Es inevitable que con las vacaciones exista un cambio en nuestros hábitos
alimenticios, ya sea por volver a comer esos platillos que hace años no
comíamos de nuestro lugar origen, por conocer nuevos y exquisitos alimentos o
por comprar paquetes vacacionales que incluyen alimentos a libre consumo, lo
que hace que se quiera comer de todo, en grandes cantidades a fin de desquitar
lo pagado previamente.
Así mismo, los alimentos van acompañados de bebidas, la gran mayoría altas en azúcares y calorías, así como bebidas alcohólicas, que ante la alegría de la convivencia con amigos y seres queridos que hace tiempo no visitábamos se pueden consumir en exceso.
Todo lo anterior, es la combinación perfecta para subamos fácil y rápidamente de peso, por lo que al regresar a casa observemos como la báscula nos demuestra un incremento bastante considerable.
Estudios demuestran que es común subir 1 a 2 kilos en una semana en vacaciones siempre y cuando no salgamos de viaje y comamos en nuestro hogar. Por el contrario, al salir de viaje y dependiendo de la activad física que se realice, así como del contenido calórico de los alimentos, se puede subir un peso aproximado de 5 kilos.
Sin embargo, también existe el riesgo de padecer alteraciones de la vía digestiva al comer alimentos que nuestro cuerpo no está a costumbrado a consumir como aquellos que son excesivamente condimentados, picantes, ácidos o irritantes.
Entre estas alteraciones digestivas se encuentra la Gastritis, Dispepsia, Colitis, Diarrea o Estreñimiento.
Se define como Gastritis a la inflamación del revestimiento del estómago, conocido como la mucosa gástrica. La inflamación puede causar molestias y síntomas como dolor en la parte superior del abdomen, náuseas y vómitos. Es producida por comer alimentos y bebidas que incrementen la acidez estomacal.
La Dispepsia también conocida como indigestión, la cual se produce a menudo durante o después de comer. Se caracteriza por síntomas como ardor, dolor en el abdomen superior, o plenitud incómoda después de comer (sentirse muy lleno). La Dispepsia se produce por consumir alimentos en manera excesiva o sobreabundante, irritantes o que nuestra vía digestiva no tenga la capacidad de digerir.
La Colitis consiste en la inflamación y atrapamiento de gas en el intestino grueso o colon. Esto condiciona que exista una alteración en la motilidad del mismo lo que genera espasmos en la musculatura del intestino gruso y dolor en consecuencia. Esta condición de salud es producida por las mismas causas que la dispepsia.
Una alteración muy común es los vacacionistas es la diarrea, la cual consiste en defecar heces fecales líquidas, abundantes, explosivas y en múltiples ocasiones por día. Esto es causado por la mezcla de alimentos laxantes, bebidas alcohólicas, bebidas de tipo cítrico o sobrecarga intestinal. La mayoría de las ocasiones, esta diarrea de tipo funcional tiende a autolimitarse en las primeras 24 hrs, consumiendo alimentos que estriñan, tomando electrolitos orales o utilizando algún antidiarreico de venta libre. Es importante no consumir antidiarreicos combinados con antibióticos o antisépticos intestinales, ya que estos últimos deben ser recetados por médicos previa valoración clínica.
Con respecto a la diarrea, el consumo de probióticos puede ser una alternativa terapéutica adecuada para resolver este cuadro.
Es importante remarcar que, si la diarrea tiene una duración de más de 3 días, si es de escasa cantidad y acompañada de mucosidad o incluso sangre y con tenesmo rectal (sensación de querer defecar de manera inmediata después de haber realizado una evacuación), probablemente se trate de una diarrea infecciosa o protozoaria, por lo que necesita la valoración inmediata de un médico. Insisto en la importancia de no automedicarse con antibióticos.
El estreñimiento es totalmente contrario a la diarrea. Este se produce cuando la materia fecal permanece por más tiempo del necesario en la parte distal del colon y recto sigmoides, lo que causa que el intestino absorba el agua de las heces fecales y las endurezca y mientras más pase el tiempo, más dura será la materia fecal. Esto puede ser causado por los hábitos en los horarios de defecación, la dificultad que tienen algunas personas de defecar fuera de sus hogares, conocido como constipación o estreñimiento del viajero. También la sudoración en exceso, la mala o poca hidratación, el consumo de alimentos ricos en harinas, cereales secos o astringentes (papa, manzana sin cascara, tuna, etc.) son condicionantes de estreñimiento.
Cómo podremos darnos cuenta, las vacaciones cambian nuestra dinámica y estilo de vida, que en consecuencia tienen alteraciones en nuestro peso y actividad digestiva, sin embargo, no debemos privarnos de disfrutarlas al máximo, pero con el cuidado de no caer en excesos que nos causen las molestias previamente mencionadas y que podría interrumpirlas o hacer pasar un mal momento.
Mención especial merecen las alergias alimentarias.
Recomiendo a los vacacionistas que, al momento de comer en lugares desconocidos, con una alimentación diferente a la acostumbrada, se haga mención desde el inicio de que se padece alergia a algún alimento a fin de evitar una reacción anafiláctica (alérgica) que condicione un riesgo a la salud o a la vida.
Debemos saber que contienen los alimentos que vamos a consumir y si no están combinados o aderezados con las sustancias o alimentos que nos causan alergias.
Disfruta de unas merecidas vacaciones, visita a los amigos y a la familia, vuelve a tu lugar de origen o aquellos lugares de los que te has enamorado y te invitan a regresar, descubre y disfruta nuevos alimentos, come y bebe, pero sin exceso y, si has subido de peso, al llegar a tu rutina diaria, sométete a un régimen alimentario reductivo, incrementa tu actividad física y toma de 2 a 3 litros de agua por día.
Si te enfermas o regresas enfermo de tus vacaciones, no te automediques. Lo más adecuado es que visites a tu médico de confianza.
Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas
Así mismo, los alimentos van acompañados de bebidas, la gran mayoría altas en azúcares y calorías, así como bebidas alcohólicas, que ante la alegría de la convivencia con amigos y seres queridos que hace tiempo no visitábamos se pueden consumir en exceso.
Todo lo anterior, es la combinación perfecta para subamos fácil y rápidamente de peso, por lo que al regresar a casa observemos como la báscula nos demuestra un incremento bastante considerable.
Estudios demuestran que es común subir 1 a 2 kilos en una semana en vacaciones siempre y cuando no salgamos de viaje y comamos en nuestro hogar. Por el contrario, al salir de viaje y dependiendo de la activad física que se realice, así como del contenido calórico de los alimentos, se puede subir un peso aproximado de 5 kilos.
Sin embargo, también existe el riesgo de padecer alteraciones de la vía digestiva al comer alimentos que nuestro cuerpo no está a costumbrado a consumir como aquellos que son excesivamente condimentados, picantes, ácidos o irritantes.
Entre estas alteraciones digestivas se encuentra la Gastritis, Dispepsia, Colitis, Diarrea o Estreñimiento.
Se define como Gastritis a la inflamación del revestimiento del estómago, conocido como la mucosa gástrica. La inflamación puede causar molestias y síntomas como dolor en la parte superior del abdomen, náuseas y vómitos. Es producida por comer alimentos y bebidas que incrementen la acidez estomacal.
La Dispepsia también conocida como indigestión, la cual se produce a menudo durante o después de comer. Se caracteriza por síntomas como ardor, dolor en el abdomen superior, o plenitud incómoda después de comer (sentirse muy lleno). La Dispepsia se produce por consumir alimentos en manera excesiva o sobreabundante, irritantes o que nuestra vía digestiva no tenga la capacidad de digerir.
La Colitis consiste en la inflamación y atrapamiento de gas en el intestino grueso o colon. Esto condiciona que exista una alteración en la motilidad del mismo lo que genera espasmos en la musculatura del intestino gruso y dolor en consecuencia. Esta condición de salud es producida por las mismas causas que la dispepsia.
Una alteración muy común es los vacacionistas es la diarrea, la cual consiste en defecar heces fecales líquidas, abundantes, explosivas y en múltiples ocasiones por día. Esto es causado por la mezcla de alimentos laxantes, bebidas alcohólicas, bebidas de tipo cítrico o sobrecarga intestinal. La mayoría de las ocasiones, esta diarrea de tipo funcional tiende a autolimitarse en las primeras 24 hrs, consumiendo alimentos que estriñan, tomando electrolitos orales o utilizando algún antidiarreico de venta libre. Es importante no consumir antidiarreicos combinados con antibióticos o antisépticos intestinales, ya que estos últimos deben ser recetados por médicos previa valoración clínica.
Con respecto a la diarrea, el consumo de probióticos puede ser una alternativa terapéutica adecuada para resolver este cuadro.
Es importante remarcar que, si la diarrea tiene una duración de más de 3 días, si es de escasa cantidad y acompañada de mucosidad o incluso sangre y con tenesmo rectal (sensación de querer defecar de manera inmediata después de haber realizado una evacuación), probablemente se trate de una diarrea infecciosa o protozoaria, por lo que necesita la valoración inmediata de un médico. Insisto en la importancia de no automedicarse con antibióticos.
El estreñimiento es totalmente contrario a la diarrea. Este se produce cuando la materia fecal permanece por más tiempo del necesario en la parte distal del colon y recto sigmoides, lo que causa que el intestino absorba el agua de las heces fecales y las endurezca y mientras más pase el tiempo, más dura será la materia fecal. Esto puede ser causado por los hábitos en los horarios de defecación, la dificultad que tienen algunas personas de defecar fuera de sus hogares, conocido como constipación o estreñimiento del viajero. También la sudoración en exceso, la mala o poca hidratación, el consumo de alimentos ricos en harinas, cereales secos o astringentes (papa, manzana sin cascara, tuna, etc.) son condicionantes de estreñimiento.
Cómo podremos darnos cuenta, las vacaciones cambian nuestra dinámica y estilo de vida, que en consecuencia tienen alteraciones en nuestro peso y actividad digestiva, sin embargo, no debemos privarnos de disfrutarlas al máximo, pero con el cuidado de no caer en excesos que nos causen las molestias previamente mencionadas y que podría interrumpirlas o hacer pasar un mal momento.
Mención especial merecen las alergias alimentarias.
Recomiendo a los vacacionistas que, al momento de comer en lugares desconocidos, con una alimentación diferente a la acostumbrada, se haga mención desde el inicio de que se padece alergia a algún alimento a fin de evitar una reacción anafiláctica (alérgica) que condicione un riesgo a la salud o a la vida.
Debemos saber que contienen los alimentos que vamos a consumir y si no están combinados o aderezados con las sustancias o alimentos que nos causan alergias.
Disfruta de unas merecidas vacaciones, visita a los amigos y a la familia, vuelve a tu lugar de origen o aquellos lugares de los que te has enamorado y te invitan a regresar, descubre y disfruta nuevos alimentos, come y bebe, pero sin exceso y, si has subido de peso, al llegar a tu rutina diaria, sométete a un régimen alimentario reductivo, incrementa tu actividad física y toma de 2 a 3 litros de agua por día.
Si te enfermas o regresas enfermo de tus vacaciones, no te automediques. Lo más adecuado es que visites a tu médico de confianza.
Dr. Carlos Primitivo Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar
Cancún, Quintana Roo, México. 01 de Agosto del 2025
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Cancún, Quintana Roo, México. 01 de Agosto del 2025
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