Uno
de los principales dolores de cabeza de nosotros los médicos es el dolor de
cabeza de nuestros pacientes, debido a que es de los diagnósticos más complejos
de establecer. Lo importante no es quitar el dolor, sino, descubrir cuál es la causa
del mismo.
Cuando
el paciente llega a mi consultorio refiriendo dolor de cabeza, por mi mente
empiezan a cruzar muchos diagnósticos diferentes, los cuales intento enlazar a
los síntomas que el paciente manifiesta al interrogatorio.
El
dolor de cabeza o CEFALEA, es un malestar muy común en las personas. En algún
momento de nuestra vida, todos hemos tenido este problema a cualquier edad. Es
una de las causas más comunes de consulta, de automedicación y de ausencia
laboral.
Las
cefaleas se dividen en primarias y secundarias. Las primarias son aquellas en
las que el dolor de cabeza representa la enfermedad por sí misma y no existe
ninguna otra patología que la esté condicionando. A diferencia de las
secundarias, las cuales son consecuencia de una enfermedad que tiene como
síntoma principal la cefalea.
Junto
con la cefalea, pueden aparecer otros síntomas que el paciente debe tener en
cuenta para considerar que no se trata de algo sencillo, como lo son el
tinnitus o acufenos (escuchar grillos o ruidos), fosfenos (ver luces
brillantes), amaurosis (oscurecimiento de la visión), sonofobia (intolerancia a
los sonidos), fotofobia (intolerancia a la luz), náuseas, vómitos, insomnio,
duración prolongada del dolor o periodos continuos constantes, desvanecimiento,
sensación de opresión en la cabeza o sentir que algo va a estallar por dentro, aumento
en la intensidad del dolor. El percibir uno o más de estos síntomas junto con
el dolor de cabeza, son señal de que se debe acudir de forma inmediata al
médico.
En
más de una ocasión he escuchado a las personas decir que padecen de migraña o
cefalea tensional, sin embargo, no sólo son estas dos patologías las causantes
de dolor de cabeza.
Puedo mencionar muchas enfermedades que causan
cefalea: crisis hipertensivas, salmonelosis, problemas de la visión (miopía,
astigmatismo, ametropía), deshidrataciones, exposición prolongada al sol,
síndrome de abstinencia alcohólica (mejor conocido como resaca o cruda),
neuritis de nervios craneales (trigémino o facial), conjuntivitis, dengue,
influenza, resfriado, otitis, meningitis, tumores cerebrales y muchos otros que
pueden hacer esta lista interminable. Sin embargo, lo primero que atinan hacer
las personas cuando tienen dolor de cabeza es tomarse inmediatamente un
analgésico, aunque no siempre ésta sea la conducta más adecuada.
La
importancia de diagnosticar si los dolores de cabeza son primarios o
secundarios, radica en la forma como el médico abordará el tratamiento al
paciente.
A
continuación les describo las características de una de las cefaleas más
comunes: la migraña.
En este tipo de dolor de cabeza se pueden presentar
síntomas como náuseas, vómitos, intolerancia a la luz, a los olores o al ruido.
En muchas personas, se siente un dolor pulsátil únicamente en un lado de la
cabeza o de tipo hemicraneal. Todo lo anterior, condiciona que el paciente se
vuelva irritable y con la necesidad de aislarse.
Como la literatura lo describe, algunas personas que
padecen migraña tienen síntomas o sensaciones que son muy variadas y
particulares en cada caso, las cuales se presentan antes de que inicie el dolor
agudo. Este estado físico que experimenta la persona, se conoce como AURA. Es
una advertencia de que se va a presentar un dolor de cabeza terrible. En estos
momentos es cuando el paciente refiere la clásica expresión de YA ME VA A DAR
MI DOLOR, pues identifica plenamente esta condición.
La intensidad del dolor en este tipo de cefaleas va a
depender del umbral de dolor de cada
individuo, llegando incluso a ser en algunas personas de tipo incapacitante.
Algunos alimentos, sustancias y situaciones pueden
detonar la aparición de la migraña, como son: abstinencia de la cafeína (cuando
el enfermo está habituado a tomar frecuentemente esta sustancia en cualquiera
de los alimentos que lo contengan); cambios en los niveles
hormonales durante el ciclo menstrual de las mujeres o con el uso de píldoras
anticonceptivas; cambios en los patrones del sueño (como aquellas personas que
trabajan en turnos cambiantes o alternados); ejercicio u otro estrés físico; no
comer a las horas u omitir alimentos; fumar o estar cerca de personas fumando;
cualquier alimento procesado, fermentado, adobado o marinado, al igual que los
alimentos que contengan glutamato monosódico (GMS, el cual debe encontrarse
descrito en la etiqueta de los alimentos empaquetados), productos horneados,
chocolate, nueces, mantequilla de maní y lácteos, alimentos que contengan
tiramina como el vino rojo, el queso curado, el pescado ahumado, los
hígados de pollo, los higos, algunas legumbres como las cebollas y frutas como
el aguacate, plátano o cítricos, carnes que contengan nitratos (como el tocino,
los perros calientes, el salami, las carnes curadas).
Como podemos
observar, la migraña es multifactorial y los síntomas dependen del individuo y
pueden ir de lo más leve hasta condicionar una incapacidad laboral o de vida.
En la actualidad, los médicos utilizan medicamentos que
sirven para las epilepsias, con excelentes resultados, pues evitan la aparición
de los cuadros agudos de migraña. Existe otro grupo de medicamentos los cuales
ayudan a contrarrestar estos eventos agudos, pero recomiendo que sean
prescritos por los expertos de salud.
Los medicamentos más comunes para contrarrestar el dolor
de cabeza son los llamados AINES (Anti-Inflamatorios No Esteroides) como el
ácido acetil salicílico (Aspirina®), el paracetamol, ketorolaco, ibuprofeno,
entre otros e incluso pueden venir combinados con cafeína. De todos los AINES,
el mejor es el que le hace efecto al paciente, ya cada uno responde de forma
diferente.
Es muy importante que no minimices tu dolor de cabeza,
por lo que debes acudir al médico a fin de que te realice una revisión integral
y te pueda diagnosticar si tu cefalea es primaria o secundaria y en base a esto
otorgarte la terapéutica más adecuada.
Evita meterte a los buscadores de internet, pues existe
tanta información de todo tipo, que ya no sabrás si sólo tienes un simple dolor
de cabeza o un tumor cerebral. Por experiencia profesional, te puedo decir que
lo único que ganarás es un estado de ansiedad.
Atiéndete con personal calificado. No te automediques o
autodiagnostiques, ni gastes en estudios innecesarios. Deja ese trabajo en
manos de tu médico.
Haciendo todo lo anterior, te aseguro que te evitarás
muchos dolores de cabeza.
Dr.
Carlos P. Baquedano Villegas
Cancún, Q. Roo. México. Marzo del 2014.
Y cuando hay fosfenos, visión borrosa, luces brillantes, fotopsia, manchas negras sin dolor de cabeza que tomar?. Los médicos no me hacen caso, ayer ya fui al hospital y ni me miraron, lo achacan a la ansiedad que yo misma controlo desde hace muchos años, sumado ahora a síntomas del climaterio. Lo que me preocupa son éstos síntomas nuevos, no puedo hacer una vida normal. El Oftalmólogo me diagnósticó blefaritis leve, y me dijo que no tengo nada. En fin, llevo tres semanas así y desesperada.
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