¿Eres de los que se comen una tortillita con sal, el que se toma su michelada para no sentir lo amargo de la cerveza o el que pone sal a sus alimentos sin siquiera haberlos probado? Entonces, este artículo es de tu interés.
Nuestro cuerpo, es una máquina maravillosa y perfecta a la cual nada le
sobra ni le hace falta.
Esto nos permite crecer y desarrollarnos hasta llegar a la muerte como
parte de nuestro proceso de vida.
Sin embargo, a este final al que todos estamos destinados, en muchas
ocasiones se llega de manera rápida por no tener el cuidado de nuestro cuerpo.
Desconocer cómo funciona nuestro organismo, o el sentirnos físicamente sin
malestares, nos impide tener conciencia de la importancia del cuidado y la
prevención.
Por tal motivo, en esta ocasión hablaré de uno de los órganos vitales y
poco valorados de nuestro cuerpo: los riñones; abordando su función, cuidado y
las enfermedades y sustancias que los pueden dañar.
De acuerdo a la literatura descrita en National Institute Diabetes and
Digestive and Kidney Diseases, los riñones son dos órganos en forma de frijol,
cada uno aproximadamente del tamaño de un puño, siendo su tamaño entre 10 a 12
cms en los adultos.
Están ubicados justo debajo de la caja torácica (costillas), uno a cada
lado de la columna vertebral, a nivel de la cintura lumbar.
Se encuentran rodeados por una cápsula fibrosa protectora y grasa
perirrenal e internamente se dividen en: corteza renal (parte externa que
contiene glomérulos y túbulos intersticiales), médula renal (parte interna,
organizada en pirámides renales) y la pelvis renal que es una cavidad en forma
de embudo que recoge la orina y la lleva al uréter.
Los riñones sanos de un adulto filtran alrededor de 120 ml de sangre por
minuto, cantidad que equivale a media taza, eliminando los desechos y el exceso
de agua para producir orina.
La orina fluye de los riñones a la vejiga a través de dos tubos musculares
delgados llamados uréteres, uno a cada lado de la vejiga la cual vejiga
almacena la orina.
La nefrona es la unidad estructural y funcional del riñón, responsable de
filtrar la sangre, producir orina y mantener el equilibrio hídrico y
electrolítico del cuerpo. Los riñones, los uréteres y la vejiga son parte del
tracto urinario.
Las funciones de los riñones son las siguientes:
Filtración de la sangre.
Eliminan desechos de la sangre como lo son la urea, creatinina y ácido
úrico. De hecho, la funcionalidad del riñón se evalúa de manera rápida midiendo
los niveles des estas tres sustancias a través de un examen simple de química
sanguínea. La filtración de la sangre que los riñones realizan, tiene la
finalidad de eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo.
Equilibrio hidroelectrolítico.
También, mantienen la regulación del equilibrio hídrico y electrolítico del
cuerpo a través del control de sodio, potasio, calcio, fósforo, etc. Los
riñones mantienen el equilibrio de agua, sales y minerales en la sangre,
Potencial de Hidrógeno (pH)
De igual manera, otras de sus funciones es el mantenimiento del pH
sanguíneo con la excreción de iones de hidrógeno y reabsorción de bicarbonato.
Sistema Renina – Angiotensina
Regulación de la presión arterial mediante el sistema renina-angiotensina-aldosterona
es una de las funciones más importantes de los riñones. Cuando esta regulación
se afecta, la Hipertensión Arterial Sistémica se hace presente en el cuerpo.
Producción de Hormonas
La producción de hormonas como la Eritropoyetina, que estimula la
producción de glóbulos rojos, el Calcitriol (forma activa de la vitamina D y
que sirve para para regular el calcio) es otra de las funciones de los riñones.
Así mismo, estimulan la médula ósea para crear glóbulos rojos que mantienen los
huesos fuertes.
Purificación de la sangre
Los riñones, son los encargados de la eliminación de la mayoría de los fármacos
(medicinas) y toxinas que circulan en nuestro cuerpo.
Como podremos darnos cuenta, los riñones son los encargados de desechar la
mayoría de las sustancias que se encuentran en nuestro torrente sanguíneo,
purificando nuestro cuerpo. Trabajo que se realiza desde que nacemos hasta el
momento de morir.
Sin embargo, los riñones se dañan no solamente por enfermedades crónico
degenerativas como lo son la Hipertensión Arterial o la Diabetes, sino también
por los malos hábitos alimenticios.
Se considera un daño renal aproximadamente a los 10 años de padecer estas
dos enfermedades mencionadas, tiempo que puede ser menor si existe un mal
control de las mismas.
Algunos medicamentos como lo son los esteroides (conocidos como
cortisonas), antibióticos (como aminoglucósidos, vancomicina), AINEs
(ibuprofeno, naproxeno, etc.) y la quimioterapia se consideran nefrotóxicos
(dañan al riñón) y su uso únicamente debe ser indicado por un médico que
conozca la función renal del paciente.
Y es importante mencionar que la sal es enemiga de los riñones. El consumo
excesivo de esta, provoca daño en la nefrona y en consecuencia un daño en el
filtrado glomerular (disminución de la filtración) que provoca diferentes
grados de deficiencia renal hasta llegar a la insuficiencia renal, etapa final en
la cual el riñón ya no funciona en su filtrado.
La sal, no solo la encontramos en el salero. Está presente en alimentos
embutidos y en conserva, en quesos amarillos (mientras más amarillos, más sal
contienen), en los refrescos embotellados, licores, cervezas y jugos
procesados, así como en alimentos en conserva.
Se recomienda que el consumo diario adecuado de sal por un adulto sano,
debe de ser menor a 5 gramos por día que equivale a media cucharita. Un vaso
escarchado con sal, conocido como vaso michelado, tiene un promedio de 2 a 5
gramos de sal, de manera tal, que con una sola bebida podemos estas consumiendo
nuestra cantidad máxima por día y si a esto agregamos el alto contenido de sal
de las botanas, se rebasa por mucho el consumo permitido por día.
La ingesta de un alto consumo de sal y la presencia de enfermedades como la
diabetes o hipertensión arterial son la mezcla perfecta para un daño renal.
El daño progresivo de los riñones por la combinación de malos hábitos
alimenticios y enfermedades crónico degenerativas, pueden terminar en una insuficiencia
renal, enfermedad irreversible que sólo mejora con un trasplante renal, o se
vive esclavizado con una terapia de diálisis peritoneal o hemodiálisis,
procedimientos costosos y no tan fáciles de realizar.
También existen otras enfermedades comunes de los riñones como lo son las Infecciones
urinarias que inician en la parte distal de la vía urinaria (uretra) y pueden
llegar a los riñones (pielonefritis).
Los cálculos renales (litiasis), que son depósitos sólidos de sales y
minerales que causan obstrucciones o daño de la anatomía del riñón.
La Glomerulonefritis que es una inflamación de los glomérulos y puede dañar
la filtración, es una enfermedad que puede ser causada por bacterias como el
estreptococo, enfermedades autoinmunes como el lupus, síndrome de Goodpasture o
por exposición del riñón a toxinas.
Así mismo, los quistes renales, enfermedad poliquística y el cáncer de
riñón (carcinoma de células renales, principalmente) pueden ser causantes de su
deterioro.
Como podemos darnos cuenta, la función de los riñones en nuestro cuerpo es
de suma importancia, por lo que debemos cuidarlos al extremo con la finalidad
de preservar la salud renal que permita un adecuado funcionamiento de los
mismos, teniendo especial cuidado con el consumo de sal.
Dr. Carlos
Primitivo Baquedano Villegas
Especialista
en Medicina Familiar
Cancún, Quintana Roo,
México. 01 de Septiembre del 2025
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