domingo, 1 de junio de 2025

SARAMPIÓN

El sarampión, una enfermedad febril exantemática (por la presencia de fiebre y lesiones de la piel) que se consideraba erradicada en nuestro país, ha sido motivo de noticia y alarma en las últimas fechas por la aparición de nuevos casos en México.

Y esto es debido a que ya se han tenido muertes por está enfermedad en los últimos meses, además de que se ha visto un avance gradual desde la frontera norte hasta el sur de nuestro país.

Para que esta enfermedad tuviera un rebrote, se conjugaron factores que han favorecido su reaparición.

Entre estos factores puedo mencionar la falta de vacunación contra el sarampión en los niños durante la pandemia del Covid-19.

Posterior a esta pandemia, nuestro país sufrió un desastroso manejo en políticas de salud con un desabasto importante de vacunas, situación que hasta el día de hoy prevalece. Y aunque poco a poco ha mejorado, aun se siguen teniendo dificultades para completar los esquemas de vacunación básicos en los menores.

Así mismo, las políticas migratorias de fronteras abiertas en el sur y la facilidad de otorgar residencia a extranjeros sin exigirles esquemas de vacunación han sido otro factor.

La falta de filtros sanitarios y revisión de esquemas de vacunación de visitantes en los puntos de entrada a nuestro país, han venido a colaborar en la importación de enfermedades.

De igual manera, las creencias actuales acerca de las vacunas, tales como, son malas, que son métodos de control del gobierno, de que no son necesarias, han sido también un aliado en la falta de protección a los menores.

Pero hablemos del protagonista de esta historia: El Sarampión.

De acuerdo a la OMS (Organización Mundial de la Salud), el sarampión es una enfermedad vírica sumamente contagiosa que puede afectar a cualquier persona, pero es más común entre los niños.

Se propaga fácilmente cuando una persona infectada respira, tose o estornuda. Puede provocar una enfermedad grave, complicaciones o la muerte.

El sarampión es causado por el virus del sarampión, que pertenece al género Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae.

Al ser un virus, no se cura con antibióticos y es el propio cuerpo el encargado de eliminarlo para lograr la mejoría.

Entre los síntomas que causa el sarampión encontramos:

Fiebre, por lo general alta y de difícil control. Es importante mencionar que, si el paciente no presenta fiebre, aunque tenga otros síntomas de la enfermedad, es muy probable que no se trate de sarampión.

Flujo nasal o rinorrea, el cual se caracteriza por ser amarillo por las mañanas y transparente en el transcurso de la tarde. Con respecto a esto, se tiene la falsa creencia de que al tener moco amarillo necesariamente se deben utilizar antibióticos, pero esto no es así.

Tos, la cual va a depender de la cantidad de moco producido en la vía respiratoria alta o en forma de accesos en los procesos neumónicos.

Ojos rojos y llorosos, síntomas que son característicos de conjuntivitis. Con respecto a esto, es importante mencionar que no es necesario aplicar gotas oftálmicas que contengan antibióticos.

Manchas de Koplik, mismas que se caracterizan por aparecer dentro de la mucosa de la boca, de color blanquecino y que se presentan 2 a 3 días después del inicio de los síntomas.

Eritema o sarpullido del sarampión, mismo que se hace presente 3 a 5 días después del inicio de los síntomas, el cual aparece en la cara y posteriormente se extiende en dirección a la parte inferior del cuerpo de forma gradual. Es en la aparición de este eritema, cuando la fiebre se incrementa.

Ataque al estado general. El paciente que tiene sarampión, se ve y se siente mal de manera importante.

Los medicamentos que se otorgan durante el sarampión son sintomáticos que tienen la finalidad de disminuir las molestias tan severas que esta enfermedad provoca.

Como podemos observar, no existe un tratamiento curativo durante la enfermedad, situación que lo vuelve peligroso, pues al estar el virus en nuestro organismo, se pueden presentar complicaciones que causen muerte.

Entre las complicaciones más graves que se presentan durante la infección por sarampión, se incluyen ceguera, encefalitis (inflamación del cerebro), diarrea grave (que puede causar deshidratación), infecciones del oído y neumonía.

Además, la panencefalitis esclerosante subaguda (PEES), es una complicación neurológica rara pero grave que puede ocurrir años después de la infección.

Así mismo, las mujeres que se enferman de sarampión durante un embarazo pueden tener la complicación de presentar un parto prematuro o que el bebé nazca con bajo peso.

Es importante recalcar, que la gran mayoría de los casos de sarampión se resuelven espontáneamente sin complicaciones, sin embargo, existen factores de riesgo que propician la complicación de esta enfermedad.

Entre estos factores de riesgo para complicaciones se encuentran:

Malnutrición que es condicionada por alimentación deficiente, desnutrición u obesidad.

Inmunosupresión, misma que se presenta en las personas con sistemas inmunológicos debilitados por enfermedades como diabetes, asma, lupus, VIH, leucemia u otros tipos de cáncer, así como tratamientos de quimioterapia o alguna otra enfermedad que cause estado de inmunosupresión.  

Edad. Los puntos opuestos de la vida como son los niños pequeños y los adultos mayores los cuales son más propensos a complicaciones graves.

Como podemos darnos cuenta, el sarampión se parece a muchas enfermedades como dengue, rinofaringitis aguda, rubeola, rociola, varicela en su etapa inicial, enfermedad exantemática transitoria entre otras enfermedades eruptivas por lo que es importante acudir a consulta médica, sobre todo en niños menores y adultos mayores.

No existe tratamiento curativo, pero la vacunación es la mejor medida preventiva por lo que es importante que se tengan los esquemas de vacunación completos.

El esquema de vacunación contra el sarampión en México, y en general, se compone de dos dosis de la vacuna SRP (Sarampión, Rubéola, Parotiditis).

La primera dosis se aplica a los 12 meses y la segunda a los 18 meses o a los 6 años, según el año de nacimiento de la persona (para niños y niñas nacidos antes de 2022 se aplica a los 6 años de edad y para niños y niñas nacidos a partir de 2022 se aplica a los 18 meses de edad).

La segunda dosis puede ser una vacuna SRP (Sarampión, Rubéola, Parotiditis) o una vacuna tetravírica (SRPV), que incluye también la vacuna contra la varicela, pero eso va a depender de la disposición que se tenga en las instituciones de salud.

Estemos atentos, el sarampión es una enfermedad grave la cual puede ser mortal.

 

Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas

Especialista en Medicina Familiar

 

Cancún, Quintana Roo, México. 01 de junio del 2025

 

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