Llega el calor y con él, la necesidad de estar en contacto constante con el agua, con baños frecuentes, en regadera, albercas o en el mar, según sea el caso.
Pero junto con este aumento de contacto con el agua, también se hacen presentes
los TAPONES DE CERUMEN que se forman en el oído, siendo sumamente molestos,
provocan que las personas que lo padecen no escuchen o tengan disminuida su
capacidad auditiva y ocasionalmente dolor de oído
El cerumen, cera o cerilla es una sustancia amarillenta y cerosa secretada
por el conducto auditivo humano y el de muchos otros mamíferos, cuya función es
la de proteger al oído de los agentes externos.
Es de consistencia oleosa (aceitosa) y su función consiste en atrapar bacterias,
polvo, líquidos o insectos pequeños como arañas, hormigas o cucarachas que se
puedan introducir al oído mientras la persona duerme. Así mismo, tiene sabor
amargo que actúa como repelente para los insectos.
Como podemos darnos cuenta, el cerumen tiene una gran función protectora para
nuestros conductos auditivos, por tal motivo, es importante que permanezca en
el interior de los mismos.
Sin embargo, por cuestiones de higiene, se tiene la costumbre inadecuada de
limpiar los oídos con objetos metálicos, plástico o hisopos de algodón.
Los objetos metálicos o plásticos pueden causar lesiones en la mucosa, que
es la piel que recubre el conducto auditivo, lo que en contacto con un cerumen
que contiene polvo puede causar infecciones en el oído externo.
De igual forma, los hisopos de algodón, empujan hasta el fondo del oído el
cerumen y se acumula de manera excesiva. Estos isopos en ocasiones pueden
desprender su cubierta de algodón y alojarse en el fondo del conducto. Por tal
motivo no es recomendable su uso.
Entonces ¿Cómo se forma el tapón de cerumen en los oídos?
En algunas personas, las glándulas pilosas del conducto auditivo producen
más cerumen de lo que el oído es capaz de eliminar fácilmente. Este cerumen
adicional llega a endurecerse en el conducto auditivo y bloquear el oído,
causando compactación, condición que se complica al usar hisopos de algodón.
Otra circunstancia que forma el tapón de cerumen es al estar en contacto
constante con agua (en el baño, piscina o mar), el cerumen se hidrata y en
consecuencia se hace más grande, provocando una molestia intensa. Cuando se
sumerge en el agua al momento de nadar o bucear, la presión atmosférica
aumenta, provocando se empuje hasta el fondo el cerumen acumulado.
Cierto es que va a depender de la condición genética de cada persona la
cantidad de cerumen que el oído produzca, de manera tal que los tapones no se
producen por falta de higiene como comúnmente se piensa, sino más bien es una
situación particular.
Después de producido el tapón de cerumen, es muy común que la persona que
lo padece busque atención médica inmediata para su resolución, situación que se
vuelve más urgente cuando este tapón de cerumen va acompañado de otalgia (dolor
de oído).
En ocasiones, en medio de la desesperación, el paciente se introduce
objetos al oído para extraer el cerumen, se aplica calor local o agua
oxigenada, pero esto, en lugar de ayudar, complica más el cuadro clínico.
Doy como ejemplo el uso de velas o conos para el oído que a través del
calor local provocan la extracción del tapón de cerumen. Desafortunadamente es
poca su utilidad y alto el riesgo ya que un uso inadecuado puede causar
quemaduras en el en tímpano con lesiones irreversibles. Por tal motivo, tampoco
es recomendable su uso.
¿Qué debo hacer si tengo un tapón de cerumen?
Definitivamente la solución es acudir al médico, quien a través de una
otoscopía directa puede determinar la causa del tapón de cerumen y su
tratamiento.
¿Cómo que la causa? ¿A caso no el tapón de cerumen es el causante? Pues
fíjense que no.
En mi práctica profesional he encontrado insectos muertos o residuos de
fibras de algodón que el cerumen ha encapsulado y que condicionan el tapón.
Después del examen médico, el médico determina si puede extraerlo de manera
inmediata o posterior a la aplicación de aceite mineral.
Para extraerlo, se puede realizar un lavado ótico, el cual es de suma
importancia se realice con agua tibia a fin de evitar vértigo en el paciente.
De igual manera, se puede eliminar con cucharillas óticas o pinzan óticas,
conocidas también como pinzas de caimán.
Pero es importante recalcar que este es un procedimiento exclusivamente
médico y que no cualquier persona puede realizar cualquiera de estos
procedimientos, ya que la impericia y el desconocimiento de la anatomía del
conducto auditivo pueden provocar lesiones en la mucosa o del tímpano, siendo
la más grave la ruptura del tímpano.
Entonces, ¿Cómo debo cuidar mi oído?
Es importante recordar que el oído está protegido por el cerumen, de manera
tal que no se limpia y mucho menos introduciendo objetos en el conducto
auditivo.
Por ningún motivo se recomienda el uso de hisopos de algodón para el oído.
Se puede limpiar el excedente de cerumen que sale del conducto auditivo con
una toallita húmeda o con una toalla después del baño en el área de las orejas.
En el caso de los pacientes con recurrencia de tapón de cerumen, se les recomienda
el uso de tapones de goma el momento del baño o de nadar.
Disminuir el uso excesivo de audífonos que se introducen en el conducto
auditivo, como lo son aquellos de tecnología In-Ear.
No acudir con empíricos para que te extraigan el tapón de cerumen.
Es inevitable en ocasiones padecer de tapón de cerumen, pero si son
evitables las complicaciones al oído o al tímpano por una técnica inadecuada
para su retiro.
Deja tu salud en manos de los expertos.
Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar
Cancún, Quintana Roo, México. 01 de Junio del 2024
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