Una amenaza silenciosa para las
personas adultas es el CÁNCER COLORRECTAL, también conocido como Cáncer de
Colon o Cáncer de Recto, dependiendo del sitio de la lesión tumoral.
En mi práctica profesional me ha
tocado atender a pacientes, en su mayoría varones, que acuden a consulta por
presentar sangrado rectal sin dolor, mismo que ya tiene mucho tiempo de
evolución. Al cuestionarlos acerca del porqué no se atendieron de forma inmediata a la aparición
de dicho síntoma, las respuestas más recurrentes han sido que no habían
experimentado dolor, o bien por pensar que se trataba de una enfermedad
hemorroidal (almorranas) o que seguramente algún alimento les ocasionó
infección intestinal. Aunque también he observado que existe cierto pudor o
vergüenza en algunos hombres por acudir al médico ante la presencia de un
sangrado rectal y se opta por tomar algún medicamento de libre venta, así como desparasitarse
o consumir algún remedio casero que pueda aliviar el sangrado. Sin embargo, lo
más lamentable en todos estos casos es que cuando deciden consultar después de
un tiempo considerable de estar padeciendo esa molestia, la enfermedad ya
avanzó.
Y cierto es que ningún sangrado
rectal es normal. De ahí la importancia de atenderse médicamente con prontitud
para que se realice un diagnóstico oportuno que incremente el éxito de mejoría
en el tratamiento.
Debe tenerse en cuenta que el
sangrado rectal no es exclusivo del CÁNCER COLORRECTAL. Existen patologías que
pueden presentar sangrado, tales como el CUCI (Colitis Ulcerativa Crónica
Idiopática), la amibiasis, la enfermedad hemorroidal, la fisura anal, los
abscesos perianales, la proctitis, el prolapso rectal, pólipos colorrectales y
las diverticulitis.
Entre los factores de riesgo para contraer
CÁNCER COLORRECTAL, podemos citar el antecedente familiar o personal de este
tipo de cáncer o poliposis adenomatosa familiar, y de igual modo está la enfermedad
inflamatoria de Crohn o colitis ulcerosa. Así mismo, existen fatores de riesgo
relacionados con el estilo de vida, como es el sedentarismo que se deduce de la
falta de actividad física habitual que condiciona sobrepeso u obesidad, la alimentación
pobre o carente de frutas y verduras, alimentación baja en fibra y rica en
grasas (que es la característica de la mayoría de los alimentos chatarra o
comida rápida), una ingesta constante o incluso excesiva de carnes procesadas,
ahumadas, asadas, en conserva o embutidas. El consumo de alcohol y el
tabaquismo son también otros condicionantes importantes.
De acuerdo a la OMS, El CÁNCER
COLORRECTAL es el tercer tipo de cáncer más frecuente a nivel mundial y el
segundo más mortal. Dichas estadísticas refieren que 1 de cada 23 hombres lo
pueden padecer y 1 de cada 26 mujeres, siendo el riesgo ligeramente mayor en
los hombres. Puede aparecer en adultos jóvenes y adolescentes, pero la mayoría
de los casos de CÁNCER COLORRECTAL se presenta en personas mayores de 50
años. La edad promedio al momento del diagnóstico es de 68 años en hombres y 72
años en mujeres.
En América en el año 2016, la OMS
reportó 240,000 nuevos casos y aproximadamente 112,000 muertes debidas a esta
enfermedad, lo que equivale a un 46.6%.
Los síntomas iniciales del CÁNCER
COLORRECTAL dependen del tamaño de la lesión y la ubicación de la misma. Entre
los síntomas más comunes encontramos cambios en los hábitos intestinales,
cambios en la consistencia de las heces (cuadros diarreicos prolongados y
recurrentes), estreñimiento, heces estrechas o delgadas, flatulencia o exceso
de gases, sangre en las heces fecales o sangrado rectal, así como el tenesmo
rectal que es la sensación de querer defecar, la cual persiste después de
hacerlo, sintiendo que no se ha terminado de evacuar. También puede presentarse
dolor abdominal que en ocasiones se confunde con SINDROME DE INTESTINO
IRRITABLE, cansancio o fatiga, pérdida de peso y anemia.
El diagnóstico del CÁNCER
COLORRECTAL se realiza con el médico de 1er contacto ante la sospecha clínica de
esta enfermedad por los síntomas referidos por el paciente, lo que conlleva a una
revisión física que necesariamente incluye tacto rectal. Si en su valoración
médica, el médico omite dicha práctica, se recomienda que el paciente solicite
le realice la exploración anal para tener un diagnóstico certero lo más pronto
posible. O bien, buscar una segunda opinión.
Ya con la sospecha diagnóstica
para CÁNCER COLORRECTAL, es necesaria la realización de una COLONOSCOPIA.
Este procedimiento consiste en llevar
a cabo un estudio invasivo que bajo
sedación se introduce a través del recto un equipo médico flexible llamado
COLONOSCOPIO, el cual tiene una cámara que permite ver al interior del colon,
así como componentes que permiten tomar muestras para biopsias o incluso
resecar pólipos, extirpación de zonas de mucosa dañada, extracción de cuerpos
extraños, suturar con clips úlceras o la inyección de sustancias esclerosantes
para el tratamiento de lesiones sangrantes. Como podemos darnos cuenta, se
trata de un estudio invasivo diagnóstico-terapéutico.
Para poder realizar la COLONOSCOPIA de una
forma satisfactoria, es necesario que el paciente suspenda una semana antes la
ingesta de medicamentos que contengan hierro, ácido acetilsalicílico y otros
antiagregantes plaquetarios. Aunado a ello, requiere una preparación estricta
que consiste en la ingesta de un laxante 24 horas antes del estudio y durante
este día consumir una dieta a base de líquidos claros o gelatina, que de preferencia
no sea de color rojo. Asimismo, 12 horas antes del estudio se debe tomar una
solución evacuante a base de POLIETILENGLICOL diluyendo el contenido total de
un sobre en 1 litro de agua o refresco transparente de lima-limón (siempre y
cuando no se padezca Diabetes). Esta dilución se debe tomar en el transcurso de
una hora. Transcurrida esta hora, se repetirá la ingesta de otro litro de
dilución, tomándose un total de 4 litros (4 sobres) durante 4 horas. Después de
esto, el paciente deberá estar en ayuno hasta la realización del estudio. Se
pueden tomar pequeñas cantidades de agua para la ingesta de medicamentos de
control, previa autorización del médico.
Cabe destacar que es
imprescindible que esta preparación se realice siguiendo al pie de la letra
todas las indicaciones prescritas. Por lo que es recomendable e importante que
el paciente se encuentre en casa, en la comodidad de su hogar, ya que se
pretende limpiar el tracto intestinal para que el estudio se realice
debidamente y pueda aportar resultados confiables.
De antemano sabemos que la
limpieza del intestino no es un procedimiento agradable, así como la
exploración anal. Sin embargo, ambos son determinantes para el diagnóstico
oportuno de la enfermedad.
A los pacientes a quienes se les
ha diagnosticado lesiones colónicas o con factores de riesgo para padecer
CÁNCER COLORRECTAL, se les recomienda realizar una Colonoscopia cada 5 años.
Aunque también, en la actualidad los especialistas en gastroenterología y
proctología recomiendan que todo adulto mayor de 50 años de edad se realice una
COLONOSCOPÍA, aunque no tenga síntomas.
Recordemos que ningún sangrado
rectal es normal y el diagnóstico precoz nos incrementa un gran porcentaje de
curación. Por el contrario, dejar avanzar la enfermedad es un gran error que
puede costar la vida.
Haz a un lado el pudor y dale prioridad a tu salud.
Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar
Cancún, Quintana Roo, México a 01 de Abril del 2023
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