Llega la temporada de lluvias y consigo trae acumulación de agua, que por
consiguiente da lugar a la presencia de moscos e inevitablemente a la aparición
de enfermedades transmisibles por vectores.
Se llaman vectores a un organismo vivo que transmite un agente infeccioso
de un animal infectado a un ser humano o a otro animal.
Los vectores suelen ser artrópodos como por ejemplo los mosquitos, moscas,
chinches, garrapatas, moscas, pulgas y piojos entre otros.
Entre las enfermedades transmitidas por vectores, de manera más común
encontramos el DENGUE, ZIKA, CHICONGUYA, ENFERMEDAD DE CHAGAS, LEISHMANIASIS,
MALARIA O PALUDISMO, ESQUISOSTOMIASIS, FIEBRE AMARILLA, RIKCTTESIA O FIEBRE DE
LA MONTAÑA, ENFERMEDAD DE LYME, entre otras.
El motivo del presente artículo es dar a conocer las acciones que como
ciudadanos debemos realizar para la prevención o limitación de brotes de estas
enfermedades, enfocándonos especialmente en las producidas por moscos.
Como mencioné al principio, con la llegada de las lluvias existe un
incremento en la población de vectores. Parece obra de magia, pero
inmediatamente después de la primera lluvia aparecen una gran cantidad de
mosquitos.
Esto es debido a que los mosquitos hembra colocan sus huevos en lugares
húmedos como hojas, charcos, oquedades naturales o recipientes con agua. Sin
embargo, al secarse estos sitios, los huevos se comportan como semillas, esto
es que pueden permanecer en estado de latencia durante seis meses o un año
antes de eclosionar.
Con la primera lluvia, los huevos en latencia entran en contacto con el
agua y se activa el proceso de incubación hasta que aparecen las larvas, que se
convierten a su vez en crisálidas que finalmente se desarrollan en moscos.
El tiempo de evolución desde el inicio de la incubación de los huevos hasta
el mosco adulto tarda entre 5 a 7 días.
Sabiendo esto, lo primero que tenemos que hacer es desechar aquellos
objetos o espacios que puedan acumular agua.
Desde una simple tapa de refresco hasta grandes reservorios en donde se
encuentre agua acumulada que permita la proliferación de mosquitos.
Habitualmente existen campañas de descacharrización por parte de las
autoridades, en la cual recolectan cacharros, ollas, recipientes, llantas,
reservorios que sean de desecho, pero que puedan servir como contenedores de
agua.
En nuestro hogar debemos hacer inspecciones para detectar esos lugares u
objetos que puedan tener agua estancada, como lo son comederos o bebederos de
mascotas, floreros, plantas que viven en agua, fuentes, entre otros.
Con respecto a las plantas que viven en agua, la recomendación es poner
peces que impidan el ciclo de desarrollo de los moscos desde huevos hasta su
etapa final.
De igual manera, un lugar al que poco acudimos es el techo de los
domicilios. Ahí puede existir acumulamiento de agua por goteras o drenajes
pluviales obstruidos por hojas u otros tipos de basura. Incluso, puede haber
recipientes olvidados que recolecten agua de lluvia y servir como criadero de
moscos.
Inevitablemente, a pesar de las campañas y las acciones que se realicen
para descacharrizar, los moscos aparecerán con las lluvias.
Pero recordemos que no todos los moscos son vectores de enfermedades,
aunque desafortunadamente es muy difícil diferenciar a simple vista cuáles son
los peligrosos.
Los mosquitos tienen un tiempo de vida diferente entre machos y hembras.
Los primero viven aproximadamente 10 días y las hembras tiene una sobrevivencia
de 40 a 60 días. Incluso pueden sobrevivir sin consumir alimento.
A los mosquitos les gustan los lugares oscuros, por lo que habitualmente
los encontramos en los closets, detrás de aparatos electrónicos fijos, en la
parte posterior de los muebles, entre libros, en esos lugares en los cuales
acostumbramos guardar cosas y que usamos de manera poco frecuente.
Es en estos sitios en donde se puede utilizar insecticida, teniendo el
cuidado de usarlo cuando no haya personas cerca, en especial niños, personas
con enfermedades respiratorias o alergias y adultos mayores.
Cuando un miembro de la familia se enferma de Dengue, habitualmente 1 o 2
semanas después otro miembro de la familia se enferma y esto es debido a que el
mosco permanece oculto en los lugares mencionados, por lo que se deben tomar
medidas preventivas como la fumigación desde el primer día que exista un
paciente con esta enfermedad.
Así mismo es necesario mantener al paciente aislado de los moscos, mediante
el uso de repelente o pabellones.
Los miriñaques o mallas de alambre o plásticas en las ventanas son una
medida de prevención muy útil para evitar que los moscos entren a nuestro
hogar. Lo mismo aplica para lámparas trampa de moscos, citronela, esencias de
limón y clavo, vinagre, el aceite de eucalipto y repelentes químicos de moscos.
Con respecto a estos últimos, el repelente es algo que podemos utilizar en
lugares públicos o sitios en donde estemos expuestos a la picadura de moscos.
Al utilizar repelentes es importante tener en cuenta que debemos emplearlos
en la cantidad adecuada, tal como indica el rótulo. Aplicarlos únicamente en la
forma que se indica en la etiqueta. Lavarse las manos luego de aplicar el
producto. Mantener el producto lejos del alcance de los niños y en su envase
original.
Los mosquitos se sienten atraídos por el dióxido de carbono y por el ácido
láctico. Por tanto, suelen picar más a los adultos que a los niños, ya que
emiten más dióxido de carbono al respirar, así como a las embarazadas y a las
personas más altas, quienes emiten más ácido láctico.
También son más propensos, en un 85%, a recibir piquetes de moscos, las
personas que tienen grupo sanguíneo O, ya que este tipo de sangre proporciona
una mejor nutrición a los mosquitos en comparación con los tipos A o B.
Prevenir, eliminar y erradicar los vectores es una batalla en la cual todos
debemos participar en beneficio de nuestra salud.
Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar
Cancún, Quintana Roo, México. 01 de Julio del 2024
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