martes, 1 de enero de 2013

Derechos de los pacientes


Derechos de los pacientes

 

Uno de los comentarios que con mayor frecuencia los pacientes me refieren es que los médicos que los han atendido no les explican con claridad que es lo que padecen, cómo se produjo la enfermedad y cuál será la evolución de la misma. Esta falta de explicaciones sobre el estado de salud por parte de algunos galenos, propicia desapego del paciente al tratamiento a seguir, quien al no saber, se desespera y lo abandona.

 

Entre los derechos de los pacientes se encuentra el recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz. Sin embargo, algunos pacientes no se atreven a preguntar cuando el médico por sí solo no les explica al grado de tener un conocimiento preciso de su cuadro clínico.

 

Les comparto el caso de un colega que se hizo millonario manipulando a su conveniencia la información sobre el estado de salud del paciente. Los casos sencillos los informaba como casos complicados que gracias a él se curarían, claro con hospitalización y todos los costos que esto generaba. Los casos graves los ponía como incurables y los incurables los derivaba a otros médicos. Su frase célebre era la siguiente: “Si el paciente se mejora es porque yo lo curé, si se complica o se muere es porque Dios así lo quiso”. Este médico tenía una fama poco celebre en el gremio, ya que al ser un mercenario de la salud con un deshonesto actuar, denigraba a nuestra noble profesión.

 

Un paciente que recibe una explicación clara de su enfermedad, es un gran aliado en el camino hacia la mejoría de su estado de salud, pues sabe cómo la enfermedad va a evolucionar (esto evitará llamadas innecesarias a la hora de descanso del médico porque aún no mejora), identificar los signos de alarma o complicación, el apego al tratamiento farmacológico indicado, los efectos adversos de los medicamentos, los cuidados preventivos para evitar el contagio a otros miembros de la familia, las medidas no farmacológicas, etc.

 

En los servicios médicos de atención institucional o gubernamental, es muy frecuente que este proceder no se realice de forma amplia o que de plano no se les explique, lo cual puede ser debido al  exceso de solicitud de consulta, al escaso tiempo del que se dispone, a la falta de actualización de los conocimientos, por cuestión de actitud, deshumanización, etc.

 

Nos contaba un compañero una anécdota: En cierta ocasión entra un paciente a consulta y el médico sin preguntarle y mucho menos mirarle ya estaba haciendo una receta. El paciente se indigna y le reclama al doctor -¿Cómo es que está haciendo mi receta si ni siquiera me ha preguntado que tengo?- El doctor sin levantar la vista le contesta -Esta no es su receta, es para el paciente que sigue, la suya la tengo guardada en el cajón de mi escritorio- parecería chiste, pero es un caso real.

 

En las enfermedades respiratorias, las mamás de los niños enfermos son muy dadas a pedir antibióticos para la curación de la enfermedad. Lo más sencillo y rápido sería recetar este tipo de medicamentos, pero lo correcto es explicar a la paciente que las enfermedades son ocasionadas por virus o bacterias, que ambas causas dan síntomas parecidos, pero que el médico en base a sus conocimientos y a las características encontradas en los pacientes determina el origen de la enfermedad, si es viral no hay que dar antibióticos, únicamente analgésicos; la enfermedad tendrá una evolución progresiva hacia la mejoría. En el caso contrario, si se identifica a las bacterias como agente causal de la enfermedad, se otorgará el antibiótico más adecuado, junto con analgésicos.  Todo este proceso informativo lleva mucho más tiempo que hacer una receta con un medicamento innecesario, pero siempre será en favor de los pacientes.

 

En mis clases de farmacología y terapéutica, antes de iniciar el curso los profesores empezaban con la frase “Primun non nocere” (lo primero es no hacer daño). Esto porque TODOS los medicamentos causan efectos adversos además de los beneficios. Luego entonces, pensar que si se receta un antibiótico de forma innecesaria no pasa nada, es un raciocinio equivocado. Les confieso que cuando veo una receta proveniente de esos centros de salud de bajo costo con muchos medicamentos (la mayoría de ellos innecesarios) me da tanto coraje que al paciente le engañen y que se prostituya nuestra profesión, sólo con el afán de lucrar con la salud. Y es que el negocio real de esos lugares es vender una gran cantidad de medicinas baratas de una forma deshonesta, con ganancias exorbitantes a costa de la salud de los pacientes.  Cinco frascos de Ceftriaxona de 1 gramo para una gripe ¿se les hace conocido? Si le preguntan a sus abuelitas, la gripe se la curaban con analgésicos, reposo y un buen te. El resfriado o rinofaringitis no necesita antibióticos.

 

Otra forma de lucrar es solicitando estudios de laboratorio o gabinete innecesarios, la mayoría de las veces sin el consentimiento informado de los pacientes, de los padres o representantes legales.

 

Les pongo un ejemplo: En nuestro medio, las escuelas cuentan con un seguro médico de bajo costo, por el cual pueden recibir atención en clínicas particulares. Si un niño sufre un accidente, es llevado a uno de estos lugares, en donde lo atienden y le piden estudios (la mayoría de ellos innecesarios) con la finalidad de agotar el recurso del seguro. Ejemplo si el golpe fue en el codo, le piden radiografías del codo, de la mano, de los dedos, del hombro, de la clavícula, incluso del tórax, para descartar algún problema.  Otra de las prácticas es que si el caso es leve, condicionan a los papás para que el paciente pueda ser ingresado “para observación” y así incrementar el costo del seguro. Si el paciente no accede al internamiento, le dicen que el seguro no aplica ¿Conoces algún caso de estos? Sin temor a equivocarme te puedo decir que sí, sólo que no te habías dado cuenta.

 

En México los pacientes tienen los siguientes derechos:

 

  • Recibir atención médica adecuada
  • Recibir trato digno y respetuoso
  • Recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz
  • Decidir libremente sobre su atención
  • Otorgar o no consentimiento para procedimientos de riesgo
  • Ser tratado con confidencialidad
  • Contar con facilidades para obtener una segunda opinión
  • Recibir atención médica en caso de urgencia
  • Contar con un expediente clínico
  • Ser atendido cuando te inconformes por la atención médica recibida

 

Pero también los médicos tenemos derechos, y estos son:

 

  • Ejercer la profesión en forma libre y sin presiones de cualquier naturaleza
  • Laborar en instalaciones apropiadas y seguras que garanticen la práctica profesional
  • Tener a disposición los recursos que se requieren en la práctica profesional
  • Abstenerse de garantizar resultados en la atención médica
  • Recibir un trato respetuoso por parte de los pacientes y sus familiares, así como del personal relacionado con la práctica profesional
  • Tener acceso a educación médica continua y ser considerado en igualdad de oportunidades para el desarrollo profesional
  • Tener acceso a actividades de investigación y docencia en el campo de nuestra profesión
  • Asociarnos para promover intereses profesionales
  • Salvaguardar el prestigio profesional
  • Recibir remuneración por los servicios prestados

 

Para poder ejercer nuestros derechos y obligaciones es importante conocerlos. La salud es lo más preciado que tenemos y no puedes dejar ese tesoro en manos de personas que sin importarle tus derechos lucran con ella. Infórmate.

 

 

Dr. Carlos Baquedano Villegas

twitter:@CBaquedano_V

 

Enero del 2013. Cáncun, Q. Roo, México

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario