Llega marzo del 2021 y cumplimos 1 año de que en México inició la pesadilla llamada Covid-19.
Junto con ella, llegaron transformaciones importantes en nuestra dinámica y
estilo de vida, cambios radicales que afectaron por completo la forma en cómo
el mundo realiza sus actividades.
Durante todo este tiempo, científicos, eminencias, corporaciones de salud y
naciones se han dado a la tarea de estudiar esta enfermedad, su comportamiento,
tratamiento y prevención.
Con respecto a este último punto, las vacunas han venido a ser una luz al
final del túnel, un motivo de esperanza para poder vencer esta enfermedad que
tanto daño y pérdidas ha causado en nuestras familias y comunidad.
Pero junto con la llegada de las vacunas, aparecieron las dudas alimentadas
por teorías de conspiración, verdades a medias, desinformaciones y
aseveraciones de personas quienes, sin ser eruditos en el tema, emiten
opiniones con tal seguridad que resultan creíbles por quien lo escuche y peor
aún, siembran incertidumbre incluso en el personal de salud.
En últimas fechas la pregunta recurrente durante el desarrollo de mi
consulta es ¿me debo vacunar o no?
Mi respuesta es SI, explicando a quienes preguntan que las vacunas son
diferentes y en nuestro país se está inmunizando con varios tipos y que de
acuerdo a la vacuna que se aplique, se realiza una serie de preguntas para
saber si se es apto o no para recibir la inmunización.
La notificación de casos adversos y complicaciones posteriores a la
aplicación de vacunas, generan desconcierto y miedo en la población, situación
que viene a reforzar las teorías de conspiración que circulan en las redes
sociales. Sin embargo, debemos tener en cuenta que las complicaciones y efectos
adversos en la aplicación de vacunas es algo que siempre ha existido, pero al
estarse vacunando de forma masiva, la aparición de complicaciones posterior a
la vacunación se encuentran exponencialmente mayor a la de otras vacunas en
general y si a esto aunamos que los ojos del mundo están puestos en el
desarrollo de la vacunación, pues en consecuencia, la presencia de estos
afectos se anuncian con gran estruendo, incrementando el temor de los que
tienen dudas de vacunarse.
Cierto es que no podemos generalizar que se vacune a todos, pues existirán condiciones
de salud o alergias que impedirán su aplicación de forma inmediata o definitiva,
como lo serían haber cursado con Covid-19 en el último mes previo a la
aplicación, alergia a algunos de los componentes de la fórmula de las vacunas o
alguna otra condición de salud en la cual el médico tratante indique que no se
deban vacunar, pero lo cierto es que la vacunación masiva es una excelente
herramienta para detener o disminuir esta epidemia.
De tal manera, que vacunarse es algo que yo como médico recomiendo a mis
pacientes y a los que me preguntan.
Claro es, que en nuestro país no es obligatorio vacunarse y cada quién
decidirá si lo realiza o no, pero también debe existir una responsabilidad
social de realizarla por un beneficio común. Es como en los tiempos de guerra,
muchos son llamados a la milicia, aunque no estén de acuerdo, pero con la
finalidad de salvaguardar a sus connacionales, se participa en ella. Tal vez no
sea el mejor ejemplo, pero si resulta muy gráfico.
Y predicando con el ejemplo, por ser personal de salud de primera línea, ya
me he puesto las dos dosis de la vacuna. Les comparto que no sentí temor del
efecto de la vacuna, aunque si experimenté después de la aplicación, un ligero
dolor de cabeza (cefalea) y dolor muscular en el sitio de aplicación (tercio
superior del brazo) que fue bastante soportable y que con el uso de analgésicos
simples mitigué. Ya para la segunda dosis, la cefalea y dolor en el sitio de
aplicación fue mínimo e incluso pude desarrollar mis actividades laborales sin
ningún problema.
Ya con el esquema de vacunación completo, ¿puedo salir a la calle sin uso
de cubrebocas, sin guardar la sana distancia o volver a mi antigua normalidad?
La respuesta es un rotundo no. Desafortunadamente, el riesgo de contagio no
desaparece al 100 por ciento con ninguna de las vacunas existentes y si a esto
aunamos la aparición de nuevos subtipos o variedades por mutación del virus
SARS-CoV-2, refuerza la necesidad de seguir utilizando todas las medidas
preventivas existentes. De hecho, con la aparición de estos nuevos subtipos o
variedades, al igual que con la vacuna de la influenza, muy probablemente será
necesario aplicarse la vacuna de forma anual.
Como Médico de Familia, entiendo ampliamente el temor que mis pacientes,
familiares y amigos me externan para vacunarse, miedo que se desarrolla ante el
exceso de información o incluso desinformación que existe con respecto a las
vacunas. Por tal motivo, es importante verificar la fuente, bibliografía y
currículo de quien emite una noticia controversial en las redes sociales.
La dinámica de vacunación que emplea el gobierno de nuestro país, es
totalmente diferente a la que se llevaba a cabo hasta antes del covid-19, en la
cual las instituciones de salud aplicaban las vacunas. En la actualidad las
vacunas son aplicadas bajo la responsabilidad de las autoridades federales con
el apoyo de la milicia. Por tal motivo, el personal de salud institucional
desconoce el proceso, así como el tiempo y forma de la aplicación, por lo que
se debe estar atento a las noticias y páginas oficiales del gobierno, como es
la página CORONAVIRUS.GOB.MX en donde podremos encontrar información relacionada con el Covid-19, cursos,
directorios, vacunas, noticias, realizar preguntas, datos estadísticos
oficiales y pronunciamientos de nuestras autoridades.
La salud es compromiso y responsabilidad de todos, tarea que no sólo
pertenece al Gobierno y personal de salud, pues en esta batalla TODOS
DEBEMOS PARTICIPAR y una de las tareas a realizar es vacunarse. No
hay nada seguro después de hacerlo, pero sí la satisfacción de realizar lo que
nos corresponde.
Es normal tener miedo a lo desconocido como lo es vacunarse, yo mismo tengo
miedo por mí y mi familia cada vez que me visto para dar consulta en el Módulo
de Enfermedades Respiratorias Covid-19 en mi institución de salud, pero ante la
necesidad de mi labor, me sobrepongo y otorgo lo que se hacer: Cuidar de la
salud de mis pacientes, por tal motivo, cuando se me dio la oportunidad acudí a
vacunarme sin dudarlo.
Dr.
Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista
en Medicina Familiar
Cancún, Quintana Roo, México a 01 de Marzo del 2021
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