La
INFLUENZA es una enfermedad viral febril aguda que afecta principalmente la
nariz, la garganta, los bronquios y ocasionalmente los pulmones. Es llamada
también Gripe Rompe-huesos o Gripe Estacional (se presenta en Otoño-Invierno)
aunque pueden existir brotes en cualquier época del año.
Existen 4 tipos de virus de la
Influenza: Tipo A, Tipo B, Tipo C y Tipo D. Los tipo A y B son los causantes de
las epidemias estacionales.
La Influenza A es causada por una familia de virus llamada Orthomyxoviridae. Estos virus, año con año mutan (cambian su estructura genética) por lo que la enfermedad se repite en forma cíclica, de tal manera que es necesario vacunarse cada año.
La Influenza A es causada por una familia de virus llamada Orthomyxoviridae. Estos virus, año con año mutan (cambian su estructura genética) por lo que la enfermedad se repite en forma cíclica, de tal manera que es necesario vacunarse cada año.
Los
síntomas que observamos en la Influenza son:
-Fiebre
de aparición súbita, mayor 38 grados celsius, la cual es de difícil control.
-Dolor
de cabeza intenso, con la sensación que la cabeza te va a reventar.
-Dolores
musculares, especialmente en espalda, brazos y piernas. El paciente se siente
débil y con dolor para moverse.
-Escalofríos
y sudoración.
-Estornudos
frecuentes acompañados de rinorrea (flujo nasal) la cual es hialina
(transparente).
-Tos
persistente y seca, algunas veces en forma de accesos.
-Dificultad
para respirar. El paciente siente falta de aire, lo que condiciona que respire muy
rápido (taquipnea).
-Dolor
de garganta (odinofagia) con la sensación de que no se puede deglutir (tragar)
alimentos e incluso líquidos.
-Diarrea,
la cual es transitoria y se autolimita (se quita sola). También se pueden
presentar vómitos.
La
influenza dura aproximadamente una semana y la intensidad de sus síntomas va a
depender de la virulencia (cantidad de virus en el organismo), las condiciones inmunológicas
del paciente y su estado de salud previo.
En la mayoría de las personas, la influenza
desaparece sola. Sin embargo, cabe destacar que dicho padecimiento,
tanto en el curso normal de su
misma evolución, así como en las complicaciones que pudieran derivarse de
ello, puede resultar mortal si no se le
da el seguimiento y atención adecuados. Entre las personas con mayor riesgo de
presentar complicaciones de la influenza se incluyen:
-Niños pequeños, de menos de 5 años y, en
particular, aquellos menores de 2 años
-Adultos mayores de 65 años
-Residentes de casas de reposo y otros centros de
atención médica a largo plazo
-Embarazadas y mujeres puérperas hasta las dos
semanas después del parto
-Personas con el sistema inmunitario debilitado
-Personas que padecen enfermedades crónicas, como
asma, enfermedades del corazón, enfermedades renales y diabetes
-Personas muy obesas, cuyo índice de masa corporal
(IMC) es igual a 40 o mayor
La complicación que con mayor frecuencia se
presenta es la Neumonía, la cual es la causa más común de las defunciones de
los pacientes que han padecido influenza.
Esta
patología pone nerviosos a los médicos y a la población en general cuando se
hace presente en forma masiva, con un gran número de pacientes hasta el grado
de convertirse en epidemia. Sin embargo, a pesar de que puede ser una
enfermedad peligrosa e incluso mortal, es importante no caer en pánico. Por tal
motivo es importante no automedicarse y mucho menos tomar antibióticos.
Es
inadecuado tomar antivirales y antibióticos por presentar síntomas iniciales de
influenza. Esta decisión terapéutica únicamente la utilizan los médicos en
hospitales en casos de Neumonias de tipo mixto (virus con bacterias).
El
tratamiento antiviral no se da a todos los pacientes que padecen influenza. El
antiviral se debe otorgar a las personas con mayor riesgo de presentar
complicaciones.
El
Oseltamivir es en la actualidad el tratamiento de elección para la Influenza, y
como ya he mencionado, este medicamento únicamente debe ser recetado por un
médico. Existen también otro tipo de medicamentos como el Zanamivir y Peramivir
que también pueden ser utilizados. Este último no se encuentra disponible en
México.
En síntesis, la Influenza es una enfermedad a la que todos estamos expuestos, misma que puede ser mortal en grupos vulnerables y la cual se debe dejar para la atención por los médicos. El cuidado de la salud es un compromiso compartido.
Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Con
respecto a las vacunas, las compañías que las
fabrican cultivan las cepas que produce la enfermedad en el año para fabricar
las vacunas que se aplicaran el próximo año, de tal manera que las vacunas, no
son molecularmente idénticas cada año. Por tal motivo, la vacunación debe ser
anual, en especial para los grupos con factores de riesgo para complicaciones
previamente mencionados y al personal de salud.
En la actualidad, las vacunas se cultivan utilizando huevo de gallina, por lo que las personas que
son alérgicas al huevo no se deberán aplicar esta vacuna.
En las redes sociales se han difundido rumores sobre que las
vacunas aplicadas por el gobierno no son ciertas, que sirven para control de
natalidad y otra serie de falsedades que no tienen un fundamento científico. La
Influenza es real y las vacunas ayudan, pues aunque es posible que a pesar de
haberte vacunado sufras la enfermedad (recordemos la mutación del virus), el
estar vacunados puede disminuir de forma importante el riesgo de una epidemia.
Tenemos la obligación de vacunarnos.
Pero si a pesar de cumplir con la vacunación, la enfermedad
se hace presente, existen una serie de medidas que debemos realizar para evitar
el contagio de las personas que están a nuestro alrededor:
-Lavar las manos con agua y jabón de forma frecuente. El gel
alcoholado puede ser una opción, pero es preferible el agua y el jabón. De
igual manera se debe evitar el saludo de manos.
-Cubrir la nariz y la boca con un pañuelo (preferentemente
desechable) al momento de toser o estornudar. Después de su uso, este pañuelo
se debe desechar.
-El uso de cubrebocas es una excelente medida preventiva. El
modelo N95 es el más seguro, sin embargo se ha demostrado que hasta un simple
cubrebocas desechable puede ser de gran utilidad.
-La saliva viaja a través del estornudo o la tos hasta un
metro de distancia, por tal motivo no se debe toser frente una persona. Así
mismo, los besos, los abrazos pueden facilitar el contagio.
-La ropa contaminada, los cubrebocas, los pañuelos, deben ser
manejados para su desecho o lavado según sea el caso con mucho cuidado.
-El virus puede sobrevir en el medio ambiente hasta una hora
en las gotas de saliva que se expulsan al toser o estornudar, por lo que la
manipulación de objetos contaminados puede ser fuente de contagio. Como ejemplo
teléfonos celulares, Tablet, teclados de computadoras, manijas de puertas,
llaves de lavabo, asas o agarraderas de muebles como los refrigeradores u
hornos de microondas, controles remotos, juguetes y cualquier objeto que pueda
estar expuesto.
Los virus de la influenza se
destruyen en temperaturas superiores a los 75 grados Centigrados.
Los productos de limpieza del
hogar comunes también pueden matar los virus de la influenza, incluidos los
productos que contienen: cloro, peróxido de hidrógeno, detergentes (jabón), yodóforos
(antisépticos a base de yodo), alcoholes. Los aerosoles y sustancias
antisépticas embotelladas para aplicación directa pueden ser una buena opción.
En síntesis, la Influenza es una enfermedad a la que todos estamos expuestos, misma que puede ser mortal en grupos vulnerables y la cual se debe dejar para la atención por los médicos. El cuidado de la salud es un compromiso compartido.
Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar
Cancún, Quintana Roo, México.
Agosto del 2018
Bibliografía:
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