En algún momento de nuestras
vidas hemos tenido una tumoración o bolita en la piel que nos llega a preocupar
y erróneamente tratamos de eliminarlos de diferentes formas, puncionando,
pellizcando, exprimiendo, colando sustancias y un sinfín de remedios naturales
u ocurrencias que, en lugar de solucionar el problema, sólo lo podrían
complicar.
Pero ¿qué son los quistes de
piel? Se definen como una cavidad o bolsa cerrada que se encuentra por debajo
de la piel y que puede contener aire, líquido, pus, sebo, o algún otro material
del cuerpo o incluso externo.
Los quistes pueden ser
epidérmicos o infundibulares, tricolémicos, pilares, pilonidales o sebáceos.
Quiste epidérmico o infundibular:
Un quiste epidérmico, epidermoide
o infundibular es una lesión redondeada, nodular y firme que se localiza de
forma intradérmica o subcutánea. Es el quiste cutáneo más frecuente. Forman
abultamientos subcutáneos benignos de tamaño reducido, principalmente en la
cara, cuello, espalda y genitales. Por lo general se desarrollan paulatinamente
por una acumulación de queratina debajo de la piel, pero no causan dolor, a
menos que se infecten, rompan o produzcan molestia por cuestiones estéticas.
Quiste tricolémico:
Es el segundo tipo más frecuente
de quiste cutáneo, después del quiste epidérmico, y a diferencia de éste,
carece de apertura central de salida. Se trata de nódulos lisos, firmes,
redondeados, de entre 0.5 y 5 cm, que están recubiertos de piel normal. El
contenido del quiste es queratina muy densa, amarillenta y dura, más sólida que
en los quistes infundibulares, y en uno de cada cuatro casos se encuentra
calcificada. A menudo, hasta en un 70% de los casos, estas lesiones son
múltiples.
Quiste pilar:
Los quistes pilares son bultos
circulares, no cancerosos, de color carne que se desarrollan debajo de la
superficie de la piel. Este tipo de quiste es causado por la acumulación de
proteínas en un folículo piloso. Por lo general, se encuentran en el cuero
cabelludo.
Quiste pilonidal:
Es una cavidad anormal en la piel
que, generalmente, contiene vello y partículas cutáneas. En la mayoría de los
casos, se encuentra cerca del coxis, en la parte superior del surco de los
glúteos, habitualmente en donde inicia el pliegue o hendidura interglútea. Los
quistes pilonidales suelen aparecer cuando un vello perfora la piel y luego se
encarna. Si se infectan, el absceso que se forma, en general, es muy doloroso.
El quiste puede drenarse a través de una pequeña incisión o extirparse
quirúrgicamente. Los quistes pilonidales son más frecuentes en los varones
jóvenes, y es habitual que el problema vuelva a aparecer. Las personas que
están sentadas durante períodos prolongados, como los conductores de camiones,
corren un mayor riesgo de sufrir un quiste pilonidal.
Quiste sebáceo:
Son quistes de tipo benigno que
crecen lentamente y contienen un material sebáceo de origen folicular (el
folículo piloso es la estructura situada en la profundidad de la piel desde
donde crece el pelo, y contiene glándulas sebáceas). Suelen localizarse en el
cuero cabelludo, aunque también son típicos de la espalda, cara, escroto,
aunque de forma rara en otras partes del cuerpo. Su tamaño es muy variable, desde
pocos milímetros hasta grandes como una pelota. Si se dejan, suelen ir
creciendo poco a poco hasta alcanzar tamaños importantes, aunque no todos se
comportan así. El diagnóstico es fácil, ya que son pequeñas protuberancias bajo
la piel, de movilidad fácil al manipularlos y de consistencia elástica, aunque
firme. En ocasiones tienen orificio natural, del que sale un material seboso,
blanquecino y muy fétido. No suelen dar problemas salvo que se infecten.
La importancia de estos quistes,
es que no sanan solos y hay que drenarlos o extirpar mediante un procedimiento quirúrgico.
En la actualidad, en las redes
sociales podemos ver videos en donde se extraen los quistes de forma aparentemente
fácil, incluso hechos por personal no médico. Sin embargo, aun cuando las
lesiones se extirpan con procedimientos quirúrgicos sencillos, deben ser
realizadas por personal capacitado, debido a que se pueden presentar
complicaciones como son infecciones mayores o feas cicatrices.
Como ya se ha comentado
previamente, la complicación de estos quistes es la infección que se puede
agregar de manera espontánea o por la manipulación de la lesión al tratar de
exprimirla o drenarla con medios caseros.
Los datos que indican que un
quiste de piel puede estar infectado son: enrojecimiento del quiste e incluso
perilesional (alrededor del mismo), dolor al presionar y calor al palparlo.
Esto es debido a bacterias que atraviesan la piel y comienzan a producir
material piógeno (pus) que empieza a coleccionarse por debajo de la piel de
forma paulatina, haciendo la lesión más grande, adelgazando la piel hasta un
punto que pueden drenarse solos. Más aún, aunque el drenaje espontáneo reducirá
el dolor, es necesario acudir a médico para la realización de un curetaje de la
lesión y el otorgamiento de antibióticos.
Asimismo, a los quistes
infectados no se les debe aplicar anestesia, pues la inyección puede llevar
bacterias a sitios más profundos de la piel y complicar el cuadro, es de ahí la
importancia que estas lesiones sean atendidas por médicos.
Existen otros tipos de lesiones
abultadas en la piel como los lipomas (tumores benignos de grasa), tofos (depósitos
de ácido úrico, que se desarrollan en tejido cartilaginoso, tendones y tejidos
blandos), tumores cancerígenos o incluso cuerpos extraños como material vegetal
(espinos, astillas de madera), plástico o metálico, los cuales el cuerpo
encapsula y puede convertir en lesiones duras o que se infectan al momento de
penetrar y provocan abscesos.
Las inyecciones son capaces de provocar
induraciones o inflamación en el sitio de punción, debido a una mala técnica,
asepsia inadecuada, reacción al medicamento o infecciones secundarias por la
aplicación.
Por todo lo anterior, es
importante acudir a consulta cuando detectemos algún abultamiento en nuestra
piel, ya que no se debe minimizar la lesión o acostumbrarse a tenerla. Una
valoración médica oportuna conlleva a evitar complicaciones, dolor o cicatrices
innecesarias, así como también insisto en la importancia de no manipular las
lesiones a fin de evitar complicaciones.
Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar
Cancún, Q, Roo, México a 01 de Febrero del 2023
¿Fiesta próxima? CARUDA Canta y Baila te pone la música
No hay comentarios:
Publicar un comentario