lo que realmente viven, y peor aún, responden lo contrario a la realidad. Y esto lo puedo constatar porque no coincide con la evaluación física que en ese momento realizo, ni con los resultados de laboratorio.

Ejemplo de esto me sucede cuando le preguntó al paciente diabético ¿comió sus alimentos como debe ser? ¿Evitó consumir alimentos chatarra incluidos refrescos embotellados? ¿Tomó sus medicamentos como se los indiqué? ¿Hizo ejercicio? Y me responde afirmativamente. Sin embargo, sus análisis clínicos refieren todo lo contrario. Una falsa creencia de tienen algunas personas es que para evitar ser descubiertos de su falta de cuidado en su salud, hacen ayunos prolongados antes de realizarse una prueba de glucosa en ayuno y mostrar así niveles normales de azúcar en sangre. Pero lo que desconocen es que la hemoglobina glucosilada que mide el promedio de glucemia demuestra una elevación importante de la glucosa, la cual no concuerda con la glucosa en ayuno. De esta manera, queda en evidencia el paciente y se descartan sus respuestas.

¿Qué sucede entonces? Pueden ser varias situaciones.

La primera situación es que el paciente no diga la verdad por temor a ser reprendido por el médico, lo cual es un gran error, pues los médicos no somos sargentos sino más bien facilitadores en preservar la salud de las personas. Siendo así que el regaño no es la manera más adecuada de educar en salud. Además, mentir o decir verdades a medias, no le permite al médico tener un panorama real del comportamiento de la enfermedad y hacer los ajustes necesarios para lograr el control de la misma. El médico al no tener toda la realidad concerniente al padecimiento, puede deducir que el medicamento prescrito no está funcionando, cuando lo cierto es que no se cumplen las indicaciones pertinentes en el tratamiento no farmacológico (dieta y ejercicio). Por consiguiente, la mejoría en el paciente se hace más retardada, al tener quizá que modificar el medicamento cuando no era necesario.

A mis pacientes acostumbro decirles que les puedo recetar la medicina más efectiva, la más cara, la más novedosa. Asimismo, les recalco que ni el mejor medicamento funcionará si no se siguen al pie de la letra las indicaciones tanto en el tratamiento no farmacológico como en la dosificación correcta.

La segunda situación es que el paciente sabe que está cometiendo errores en su plan alimenticio o tiene hábitos alimenticios inadecuados, mismos que acrecientan su padecimiento. Entre éstos se pueden citar por ejemplo, comer muchas frutas cuando tiene diabetes pensando que eso es sano, o bien, no procurar horarios específicos para ingerir alimentos, así como tener ayunos prolongados que sólo alteran el metabolismo.  Un error común es no cenar para bajar de peso, práctica incorrecta pues no se logra bajar de peso y sí se sufre descontrol metabólico o incluso aumento de peso. Lo más adecuado es tener la asesoría de un nutriólogo o del mismo médico en relación a la alimentación.

Una tercera situación es tomar el medicamento al libre albedrío sin respetar lo prescrito por su médico. Y lo peor es pensar que no pasa nada, lo cual es una total equivocación. Cada medicamento tiene una composición, propiedades y acción terapéutica específicas, que para lograr una acción eficiente en el combate de la enfermedad debe administrarse apropiadamente, según la prescripción del médico.

Sucede también que hay medicamentos que tienen indicaciones adicionales en su uso, que el médico toma en cuenta al valorar el contexto integral de la enfermedad. Tal es el caso de las estatinas que se utilizan en colesterol y triglicéridos elevados. Este medicamento se debe tomar de noche ya que utilizarlo de día o de tarde no tiene efecto por la función de nuestro cuerpo.

Otro ejemplo son las hormonas utilizadas en el hipotiroidismo que se deben tomar en total ayuno y no comer nada en 1 hora de forma posterior para que funcionen.

También tomar medicamentos para gastritis junto con medicamentos para enfermedades crónicas puede limitar la absorción de éstos últimos. Lo indicado es leer las recetas para entender las indicaciones y en caso de dudas, preguntar al médico recetante que explique cómo usar el medicamento. 

Vale comentar que, en algunas ocasiones, la limitación de la visión, el no saber leer e incluso la mala letra del médico pueden ser factores que contribuyan al mal uso de los medicamentos.  Con respecto a esto, las redes de apoyo (familia o personas a cargo de los enfermos) ayuden en la correcta utilización de los medicamentos acorde a lo que dice la receta, haciendo especial énfasis en esto en los adultos mayores.

Una cuarta situación es aquella que se presenta cuando el paciente subdosifica sus medicamentos. ¿Qué es esto? En algunas ocasiones, por el costo elevado de los medicamentos o citas prolongadas institucionales, el paciente disminuye la cantidad de medicamento a tomar o aumenta los tiempos entre toma y toma con la finalidad que le alcance hasta la próxima visita al médico. Práctica incorrecta pues al disminuir la dosis o espaciar su toma es muy probable que los medicamentos no surtan el efecto debido.

Una quinta situación es que el paciente no tome su medicamento. En ocasiones al sentirse bien, sin síntomas, suspende su medicamento pensando que así deja descansar su cuerpo, por el miedo a que se le daño el hígado o los riñones, o  simplemente decidir  que no necesita tomarlo porque ya se siente bien. Sin embargo, enfermedades como la Hipertensión Arterial cursa asintomática de forma peligrosa lo que nos hace pensar que no hay problema y no se requiere de ninguna medicina. También se presenta el escenario de que cuando se logra un control de la enfermedad al tomar los medicamentos, las automediciones dan resultados estables o dentro de parámetros aceptables, por lo que se opta por dejar los medicamentos, cuando la realidad es que no se deben suspender para continuar con ese buen control. Me ha tocado ver ocasiones pacientes institucionales con cita prolongadas a los cuales se les acaba el medicamento antes de consultar (la mayoría de las instituciones otorga medicamento mensual) y dejan de tomar la medicina, ya sea por no querer o no poder comprarla.

El cuidado de la salud no es únicamente obligación del médico.  Es una responsabilidad compartida y los beneficios o consecuencias del adecuado control, son para el paciente.

Como mencioné anteriormente, los médicos no somos crueles verdugos, somos facilitadores en el cuidado de la salud, donde aportamos los conocimientos adquiridos y el paciente debe cumplir a pie cabal las indicaciones otorgadas. 

En México, el 23 de octubre se conmemora el día del médico, así que aprovecho este espacio para felicitar a mis colegas de esta noble profesión.

 

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Q, Roo, México a 01 de Octubre del 2022

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