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viernes, 1 de septiembre de 2023

COCAINA, FENTANILO Y OTRAS HISTORIAS DE TERROR

Desde que era niño he visto con tristeza que grandes personas han perdido lo más por lo menos; de igual forma, brillantes futuros se han vuelto oscuras sombras que terminan en muerte y cómo familias completas se han desintegrado, con pérdidas económicas, de interrelación y dinámica.

 Las drogas, son y serán la mejor forma de echar a perder una vida.

No existen drogas más fuertes o más peligrosas, todas afectan en mayor o menor proporción. Y en esto refiero no sólo a las mortales y prohibidas, sino incluso a las socialmente permitidas.

Pero el tema que hoy me ocupa, va relacionado en como en la actualidad se va generando muerte de una forma más precoz en las personas que utilizan estupefacientes.

En nuestro actuar médico, los profesionales de salud en algún momento nos hemos tenido que enfrentar a casos de sobredosis, que la verdad, requieren un gran esfuerzo poder solventar. Sin embargo, en últimas fechas, los casos de sobredosis mortal se han incrementado exponencialmente, pues es más frecuente recibir en los servicios de urgencias casos de personas intoxicadas en severidad con un alto grado de desenlace fatal.

Y todo esto sucede porque se están mezclando drogas con la finalidad de aumentar la obtención del efecto propio de estas sustancias con menor cantidad y generar más adicción. Una verdadera industria de la muerte, que cada vez se vuelve más poderosa e imparable, poniendo en riesgo a las personas consumidoras, que desafortunadamente son cada vez más y más jóvenes.

En la actualidad, la combinación más común es la del fentanilo con la cocaína. Por tal motivo, es importante estar informados con respecto a esto para prevenir desde nuestro núcleo familiar. Esta información se otorga actualmente en muchas escuelas, pero todos debemos estar involucrados para trabajar en esta prevención. Y es importante recalcar, que no es un problema que sólo atañe a las grandes ciudades, esto ha rebasado fronteras y hasta en las poblaciones más apartadas.

¿Qué es el FENTANILO?

Acorde a lo referido en la Secretaría de Salud del Gobierno de México, el FENTANILO es una sustancia potencialmente adictiva desde la primera vez que se usa y en dosis relativamente moderadas puede tener efectos graves en la salud y ocasionar la muerte.

Es un opioide sintético con efecto similar a la morfina. Fue diseñado originalmente como medicamento para tratar el dolor intenso en casos de cirugía o para controlar este síntoma difícilmente tratable con otras sustancias en enfermedades graves como cáncer con metástasis o padecimientos neurológicos. Es cien veces más efectivo que la morfina y 50 veces más que la heroína.

Su uso médico es en forma oral, inyectable o en parches. El de uso ilegal viene en múltiples presentaciones como polvo blanco, pastillas, cápsulas y dulces, y con diferentes nombres.

Por su potencia, y debido a que no es posible detectarlo por su aspecto y por su olor, es una sustancia atractiva para las personas que se dedican al tráfico de sustancias psicoactivas.

Pequeñas porciones de Fentanilo son suficientes para producir una gran cantidad de pastillas; por ejemplo, un kilogramo permite producir 1 millón de pastillas, con ganancias monetarias exorbitantes.

El Fentanilo puede administrarse por diversas vías, ya sea intravenosa, intramuscular, transdermal, intranasal y en el espacio intratecal.

Los efectos más comunes del Fentanilo son:

Euforia (menos notoria con respecto a la heroína y morfina).

Confusión.

Depresión respiratoria (puede llevar a fallo respiratorio).

Somnolencia.

Náuseas.

Perturbaciones visuales.

Discinesia (movimientos musculares involuntarios e incontrolados).

Alucinaciones.

Delirio.

Analgesia.

Constipación.

Íleo narcótico (falta temporal de las contracciones musculares intestinales).

Rigidez muscular.

Constipación.

Dependencia o adicción.

Pérdida de la consciencia.

Hipotensión.

Coma

Muerte

Ahora conozcamos sobre la cocaína.

La cocaína es una droga de tipo opioide que se produce a partir de las hojas de la planta de coca. Es un potente estimulante cerebral y una de las drogas más poderosamente adictivas. El crack es una sustancia que se fabrica partiendo de la cocaína.

Se vende ilegalmente en dos formas principales: el clorhidrato de cocaína, que es un polvo cristalino blanco, y el crack, que es el clorhidrato de cocaína que ha sido procesado con amoníaco o bicarbonato de sodio y agua para crear una cocaína base, lo que resulta en trozos o rocas.

La cocaína se puede inhalar, frotar en las encías o disolver en agua e inyectarla. El crack se puede fumar. Ambas sustancias producen una sensación de euforia inmediata al inhalarlas, inyectarlas o fumarlas, lo que aumenta la energía y reduce la fatiga.

Los efectos de la cocaína y el crack pueden durar entre una hora o solo unos minutos dependiendo de cómo se consuma. Una vez que los rastros de la droga desaparecen del cerebro, se provoca una especie de resaca que incluye depresión, irritabilidad y fatiga. Fumar cocaína o crack puede producir un comportamiento paranoico particularmente agresivo.

Los signos de consumo de cocaína o crack incluyen:

Inquietud.

Irritabilidad y ansiedad.

Pupilas dilatadas.

Aumento del ritmo cardíaco y la presión arterial (lo que puede ocasionar infartos agudos al miocardio o isquemias cardíacas).

Insomnio.

Pérdida de apetito.

Poca energía.

Menor deseo sexual.

Boca seca.

Hemorragias nasales (epistaxis).

Anosmia o disminución del gusto del olfato.

Poco apetito (hiporexia).

Consumida durante la adolescencia o juventud, la cocaína puede alterar el cerebro en desarrollo y provocar problemas de largo plazo en el comportamiento como una mayor toma de riesgos en la edad adulta. El uso a largo plazo también puede tener consecuencias para la salud mental, lo que puede incluir depresión e incluso demencia. También se puede desarrollar asma o contraer infecciones como el VIH o la hepatitis C por el uso de inyecciones.

Como podemos observar, la combinación de estas dos drogas provoca un gran e inminente riesgo de sobredosis, que puede conducir al coma profundo, por lo cual los pacientes tienen que ser intubados para recibir ventilación respiratoria de tipo mecánico, con un alto riesgo de mortalidad.

En últimas fechas, durante mi práctica profesional, he tenido la oportunidad de platicar con pacientes que han sido intubados por sobredosis, los cuales me comentan no haber usado gran cantidad de droga y que en otras ocasiones incluso, habían consumido mayores cantidades de cocaína sin que hubiese pasado nada grave. Entonces ¿Qué sucedió? La respuesta es sencilla, consumieron cocaína mezclada con fentanilo, lo que potenció el efecto y provocó la sobredosificación. Pero esta historia de terror no termina, pues se han detectado que una sustancia utilizada para estirar el clorhidrato de cocaína es el CARFENTANILO, un opioide extremadamente fuerte cuyos efectos son 10,000 veces más fuertes o más que la heroína o el fentanilo.

El reconocimiento de los signos de una sobredosis por opioides puede salvar una vida. Estas son algunas de las cosas que se deben observar:

Pupilas pequeñas, contraídas, como de punta de alfiler

Quedarse dormido o perder el conocimiento

Respiración lenta, débil o sin respiración

Sonidos de atragantamiento o gorjeos

Cuerpo flácido

Piel fría o húmeda y pegajosa

Manchas en la piel (especialmente en los labios y las uñas)

Las drogas matan y ahora, lo hace más rápidamente. Es nuestra obligación estar informados para prevenir, para detectar y cuidarnos.

 

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México a 01 de septiembre del 2023

 

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Bibliografía

 

Fentanilo, sustancia con alto potencial adictivo;en baja cantidad puede ocasionar la muerte 

¿Qué dice la ciencia sobre las sustancias psicoactivas? Fentanilo. Hoja de datos

Cocaína y Crack: lo que las Familias Deben Saber

La DEA advirtió que la mezcla de fentanilo y cocaína es "cada vez más frecuente

Datos sobre el fentanilo

Abuso de sustancias

  




sábado, 4 de mayo de 2019

ADICCION


Cuando se menciona la palabra adicción, inmediatamente se piensa en cocaína, marihuana, alcohol o alguna otra droga de moda. Sin embargo, las adicciones no se refieren únicamente a las drogas permitidas o no permitidas, también existe adicción a la tecnología, juego, sexo, trabajo, música o cualquier otra circunstancia que sea capaz de atraer la atención de una persona a tal grado que la desconecte del mundo que la rodea, que se vuelva indiferente e insensible a la realidad de su entorno porque simplemente para ella deja de existir o tener relevancia, sin importarle que disminuya su productividad o deje de cumplir sus responsabilidades, ya que dicha adicción ocupa todo su tiempo.
Es así como, sin darte cuenta, las adicciones se van apoderando de ti y tu voluntad, y aunque algunas parecen inocuas, llegan a afectar de forma significativa tu vida.
Pero en esta ocasión, hablemos de la adicción a las drogas, un tema que aunque parezca muy trillado, vale la pena reflexionar acerca de una situación que está cada vez más incidente en nuestra sociedad actual, lo cual me lleva a plantear la siguiente interrogante:
¿Por qué a pesar de que existe mucha información sobre el uso y abuso de las drogas, pues es un tema vigente en los ámbitos escolar, institucional, no gubernamental e incluso en las redes sociales y en el internet, las personas desde muy temprana edad consumen drogas?
Y es que ahora se ha vuelto más común conocer o enterarnos que niños y adolescentes, tristemente son víctimas de las drogas.
Existen varias condiciones que favorecen su inicio en el uso:
CURIOSIDAD. El ser humano tiene por naturaleza experimentar para aprender, por lo que desarrolla una curiosidad innata. En la niñez y adolescencia una característica propia del desarrollo es cuestionar hasta quedar convencidos de algo. Entonces cuando en la escuela o en la familia se habla de los efectos negativos de las drogas, algunos niños o adolescentes, quizá un poco más rebeldes,  no lo creen y les gana esa curiosidad por experimentar si en realidad es cierto todo lo que se dice al respecto.
ACEPTACIÓN SOCIAL. Los niños mayores (preadolescentes) y adolescentes, andan en una búsqueda de identidad y aceptación en sus grupos de amigos y compañeros de escuela. Es por eso que vemos que cambian a diferentes estilos de peinados, vestimenta, gusto musical e incluso lenguaje. Es en esa búsqueda de aceptación social y pertenencia a grupos de amigos de igual o mayor edad, que los niños y adolescentes empiezan a consumir las drogas socialmente permitidas, como son el alcohol y el tabaco. Y esto, a veces es  con la aprobación de los padres.  Sin embargo, cuando existe entre esos grupos de amigos, integrantes que consumen  drogas no permitidas, habitualmente marihuana y pastillas,, los chicos empiezan a consumir también, ya sea por insistencia, presión o retos con la finalidad de no ser rechazados y verse entre iguales.
EVASION DE LA REALIDAD. La descomposición del tejido social, la desintegración de los núcleos familiares por diferentes causas, como lo son las mismas adicciones, la violencia intrafamiliar, el desempleo, la separación de los padres, el abuso sexual, son factores de riesgo predisponentes en el uso de drogas para los hijos. Esta situación dañina en la familia, en la gran mayoría de los casos resulta  difícil de entender y sobrellevar para los niños y adolescentes, quienes se vuelven víctimas directas o indirectas de las circunstancias que viven. Es así que cuando se experimentan rebasados emocionalmente,  para  no pensar en la vida problemática que llevan son presa fácil del consumo y adicción a las drogas, por tener un escape efímero de su realidad y  de alguna manera ya no ser parte de ese ambiente hostil y adverso que deriva de la disfunción familiar.
PENSAR QUE NO HACEN DAÑO. El error más común que existe en los niños y adolescentes  es pensar que las drogas no hacen daño si se consumen por poco tiempo o por pequeñas cantidades, o también porque conocen a personas que las usan y no les pasa nada (aparentemente), de tal manera que bajo la premisa de que no hacen daño, se inicia en un camino que no tiene salida o del cual sólo se puede salir muerto. Por ello, algo que no está en discusión es que las drogas sí hacen daño. En últimas fechas se ha comentado que el uso de marihuana es inocuo. Sin embargo,  la inhalación del humo de este estupefaciente causa daño a nivel pulmonar, como lo es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y por supuesto que también causan daño cerebral por destrucción neuronal.
Como sabemos, y lo podemos constatar a nuestro alrededor, en la familia, amigos, trabajo, las drogas dañan la salud integral de la persona y entre  los efectos nocivos que producen, tanto físicos como psicológicos, se encuentran los siguientes: adicción, abstinencia, deterioro nervioso, aislamiento, autoestima baja, culpabilidad, enfermedades e inmunosupresión, deterioro económico, disfunción familiar y muerte.
ADICCIÓN. Las drogas tienen como característica y consecuencia que son altamente adictivas. El que las consume puede pensar de forma errónea, sólo esta vez, cuando quiera la dejo, yo las domino, etc. Sin embargo, esto es completamente falso, pues el que inicia un camino en el consumo de las drogas tiene  un alto grado de dificultad para abandonarlas.
ABSTINENCIA. De acuerdo a como se ha visto en películas y documentales, se tiene el estereotipo de la persona encerrada en un cuarto comiéndose las uñas, transpirando profusamente, dando vueltas en un cuarto como león enjaulado, como manifestaciones del síndrome de abstinencia a las drogas. Y estas imágenes  no son del todo irreal. Existen niveles de abstinencia que se pueden presentar desde el inicio de la adicción cuando el individuo empieza a experimentar la necesidad imperiosa de consumir drogas al grado de generarle irritabilidad, ansiedad, desesperación, síntomas que desparecen al momento de consumirla, lo que refuerza el pensamiento negativo de que la droga es buena para su cuerpo porque le calma, cuando en realidad, toda esa intranquilidad fue generada por su período de abstinencia.
DETERIORO NERVIOSO. Esto se presenta cuando el consumidor de drogas experimenta problemas con las demás personas que interactúan con él, al no saber manejar situaciones interpersonales que condicionan diferencia o fricción. Presenta dificultad para tener inteligencia emocional, cayendo en discusiones de forma rápida y frecuente por temas menores, piensa que no lo valoran, que no le hacen caso, que todos están en su contra, entre otros pensamientos que lo pueden conducir a la ansiedad o depresión.
AISLAMIENTO, AUTOESTIMA BAJA Y CULPABILIDAD. Son actitudes que pueden coexistir y ser propiciadas por el deterioro nervioso que se describen en párrafo anterior, aunque también se pueden presentar de forma aislada y cualquiera de ellas condiciona la aparición de las demás. Es decir, una persona con autoestima baja puede experimentar culpa por ejemplo de fallarle a su familia y aislarse de su entorno familiar. El consumo de drogas, al interactuar con los valores y principios que se reciben en el seno familiar, causa conflictos internos al individuo y propician que estas actitudes afecten su comportamiento y relaciones con los demás.
ENFERMEDADES E INMUNOSUPRESIÓN. Los individuos que usan drogas tienen un factor de riesgo elevado para padecer enfermedades.  De forma directa causan por ejemplo demencia, paranoia, enfermedades pulmonares, cáncer, entre otras. De manera indirecta se pueden contraer enfermedades durante el uso de las drogas por no estar alertas, como al intercambiar jeringuillas se puede contraer SIDA, hepatitis, enfermedades de transmisión sexual o sufrir accidentes al no tener una conciencia del peligro durante el efecto de las mismas. Asimismo,  las personas que consumen drogas tienen el sistema inmunológico deprimido (inmunosupresión) lo que favorece  contagiarse fácilmente de enfermedades leves o complicadas. Otro factor que favorece la inmunosupresión son los malos hábitos alimenticios que el adicto presenta.
DETERIORO ECONÓMICO Y DISFUNCIÓN FAMILIAR. El consumo de drogas inicialmente puede ser gratuito como una forma de engancharte a ellas. Sin embargo, al paso del tiempo dicha práctica genera un gran gasto económico que deteriora tu economía, la cual a su vez también puede estar disminuida por no tener una buena productividad durante el uso de las mismas. Por consiguiente, una cosa lleva a la otra, consumir drogas exige dinero para adquirirlas, y a mayor consumo mayor gasto económico, que si no se tiene la capacidad laboral para generarlo, o los recursos económicos para costearse, condicionará problemas entre los miembros de la familia. En síntesis una disfunción familiar que no permite una adecuada cohesión entre sus miembros.
MUERTE. Considerada como la etapa final del consumo de drogas, sitio a donde uno puede llegar al estar inmiscuido en su consumo, por situaciones de tipo delictivo, disminución en el estado de alerta que propicia el sufrir accidentes o por deterioro de la salud misma con un desenlace fatal.
En síntesis, las adicciones pueden tener diversos grados de afección de tipo personal, familiar, escolar, laboral y social. Son un camino que no nos conduce a ser mejores y que por el contrario, llevan a  perder-perder cuando se transita en su uso. Y aunque suene trillado: DI NO A LAS DROGAS.

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Q. Roo, México. Enero del 2019