miércoles, 1 de octubre de 2014

Mascotas y Salud

Aún tengo recuerdos dolorosos de mis mascotas en la infancia. Al crecer en un rancho, tener perros y gatos era cosa fácil, pero también peligrosa como lo es hasta la fecha. Y digo recuerdos dolorosos, porque en tres ocasiones tuve que ser sometido a un esquema antirrábico. No puedo mencionar toda la serie de improperios que le decía al doctor al recibir tal cantidad de inyecciones en el ombligo. Aquello me causaba tanto dolor, que  al sólo recordarlas siento escalofríos.

La rabia es una situación de riesgo para la salud causada por mascotas es estar expuestos a ser mordidos, aún siendo su  dueño o bien, un desconocido. Al respecto, la jurisdicción sanitaria determina aplicar el esquema antirrábico a toda persona que haya sido mordida por un perro, ya sea propio o ajeno; así  también cuando están en contacto directo con mascotas enfermas de sarna,  ya sean caninos o roedores.

En la actualidad poco probable  ver un caso de rabia humana,  sin embargo, la conducta sanitaria es aplicar el esquema antirrábico a las personas que han sido mordidos o en contacto directo con mascotas con sarna como lo pueden ser los caninos y roedores. Y aunque hace años no se reporta un caso de rabia humana en México, la aplicación de las inyecciones no deja de ser molesta y dolorosa.

Ahora, siendo un  profesional de la salud, veo con mucha preocupación como la gente tiene mascotas sin temor a enfermarse o a someterse a lesiones. De igual forma, no hay consideración en producir sufrimiento a los mismos animales al tenerlos en lugares que no son propicios.

Presente está en mi mente la imagen espantosa de una nena que fue agredida por un perro Rottweiler,  el cual le mordió la cara y le desprendió parte del rostro durante la agresión. Me encontraba de guardia en el hospital de pediatría cuando la llevaron sus padres; quedé  sumamente impresionado al  ver esa lesión, misma  que dejó marcada a una bebe de por vida y que incluso,  pudo causarle la muerte.

Los animales que se tienen como mascotas  son eso,  mascotas, no juguetes. Sin embargo, es muy común que los niños (incluso los adultos) las traten como juguetes, permitiéndoles convivir con ellos en la casa (zoonosis, como se le llama a la convivencia con animales), abrazarlos, comer y dormir con ellos.

Muchas personas desconocen o se niegan a reconocer que los animales son condicionantes de enfermedades cuando se convive en  forma directa con ellos.

Los pacientes que padecen algún tipo de alergia (como el asma, rinitis alérgica, dermatitis atópica, etc.) no deben mantener contacto dentro de su entorno inmediato con animales con pelo como los perros, gatos, roedores;  o con plumas, ya que los pelos y plumajes soltados por estos animales  desencadenan crisis de sus alergias, cuadros repetitivos de las mismas e incluso complicaciones que deterioran significativamente su calidad de vida.

¿Has visitado a  algún amigo que tenga perros o gatos dentro de su casa? Te aseguro que en el sofá de la sala o en las sillas con forros de tela, te encontraste con infinidad de pelos los cuales quedaron adheridos a tu ropa. Además, te puedo apostar, que lo primero que percibiste al llegar a la casa fue el olor a orines de animal. ¡Qué desagradable! ¿Verdad? Pero, cabe aclarar que esto es lo menos grave del asunto, pues lo realmente importante es que ese ambiente es propicio para desarrollar  una enfermedad bacteriana que se llama Leptospirosis, la cual puede ser transmitida al ser humano a través de la orina de los perros.

Y es en este punto en donde abordo el mal trato (a veces involuntario) que se les da las mascotas al tenerlos en lugares inadecuados, con espacios reducidos como lo son las casas de interés social hoy en día. Si a esto agregamos a propietarios irresponsables que llevan a sus mascotas a los parques o vía pública para realizar sus necesidades fisiológicas  y se marchan sin recoger las heces fecales que dejaron sus animales. De ahí viene la facilidad de adquirir una lombriz que se introduce a través de la piel y empieza a correr por debajo de ella formando surcos predominantemente en los pies en los adultos y en los bebés en las nalgas (por estar sentados en el piso o en la playa). Este parásito recibe el nombre de Larva Migrans.

En más de una ocasión me ha tocado atender  niños con lesiones en la piel, cuyos  papás refieren  desconocer  qué se las ocasionaron. Al hacer el análisis de las condiciones de vida de los pacientes, se encuentra la presencia de mascotas que lamen la cara de los niños o partes de su cuerpo que le provocan infecciones de la piel llamadas piodermitis. ¿Por qué sucede? Simple lógica. Los animales comen, mascan de todo, andan en el suelo y no se lavan los dientes.  Además,  la saliva de los perros y gatos contiene abundantes bacterias. Por ello  al lamer a los niños, que por lo general tienen pequeñas heridas que pasan inadvertidas para los padres,  las bacterias penetran en su cuerpo de una forma rápida y  les generan alguna alteración en su estado físico.

Un aspecto muy importante que no debemos perder vista es que los animales por muy nobles o mansos que sean,  nunca pierden el instinto de su naturaleza. Pues  como diría mi papá: Los animales nunca dejan de ser animales; así que en ocasiones al sentirse agredidos o lastimados responden espontáneamente a la agresión causando heridas a las personas, siendo más vulnerables los niños.

Las niñas que tienen contacto directo con gatos u otro tipo de felinos corren un gran riesgo de padecer toxoplasmosis, enfermedad parasitaria silenciosa que cuando se encuentren en edad reproductiva condicionará que presenten dificultad para la concepción o puedan tener hijos con Síndrome de TORCH. Esta enfermedad se caracteriza por afectar al feto durante la gestación.  

Los reptiles (tortugas, iguanas, víboras) son una fuente de fácil contagio para una bacteria que se llama Salmonela Tifi y que causa infecciones severas en el ser humano.

Contrario a lo que se cree, en el contagio de la Sarna Humana o Escabiasis, los perros y gatos son inocentes, ya que el parasito que la produce, es exclusivo del ser humano.  Sin embargo, la micosis o tiña es un organismo que vive en los perros de forma común y que puede ser transmitida a los humanos de forma rápida mediante el contagio directo.

Es cierto que tener una mascota es el sueño de muchos niños, pero muchas veces, el sueño se convierte en una pesadilla, que puede ser muy dolorosa y costosa.  Antes de comprar una mascota  evalúa las condiciones en las cuales la tendrás, la posibilidad de dedicar tiempo para su atención y cuidado, el riesgo que representa para tu familia de acuerdo a sus condiciones de salud o edad, y por último,  recuerda que las mascotas son seres vivos, no juguetes.

Tener mascotas con responsabilidad  genera  un entorno saludable y feliz.

Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Quintana Roo, México. Octubre del 2014

Visita mi sitio oficial: cbaquedano.com.mx 

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