domingo, 6 de mayo de 2012

ONICOMICOSIS Y TIÑA PEDIS


ONICOMICOSIS Y TIÑA PEDIS: Hongos en los pies

Llega Don Juan a mi consultorio por un fuerte dolor de garganta y durante el desarrollo de la consulta observa un cuadro ilustrativo colgado en la pared sobre los hongos en las uñas y me dice: “Así están mis uñas, pero yo pensaba que era normal que por la edad se pusieran de esa forma”

Una causa poco común de consulta es la enfermedad de los pies causada por los hongos, también conocida como micosis. Y esto sucede porque el paciente no le da la importancia debida a esta patología al desconocer de qué se trata. Generalmente, se aplican muchos remedios caseros antes de acudir a un médico. Cuando el paciente consulta, ya el mal se encuentra avanzado y en algunas ocasiones complicado.

Dos enfermedades de los pies que causan los hongos son la onicomicosis (hongos de las uñas) y la tiña del pie, causadas por dermatofitos que se encuentran en el suelo o en animales como los perros. Dichos hongos son afines a la humedad, es por eso que la modernidad ha condicionado que la onicomicosis y la tiña del pie tengan un muy alto porcentaje de presencia en la población adulta, sobre todo en aquella que por necesidad usa calzado todo el día, de zapatos de plástico o muy cerrados.

Las personas que padecen tiña del pie (conocida también como hongos de los pies, micosis plantar o interdigital, tinnea pedis, etc.) acuden a la consulta por tener lesiones dolorosas cuando la enfermedad ya se ha complicado. En últimas fechas se anuncian en la televisión medicamentos que con una sola dosis prometen acabar con el problema, pero la mayoría de las veces fracasan. Un síntoma característico de esta enfermedad es la fetidez (mal olor de los pies) también conocido como pie de atleta. Este mal olor infructuosamente se trata de combatir con talcos y desodorantes. Otros signos comunes son la descamación de la planta del pie, la maceración de la piel interdigital, la presencia de vesículas  dolorosas (burbujas de agua), la comezón, entre otros. Algunas personas tienen la creencia de que las lesiones que se presentan en la tiña pedis son causadas por ácido úrico. Este concepto es erróneo, pues la hiperuricemia (nombre que se le da a la elevación del ácido úrico en la sangre) tiene síntomas diferentes.

La onicomicosis tiene menos suerte, porque el paciente no le toma importancia y la deja avanzar hasta complicarse e incluso, aprende a vivir con ella. Como médico, es impresionante ver a personas que tienen destruidas casi todas las uñas de los pies sin que se preocupen por esto.

En su etapa inicial, la onicomicosis es una enfermedad que condiciona que la uña sufra cambios en su textura y coloración, volviéndose reseca, áspera, irregular, estriada, deforme, fracturándose o desprendiéndose parcialmente de su lecho (lecho ungueal). El paciente piensa que limándose esta uña, cortándosela lo más posible o incluso arrancándola ya solucionó el problema. Pero, ¡sorpresa: al salir la nueva uña tiene las mismas características que la que se retiró! Otro error muy común es aplicar cremas a la uña. Esto no sirve de nada, pues la crema no es capaz de penetrar hasta donde se encuentra el proceso patológico. Este padecimiento se puede encontrar tanto en las manos como en los pies, aunque es más común en estos últimos.

La diabetes mellitus es una de las patologías que se encuentra altamente asociada a la presencia y persistencia de onicomicosis. Por eso a fin de descartar esta y otras enfermedades o complicaciones en los pacientes diabéticos es obligado revisar los pies en cada consulta. También la pueden padecer personas con defensas bajas (inmunocomprometidos), con uso crónico de corticoides (cortisonas) o que estén cursando por alguna enfermedad grave.

Como puse de ejemplo al principio de este documente, los adultos mayores confunden la onicomicosis con el envejecimiento de las uñas, lo que hace que vean esta enfermedad como un proceso normal.

¿Qué es lo que debemos hacer si notamos en nuestros pies la presencia de alguno de estos cambios?

·       Primero y antes que nada, no automedicarse y acudir con el médico de confianza.


·       Estás enfermedades son contagiosas, por lo que no se recomienda calzado de uso común (como en el boliche) o utilizar calzado ajeno.


·       El andar descalzo en áreas contaminadas incrementa el riesgo de contagio (parques en donde paseen perros, piscinas, baños públicos, gimnasios, etcétera).


·       Mantener secos los pies, utilizando calzado de piel preferentemente, con cambio frecuente de calcetines si se requiere estar calzado por mucho tiempo. El uso de talcos puede ser una buena estrategia para mantener seco el pie.


·       Preferentemente tener 2 pares de calzado e irlos alternando. De igual forma, exponer los zapatos al sol cuando no los uses, con la finalidad de que estén completamente secos y eliminar así la humedad.


·       No te apliques sustancias irritantes en las lesiones, ni drenes o rompas las vesículas (burbujas de agua) que se formen.


·       Ten la costumbre de dedicar unos minutos al día a tus pies, obsérvalos e identifica de forma precoz algún cambio en la coloración o la textura.


·       Recuerda que los perros pueden ser una causa de contagio para micosis.

·       Cuando acudas al médico, evita tener esmalte en las uñas con la finalidad de que se pueda realizar una mejor exploración de las mismas.

Los pies son los encargados de moverte por el mundo. Cuídalos y mantenlos sanos.



Dr. Carlos Baquedano Villegas



                                                                                  Cancún, Q. Roo, México. Mayo 2012