FUNCIONALIDAD
FAMILIAR: Un tesoro que debemos cuidar
La Especialidad de Medicina Familiar,
tiene un enfoque holístico, atendiendo al paciente y a su familia como un ente
biopsicosocial, desde una perspectiva preventiva y con una limitación precoz
del daño cuando se presenta un proceso patológico o alguna alteración en la
funcionalidad de la familia.
Muchas veces nos preguntamos ¿por qué
personas que tienen todo para ser exitosos en la vida no lo logran?, y por el
contrario ¿Cómo es que gente que ha sufrido adversidades son exitosos? Y cuando
hablo de éxito no me refiero a una solvencia económica desahogada o prominente,
sino más bien, a ser felices con lo que se tiene y seguir día a día luchando
por mantener esa felicidad y compartirla con la gente que los rodea.
Los éxitos y fracasos que tenemos
dependen en parte de la seguridad y de la confianza en nosotros mismos; de lo
que sabemos; del afecto que recibimos y de los valores y capacidades que
aprendemos por medio de las experiencias que vivimos desde nuestra niñez. En
una conferencia les decía a unos estudiantes: “Definitivamente, los
conocimientos se adquieren durante la formación académica, pero el
profesionalismo, la filantropía, la honestidad, la probidad, son valores que se
adquieren en casa y de personas valiosas con las mismas características que
tienes la fortuna de conocer a lo largo de tu caminar por la vida”.
Los niños poco a poco, reconocen en sus
cuerpos que crecen, y gradualmente adoptan comportamientos de hombres y
mujeres. Conocer la sinceridad, honestidad, amistad, amor, solidaridad,
compromiso, libertad y la igualdad entre las personas, hacen de un niño, un
futuro hombre de bien. Los padres y madres, tienen la tarea de ayudarlos a
entender que hay reglas, normas y valores para convivir, con el respeto por uno
mismo y por los demás. En etapa del desarrollo jugar es una oportunidad para
fortalecer su personalidad y aprender a vivir, de ahí la preferencia de los
juegos encaminados a su género. Necesitan observar, conocer, comprender,
repetir, ensayar y aprender formas de convivencia con ancianos y adultos, así
como con jóvenes, niños y niñas de su misma edad. Por lo general aprenden a ser
hombres y mujeres imitando a sus propios padres. Lo que escuchan y ven se
convierte en un ejemplo a seguir que pasa de generación en generación. Así
aprenden lo que es la autoridad, el respeto, el amor y la convivencia. Es por
eso que la mayoría de los hijos cuando llegan a la edad adulta siguen el mismo
patrón de conducta que los padres.
La educación se debe otorgar con
respeto, autonomía, libertad, responsabilidad y amor que hoy consideramos
indispensables para un desarrollo feliz y armónico de nuestras familias.
Una familia, es un grupo de personas
que viven bajo un mismo techo, que pueden tener lazos de parentesco, que
comparten hábitos y costumbres comunes. Cuando conviven de esta manera,
comparten formas de entender el mundo, afectos, alegrías, tristezas, fracasos,
logros, preocupaciones y recursos económicos, así como tareas y
responsabilidades.
Estas responsabilidades son:
- Alimentación
- Vestido
- Educación y enseñanza de hábitos
de bien
- Cuidado físico y psicológico
- Mantener las costumbres, hábitos
de la comunidad y la familia
El sentido más profundo de la tarea de los padres es transmitir a sus hijos valores, relaciones interpersonales, ambientes agradables y positivos que les permitan vivir a todos en un mundo mejor. De esos valores carece nuestra sociedad actual, lo que ha propiciado un clima de desintegración social, en donde la violencia ha sentado sus reales al volverse común.
Sin embargo, esta es una responsabilidad compartida de cada uno de los integrantes de la familia, desde el más pequeño, hasta el más anciano. Nuestro compromiso: “ESTAR DISPUESTOS A DAR LO MISMO QUE PEDIMOS DE OTRAS PERSONAS”.
No solo en la familia nos educamos, aprendemos de todo lo que nos rodea. Para poder conducirnos mejor por el camino de la vida es necesario recibir compañía, cuidados y sobre todo, amor y confianza. De igual forma, ser recíprocos.
Los que tienen la fortuna de contar con el amor de su familia y de las personas con quienes conviven, pueden desarrollarse más plenamente.
Además de la convivencia comunitaria, las familias reciben información de los periódicos, revistas, radio, TV, e internet. En la actualidad estos dos últimos de manera importante.
¿Acompañan a sus hijos o hermanitos a ver programas en la TV? ¿Platican con ellos sobre los mensajes que reciben o acerca de las historietas y revistas que leen? ¿Hablan con ellos sobre los rasgos positivos y agradables o negativos y desagradables de su personaje preferido? ¿Comentan las ventajas, desventajas y posibles consecuencias de querer parecerse a ellos?
Hay que platicar acerca de los mensajes negativos que se reciben a través estos medios, para ser capaces de formarse un juicio objetivo que nos permita valorar esos mensajes. Hacerlo puede ayudar a que aprendan a distinguir lo real de lo ficticio, lo importante de lo superficial, y en su caso, a identificarse con personajes positivos.
Con todo lo anterior se puede tener
seguridad en sí mismos. Cuando sentimos seguridad nos comportamos con firmeza y
sin temores. Esto nos puede ayudar a ser más comprensivos y a que nos guste
compartir momentos y experiencias con otros.
Todo lo que haces en tu vida es para el
bienestar de tu familia. Siempre se quiere dar a los hijos lo mejor, lo que no
tuviste de niño, pero ¿Cuántas veces te olvidaste de que tus sacrificios y tu
cansancio son por ellos? ¿En qué momento tus compromisos pasaron a ser
prioridad y te olvidaste de esposa, hijos, hermanos y padres? ¿Tienes la
capacidad de tirarte al suelo y jugar con tus hijos o tus hermanitos menores? ¿De imaginar y construir historias?
¿Eres capaz de compartir responsabilidades en los deberes del hogar, y con esto
enseñar a tus hijos que el trabajo es menos pesado cuando se hace en equipo?
¿Tu tiempo libre lo dedicas a tu motor principal, por el cual luchas día con
día? ¿O piensas que trabajaste muy duro y que tienes derecho a divertirte?
Pero, ¿Sólo tú tienes ese derecho? ¿Acaso tu familia no ha participado en ese
esfuerzo?
La verdadera misión del ser humano es servir. Desde los estratos más sencillos hasta los más complejos. El servicio engrandece y dignifica a la persona.
Todas las personas tienen puntos de vista para validar su forma de actuar. No debes de enfadarte si piensan diferente de ti. Evita gritar, se presto para escuchar y tardo para la ira. Una respuesta suave calma el furor y detiene las peleas a tiempo.
Los 3 pasos para llegar al éxito son:
- Ser humilde de corazón para
aceptar tu necesidad de mejorar.
- Meditar en soledad para obtener
conclusiones personales.
- Dar testimonio de las conclusiones
para comprometerte con ellas
La satisfacción del ser humano radica en ver que la semilla que sembró, dio un árbol hermoso, en el cual, algún día descansará bajo su sombra y se alimentará de sus frutos.
Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
twitter:@CBaquedano_V
Cancún, Quintana Roo, México. Marzo 2013
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